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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

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sábado, junio 21, 2025

21 de junio de 1820: Belgrano es sepultado en el atrio de la Iglesia de Santo Domingo.


21 de junio de 1820: Belgrano es sepultado en el atrio de la Iglesia de Santo Domingo.

Tras la autopsia llevada a cabo el día anterior con el objeto de embalsamar precariamente el cuerpo, el Dr. Juan Sullivan indica que sacó gran cantidad de agua; que encontró el hígado y el bazo aumentados en volumen; los riñones desorganizados; los pulmones colapsados y del tamaño de una mano; el corazón hipertrofiado; tejido duro por la cirrosis portal “que suele asociarse”; ictericia y ascitis.

En la pilastra derecha de la entrada de la Iglesia, se cavó una fosa con bóveda y allí se depositó el cuerpo del prócer amortajado previamente con el hábito de Santo Domingo (derecho que tenía por ser Hermano de la Orden Tercera de los dominicos) en un sencillo ataúd de pino ya que el dinero disponible no daba para más. Se cubrió el cajón con una tela negra y una vez colocado se le tiró cal. El mármol de la cómoda de un hermano suyo, Miguel, se usó como lápida y en él se grabó: "Aquí yace el General Belgrano".

En junio de 2012, un “Ateneo anatomo-clínico” que se realizó en el Instituto de Cardiología del Hospital Italiano de Buenos Aires, hizo una muy interesante experiencia de reconstrucción histórica y médica, que permitió llegar a un diagnóstico de la causa de la muerte de Belgrano: una insuficiencia cardíaca, que en su evolución afectó también el funcionamiento hepático y renal.

Asociación Belgraniana de Morón.

21 de junio de 2024.

20 de junio de 1903: Los restos de Belgrano son depositados en el mausoleo, que por suscripción popular, se levantó en el atrio de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y convento de Santo Domingo.

En 1895, los estudiantes de la Sección Sur del Colegio Nacional de Buenos Aires (después Colegio Nacional Bernardino Rivadavia), junto con los de la Escuela Nacional de Comercio, y por iniciativa de  uno de ellos, Gabriel L. Souto, lanzaron la idea de hacerle un mausoleo al general Manuel Belgrano.

Se hizo un concurso de proyectos, del que participaron escultores argentinos, franceses e italianos, siéndole encargada la obra al escultor italiano Ettore Ximenez.

El mausoleo, desde el suelo hasta la parte superior del sarcófago, mide casi nueve metros. El basamento es de mármol de Carrara. Las estatuas laterales, que simbolizan “El Pensamiento” y “La Acción”, al igual que los bajorrelieves, son de bronce.

 Las cuatro estatuas de los ángeles están vaciadas en aluminio y la reja que rodea al mausoleo es de hierro. En la reja, también de hierro, que circunda el atrio se encuentra la llama votiva.

El sarcófago está coronado por un yelmo que tiene un águila que simboliza la potencia más elevada, el genio y el heroísmo. Atendiendo al carácter polivalente del símbolo podemos decir que el águila alude a las alturas, al espíritu identificado con el sol y al principio espiritual. Tiene el ritmo de la nobleza heroica y de la actividad guerrera. El águila conduce a las almas a la inmortalidad. En el cristianismo representa al mensajero celestial y según Dante es el pájaro de Dios.

El simbolismo de “El Pensamiento”alude al hombre comprometido con la producción intelectual, con la meditación y con el esfuerzo racional.

“La Acción” alude a sus campañas militares. Los dos bajorrelieves evocan la creación de la bandera nacional y sus triunfos en las batallas de Tucumán (1812) y Salta (1813). Estos triunfos belgranianos permitieron a la revolución recuperar por segunda vez el Alto Perú (Bolivia) y proyectarse hacia la unidad americana.

Una cinta en el mausoleo dice “Studis Provehendis” (Proveedor de Estudios) con lo cual se alude al destino que Belgrano les dio a los 40.000 pesos con los cuales el gobierno le recompensó por sus victorias: Belgrano quiso que este dinero fuese destinado a la construcción de cuatro escuelas públicas en el interior del país.

