Francisco Laprida: el prócer murió dos veces.

Francisco Laprida: el prócer murió dos veces.

Su fallecimiento es un misterio para la historia. Las versiones de su deceso son variadas, según los registros.

Por David Waiman.

El 28 de octubre se cumplieron 148 años del nacimiento de Francisco Narciso de Laprida, uno de los héroes de la independencia, nacido en San Juan de la Frontera, hoy conocida simplemente como San Juan, en 1786, diez años después de creado el Virreinato del Río de la Plata cuya capital se centraba en Buenos Aires.

De pequeño, se mudó Buenos Aires para cursar sus estudios en el Real Colegio de San Carlos, gracias a que la elite criolla de las provincias tenía limitado el acceso educativo a unas pocas ciudades importantes del naciente territorio.

Terminado sus estudios preparatorios, partió hacia la Universidad de San Felipe en Chile donde estudió Leyes para luego regresar a su provincia natal donde se transforma en cabildante y colabora con San Martín en la organización del Ejército de los Andes, clave en el proceso independentista de nuestros territorios sudamericanos.

En 1815 es elegido diputado por San Juan para asistir al Congreso que se realizaría en Tucumán para analizar la situación de los territorios nacionales tras la restauración de la monarquía borbónica y el fin del dominio napoleónico en Europa.

El 9 de julio de 1816, Laprida preside el Congreso que dará como resultado la Declaración de la Independencia hacia la metrópoli española. Tras la disolución de dicho Congreso, al que no asistieron todas las provincias, vuelve a su ciudad natal y, ante el fusilamiento de Dorrego, inicio de una guerra civil que hundió a las provincias en enfrentamientos largos y sangrientos.

En ese contexto, Laprida se traslada a Mendoza, donde toma posicionamiento a favor del bando unitario, liderado, en la mencionada provincia, por Juan Agustín Moyano.

Más allá de su rol político y militar, el prócer tuvo una vida rica en anécdotas y simboliza el compromiso político activo. Sin embargo, en esta ocasión no vamos a detenernos en la vida de nuestro sanjuanino, sino que nos adentraremos en sus muertes. ¡Si! En plural, ya que tuvo, según las fuentes que relatan el episodio hubo varios decesos.

Su fallecimiento su confirmado el 22 de septiembre de 1829 en Mendoza. Fue fusilado junto a un centenar de personas entre las que también se encuentra el representante de los unitarios mendocinos, Juan Agustín Moyano. El hecho lo ejecuta José Félix Aldao, un fraile dominico y militar, líder de los federales mendocinos, conocido por su crueldad frente a sus enemigos.

Sarmiento, quién dedica varios hilos de tinta a las atroces conductas de Aldao, narra en la biografía que titula “El general Fray Félix Aldao”, que tras retirarse de la batalla, Laprida es alcanzado por las tropas federales quiénes lo degüellan y desaparecen el cuerpo, sin ser encontrado nunca más.

Existe otra versión que tuvo más difusión en la época y que se basa en fuertes tradiciones orales. La misma cuenta que el sanjuanino, tras ser capturado sin oponer resistencia, es enterrado vivo hasta el cuello y se hace pasar un tropel de caballos por el lugar, para luego su cadáver ser trasladado a una celda del cabildo para nunca más saberse nada.

Borges en Poema Conjetural fusiona, como sólo su pluma puede hacerlo, las dos tradiciones al decirnos que: “Vencen los bárbaros...Yo que estudié las leyes y los cánones, yo, Francisco Narciso de Laprida, cuya voz declaró la independencia de estas crueles provincias, derrotado, de sangre y de sudor manchado el rostro, sin esperanza ni temor, perdido, huyo hacia el Sur… Pisan mis pies la sombra de las lanzas que me buscan. Las befas de mi muerte, los jinetes, las crines, los caballos se ciernen sobre mí… Ya el primer golpe, ya el duro hierro que me raja el pecho, el íntimo cuchillo en la garganta”.

Poesía que nos interpela como sociedad frente a nuestra historicidad recurrente de enfrentamientos fratricidas donde trágicamente el que piensa diferente es un enemigo y no un adversario con el que poder construir un futuro superador. Si la república tuvo que esperar varias décadas para poder nacer, mucho más tuvo que hacerlo el sistema democrático, el cual todavía estamos construyendo con visible fragilidad.

PUBLICADO EN DIARIO LA MAÑANA DEL NEUQUÉN.

https://www.lmneuquen.com/francisco-laprida-el-procer-murio-dos-veces-n966837

De pequeño, se mudó Buenos Aires para cursar sus estudios en el Real Colegio de San Carlos, gracias a que la elite criolla de las provincias tenía limitado el acceso educativo a unas pocas ciudades importantes del naciente territorio.