“El Pensamiento” y “La Acción” nos muestran la dimensión de un hombre que conjugaba los libros con la espada para liberar la América del Sur. Porque para ser libres no basta con la independencia por medio de las armas, sino que esta se afianza y consolida con la educación y la cultura de las nuevas generaciones. En la parte inferior de la escalinata del mausoleo se colocaron, en el transcurso de los años, diversas placas conmemorativas con que las distintas instituciones lo homenajean.

El mausoleo fue inaugurado el 20 de junio de 1903, durante la segunda presidencia del General Julio Argentino Roca y en el año 1946 fue declarado Monumento Histórico Nacional.

Todos los argentinos deberíamos peregrinar y rendir homenaje al argentino que más amo a la Patria naciente, y a quien dedicó sus últimas palabras antes de morir.

20 de junio de 1938: Se celebra por primera vez el "El Día de la Bandera", desarrollándose la ceremonia central en la Plaza de Mayo, con la asistencia del Presidente y Vicepresidente de la República, ministros del Poder Ejecutivo, autoridades nacionales primarias y secundarias de la Capital.

El Diputado Nacional Daniel Videla Dorna, presento el proyecto que fue votado favorablemente el 7 de junio de 1938 en la Cámara de Senadores. El 9 de junio, dos días más tarde, fue tratado el proyecto en la Cámara de Diputados que lo aprobó de inmediato quedando convertido en ley bajo N° 12.361, siendo promulgada ese mismo día el 9 de junio de 1938.

20 de junio e 1987: se inaugura el busto de Belgrano en Costa D’Oneglia, Italia, cuna de los Belgrano.

20 de junio de 1957: Se inaugura el Monumento Histórico Nacional a la Bandera Nacional en Rosario, Santa Fé.

Ubicado en el Parque Nacional a la Bandera, sobre las barrancas del río Paraná, el Monumento fue emplazado en el sitio donde existió en 1812 la Batería Libertad, que, junto con la Batería Independencia, situada en la isla de enfrente, estaban destinadas a impedir el paso de las naves realistas.

Forma un eje cívico monumental con la primera plaza urbana, llamada 25 de Mayo, en el área más antigua de la ciudad de Rosario. Simboliza la gesta de la creación de la Bandera Nacional, la que el 27 de febrero de 1812 hizo flamear por primera vez el General Belgrano, en el sitio donde estaba la Batería Libertad.

En 1940, como resultado de un concurso nacional, se encargó la obra a los arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo, junto a los escultores José Fioravanti y Alfredo Bigatti, a quienes más tarde se sumó Eduardo Barnes.

Es testimonio de los esfuerzos que desde el siglo pasado realizaron los rosarinos, para conmemorar el hecho.

Se compone de un eje longitudinal que comprende tres partes: la Torre Central, el Propíleo Triunfal de la Patria, con la Galería de Honor de las Banderas de América, y la Escalinata Cívica Monumental.

El conjunto está construido en hormigón armado, revestido en travertino. La Torre Central tiene 75 m de altura. En su base, la proa de una nave victoriosa simboliza la Patria, adornada a los costados por esculturas de los dioses del Océano Atlántico y del Río de la Plata, realizadas por Bigatti y Fioravanti, respectivamente. Guía esta nave la escultura monumental de la Patria Abanderada, también de Bigatti. En la parte posterior de la torre, mirando hacia la escalinata, la Madre Patria, de Fioravanti.

Debajo de la Torre, está la Cripta de Belgrano, enmarcada por una figura del General en bronce, realizada por Fioravanti. La Torre cuenta con un ascensor que conduce hasta un mirador, con vista panorámica hacia el río y la ciudad.

El Propíleo alberga y exalta al Héroe anónimo de la Independencia. Un pedestal sostiene la urna con las cenizas de los Granaderos de San Martín, muertos en la acción de San Lorenzo y la llama votiva, que simboliza el fuego sagrado de la argentinidad.

Debajo del Propíleo está la Sala de las Banderas, con vitrinas que exhiben la bandera, el escudo, la flor nacional, el himno y una urna con tierra de cada uno de los países americanos y también de España, la Madre Patria. La Escalinata Cívica, es un gran espacio abierto, que forma una suave pendiente hacia el río Paraná. 

Publicaciones de Asociación Belgraniana de Morón.

viernes, junio 20, 2025

La muerte del General Don Manuel Belgrano se produjo el 20 de junio de 1820 a las 7 de la mañana, en la casa familiar ubicada en la actual Avenida Belgrano 430 de la Ciudad de Buenos Aires.

 


𝟐𝟎 𝐃𝐄 𝐉𝐔𝐍𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝟏𝟖𝟐𝟎. 𝐏𝐀𝐒𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐏𝐎𝐒𝐓𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐃𝐄𝐋 𝐆𝐄𝐍𝐄𝐑𝐀𝐋 𝐌𝐀𝐍𝐔𝐄𝐋 𝐁𝐄𝐋𝐆𝐑𝐀𝐍𝐎.

La muerte del General Don Manuel Belgrano se produjo el 20 de junio de 1820 a las 7 de la mañana, en la casa familiar ubicada en la actual Avenida Belgrano 430 de la Ciudad de Buenos Aires. Ese día Buenos Aires era presa de la anarquía, es el día conocido como “el de los tres gobernadores”, aunque en realidad algunos historiadores sostienen que no había gobierno.
Fue asistido por dos de sus hermanos y por su médico personal. Solo contaba con el crédito de varios sueldos no cobrados. En esas circunstancias, sus últimas palabras fueron “¡Ay, patria mía”.
Según su voluntad fue vestido con el hábito de Santo Domingo, a la que pertenecía en calidad de terciario, e inhumado en el sepulcro cavado al pie de la pilastra derecha del arco central del frontispicio del templo anexo al convento, en una caja de pino, cubierta con paño negro y cal. Encima se colocó una losa de mármol de una cómoda de su hermano Miguel, en el que fue esculpido este simple epitafio: “Aquí yace el General Belgrano”.
Un solo periódico de Buenos Aires, El Despertador Teofilantrópico, de Fray Francisco de Paula Castañeda, anunció la muerte del general con versos de disconformidad ante la indiferencia pública. Al tiempo, que excusó a la ciudad ingrata y anunció su glorificación en días venideros.
Antes del entierro, el médico Juan Sullivan efectuó la autopsia por pedido del médico personal del prócer, el doctor Redhead. El informe de éste constituye un testimonio del estado de la medicina de la época y un conmovedor testimonio de admiración por el prócer:
“Su muerte se mira hoy –escribía Sullivan- como de la un simple particular, pero cuya memoria en los siglos venideros se revenciará como un ramo robusto de aquel árbol que sus servicios y sacrificios plantaron en el seno de su Patria”.
Los funerales se realizaron el 28 de junio –ocho días después de su muerte- simultáneamente en esos momentos se libraba el combate de Cañada de la Cruz. Manuel Antonio de Castro en su homenaje dijo:
“La justicia era el nivel de su conducta. El jefe y el soldado, el poderoso y el desvalido, todos eran iguales en presencia de Belgrano, cuando se trataba de los derechos de cada uno.
Jamás disimuló faltas ni delitos por la clase de personas y solo el benemérito y honrada era acreedor a sus consideraciones. La generosidad formaba su carácter, con ella se hizo dueño del corazón de los pueblos y aun de sus mismos enemigos. ¡Desinterés! Olvidaba sus propias necesidades para socorrer las de sus compañeros de armas y las de todos los menesterosos. ¡Honor! El suyo fue extremadamente delicado.
Conservez le souvenir d’un héros, dont la bonté avait égalé le courage”.
Un solo periódico de Buenos Aires, El Despertador Teofilantrópico, de Fray Francisco de Paula Castañeda, expresó con versos su disconformidad ante la indiferencia pública que rodeó al funeral del prócer. Al tiempo, que excusó a la ciudad ingrata y anunció su glorificación en días venideros.
Más allá de la ausencia de homenajes oficiales, algunos poetas escribieron en su homenaje. Así, Esteban de Luca, ex alumno de la Academia Militar fundada por Belgrano en Buenos Aires, dedicó más de doscientos endecasílabos blancos a su muerte y cuatro octavas a sus exequias; Juan Crisóstomo Lafinur, ex alumno de la Academia Militar fundada por el prócer en Tucumán, compuso un Canto Elegíaco y un Canto fúnebre; Juan Cruz Varela contribuyó con veinte estrofas que no llevaron su firma y otros poetas anónimos escribieron décimas, cuartetas y sonetos.
Al cumplirse el primer aniversario de su muerte, Buenos Aires pacificada bajo el gobierno del General Martín Rodríguez y con Rivadavia como ministro, se le rindió el 29 de julio un solemne homenaje. Este incluyó un solemne Te Deum en la Catedral, toque de clarín, presencia de diplomáticos de Estados Unidos, Chile y Portugal; piezas de artillería, etc. En una función de beneficio la actriz Ana Campomanes la dedicó al “ilustre porteño general don Manuel Belgrano”. Se estrenó una pieza patriótica La batalla de Tucumán. Quince días más tarde se le rindió nuevo homenaje con la presencia de la actriz Antonina Montes de Oca. Después de ejecutar la orquesta el himno del banquete fúnebre, se estrenó una loa compuesta por el actor Joaquín Culebras.
Los poetas se unieron al homenaje. De Luca escribió la letra de un himno en su honor; Lafinur celebró en una oda el panegírico pronunciado en la catedral por el doctor Gómez, un soneto con las iniciales V.L. apareció en El Argos.
1 RAFAEL ALBERTO ARRIETA, "Exequias del general Belgrano", en Instituto Nacional Belgraniano, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria, Buenos Aires, Manrique Zago Ediciones, 1995, p. 96.
2 ARTURO RICARDO YUNGANO, "Testamento y muerte de Manuel Belgrano", en ARTURO RICARDO YUNGANO, "Testamento y muerte de Manuel Belgrano", en INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria, Buenos Aires, Manrique Zago Ediciones, 1995, p. 94.p. 94.
3 RAFAEL ALBERTO ARRIETA, "Exequias del general Belgrano", en Instituto Nacional Belgraniano, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria, ob. cit., p. 96.
4 Ibidem.
5 ARTURO RICARDO YUNGANO, "Testamento y muerte de Manuel Belgrano", en INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria, ob. cit., p. 95.
6 ARTURO RICARDO YUNGANO, "Testamento y muerte de Manuel Belgrano", en ARTURO RICARDO YUNGANO, "Testamento y muerte de Manuel Belgrano", en INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria, Buenos Aires, Manrique Zago Ediciones, 1995, p. 94.p. 94.
7 RAFAEL ALBERTO ARRIETA, "Exequias del general Belgrano", en Instituto Nacional Belgraniano, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria, ob. cit., p. 96.
8 Ibidem.
9 RAFAEL ALBERTO ARRIETA, "Exequias del general Belgrano", en Instituto Nacional Belgraniano, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria, ob. cit., p. 98.
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Imagen: Retrato de Belgrano.
Pintura de François Casimir Carbonnier, 1815.

𝟐𝟎 𝐃𝐄 𝐉𝐔𝐍𝐈𝐎. 𝐃Í𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐁𝐀𝐍𝐃𝐄𝐑𝐀 𝐍𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐋.
El 20 de junio se celebra el “Día de la Bandera Nacional”, establecido por Ley 12.361 del 8 de junio de 1938, en todo el territorio de la República.
Recordemos que un 27 de febrero de hace 212 años, tuvo lugar la creación y el primer enarbolamiento de la Bandera Nacional.
En enero de 1812, el Triunvirato le encargó al entonces Coronel Manuel Belgrano fortificar las costas del río Paraná, a la altura del pueblo de Rosario, para dificultar la navegación a los barcos realistas procedentes de Montevideo y un eventual ataque a fin de destruir las baterías del Rosario, que estaban siendo construidas bajo la dirección del Teniente Coronel Ángel Monasterio. Una estaba ubicada sobre la barranca para dominar el estrecho canal del río, hacia el oeste. La otra, en la isla fronteriza al poblado llamada “El espinillo”. A estas baterías Belgrano las llamó Libertad e Independencia, con un claro sentido independentista.
En esas circunstancias, con motivo de inaugurarse la batería Independencia, y careciendo de bandera para ello, dispuso la confección de una con los colores de la escarapela, cual reza el documento más significativo en la historia de nuestra bandera:
“Excelentísimo Señor:
En este momento que son las seis y media de la tarde se ha hecho la
salva en la batería de la Independencia, y queda con la dotación
competente para los tres cañones que se han colocado, las
municiones y la guarnición.
He dispuesto para entusiasmar las tropas y estos habitantes que se
formasen todas aquellas y les hablé en los términos de la nota que
acompaño.
Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, la mandé hacer
blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional;
espero que sea de la aprobación de Vuestra Excelencia.
Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos años.
Rosario, 27 de febrero de 1812.
Excelentísimo señor.
Manuel Belgrano [Rubricado]
Excelentísimo Gobierno Superior de las Provincias Unidas del Río
de la Plata”. 1
Sin esperar respuesta mandó hacerla para la primera batería habilitada. En ocasión de su inauguración, que se realizó al día siguiente en tierra firme (próxima a la batería Libertad aún en construcción), Belgrano tomó juramento de lealtad a la guarnición destinada a su servicio:
“Soldados de la Patria: En este punto hemos tenido la gloria de vestir
la escarapela nacional que ha designado nuestro Excelentísimo
Gobierno: en aquel, la Batería de la Independencia, nuestras armas
aumentarán las suyas; y juremos vencer a nuestros enemigos
interiores y exteriores y la América del Sud será el templo de la
Independencia, de la unión y de la libertad. En fe de que así lo juráis,
decid conmigo ¡Viva la Patria”! 2
La ceremonia de inauguración, al decir de los historiadores y poetas, alcanzó contornos emotivos. Según Yaben “al ocupar las tropas su puesto de honor, enarbolaron la bandera azul celeste y blanca, desplegándose en paño batido por el viento, mientras la saludaba una salva de cañonazos. Así se inauguró la bandera argentina, en la tarde del 27 de febrero de 1812, en momentos en que el sol se ocultaba en el ocaso, besando con sus últimos rayos el símbolo sagrado de nuestra redención política”.
En oficio al Triunvirato, Belgrano expresaba lo siguiente:
“Las banderas de nuestros enemigos son las que hasta ahora hemos
usado; pero ya que Vuestra Excelencia ha determinado la escarapela
nacional con que nos distinguiremos de ellos y de todas las naciones,
me atrevo a decir a Vuestra Excelencia que también se distinguieran
aquellas, y que en estas baterías no se viesen tremolar sino las que
Vuestra Excelencia designe. ¡Abajo, Excelentísimo Señor, esas
señales exteriores que para nada nos han servido y con las que parece
que aún no hemos roto las cadenas de la esclavitud!”. 3
Este documento revela el espíritu independentista de Belgrano, que en un
acto verdaderamente revolucionario, creó y ordenó enarbolar nuestra
enseña patria. El Triunvirato ese mismo día despachaba la orden que,
apenas fuera esta recibida, Belgrano debía partir para reemplazar a Juan
Martín de Pueyrredón, Jefe del Ejército Auxiliar del Perú. Probablemente
ambos oficios se cruzaron en el camino, pues Belgrano manifestó que se
puso en marcha el 2 de marzo y la orden del gobierno, desautorizando su
gesto de creación de una bandera, llegó al día siguiente.
El Triunvirato, pues, informado del asunto, desaprobó el 3 de marzo la creación de la nueva bandera, casi que volviendo sobres sus pasos, y ordenó a Belgrano “que haga pasar aquella demostración de la bandera blanca y azul celeste enarbolada ocultándola disimuladamente y subrogándola con la que se le envía que es la que hasta ahora se usa en esta fortaleza, y que hace al centro del Estado, procurando en adelante no prevenir las deliberaciones del Gobierno en materias de tanta importancia y en cualquiera otro que una males inevitables difíciles de repararse con buen suceso”. 4
No llegó Belgrano a enterarse de la prohibición dispuesta del gobierno pues en cumplimiento de la citada orden de aquel del 27 de febrero había salido el 2 de marzo de Rosario camino al Noroeste para asumir el comando en jefe en Jujuy del Ejército Auxiliador del Perú.
Ignorando el criterio del gobierno y creyendo que la bandera enarbolada en Rosario había sido aprobada, para solemnizar el segundo aniversario de la Revolución de Mayo, el 25 de ese mes, Belgrano presentó en Jujuy otro ejemplar de la bandera, que mandó confeccionar allí diciendo a sus tropas en una proclama: “por primera vez, veis la Bandera Nacional en mis manos, que ya os distingue de las demás naciones del globo”, lo que significaba romper abiertamente el vínculo con la corona de España. Esa Bandera Nacional una vez bendecida fue paseada triunfalmente y jurada
por las tropas.
El gobierno en oficio del 27 de junio de 1812 reiteradamente lo desautoriza
en nuevos términos. Este oficio, dado la lentitud de las comunicaciones,
recién en julio le llega a Belgrano advirtiendo que el Gobierno desautorizaba en duros términos la creación de la bandera y ordenaba que:
“haga pasar por un rasgo de entusiasmo el suceso de la Bandera
blanca y celeste enarbolada; ocultándola disimuladamente y
subrogándola con la que se le envía, que es la que hasta ahora se usa
en esta Fortaleza, y que hace el centro del Estado; procurando en
adelante no prevenir las deliberaciones del gobierno en materia de
tanta importancia y en cualquiera otra que una vez ejecutada no deja
libertad para su aprobación, y cuando menos produce males
inevitables difíciles de repararse con buen suceso”. 5
Afectado por esos términos, Belgrano se apresuró a sincerarse, declarando que ignoraba la anterior resolución: “en la batería que se iba a guarnecer no había bandera y juzgué que sería la blanca y celeste la que nos distinguiría como la escarapela, y esto, con mi deseo de que estas provincias se cuenten como una de las naciones del globo, me estimuló a ponerla”. Belgrano acató la resolución gubernamental y en su respuesta del 18 de julio expresa entre otras consideraciones lo siguiente: “la bandera la he recogido y la desharé para que no haya memoria de ella y si acaso me preguntasen por ella, responderé que se reserva para el día de una gran victoria por el ejército, y como esta está lejos, todos la habrán olvidado y se contentarán con lo que se les presente”. La bandera creada por Belgrano tuvo su
bautismo de fuego en la Batalla de Salta (20 de febrero de 1813).
Por otra parte, poco después de proclamarse la Independencia de las Provincias Unidas de Sud América, el Congreso de Tucumán en la sesión del 20 de julio de 1816, expidió un decreto especificando los colores “celeste y blanco” para la bandera menor entretanto se fijaran los jeroglíficos de la bandera nacional mayor 6 . El 25 de febrero de 1818, el Congreso aprobó el dictamen del diputado Chorroarín y se estableció que “sea distintivo peculiar de la bandera de guerra un sol pintado en medio de ella”. 7
1 ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, Sala X, 44-8-29 y 44-8-30 en MINISTERIO DEL INTERIOR, La Bandera Nacional de la República Argentina, Buenos Aires, p. 21.
2 Ibidem.
3 ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, Sala X, 44-8-29 en MINISTERIO DEL INTERIOR, La Bandera Nacional de la República Argentina, ob. cit., p. 136.
4 ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, Sala X, 44-8-29 y 44-8-30 en INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano, t. IV 1811-1812, Buenos Aires, 2003, p. 423.
5 ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, Sala X, 44-8-29, en INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano, t. IV 1811-1812, ob. cit., p.431.
6 ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, Sala X, 3-9-4, en MINISTERIO DEL INTERIOR, La Bandera Nacional de la República Argentina, ob. cit., p. 136.
7 ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, Sala X, 44-8-29 y 44-8-30, en INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano, t. IV, ob. cit., p. 453.

Publicado en Instituto Belgraniano / Facebook.
Gloria y loor, honra sin par. Para el  Gral. BELGRANO un Grande, entre los Grandes de la Patria Grande.

La bandera de un país católico desde el origen.

 


La bandera de un país católico desde el origen.

Por Santiago Rospide*

Pasaron dos siglos ya de la muerte de este gran arquetipo militar, quien gracias a sus acciones y obras contribuyó de manera significativa a restaurar esta patria que -aunque ya lo era en tiempos del Imperio español, fiel a sus tradiciones pero enemiga de la Revolución política anticristiana del siglo de la Ilustración- fue forjando su destino.
Queremos rendirle un justo homenaje al creador de la Bandera, pero no al estilo escolar de la efemeridiología oficial sino al genuino y auténtico, que nos lleva a los orígenes católicos de nuestro sentir nacional.

CATOLICO PRACTICANTE.
Belgrano era católico y murió católico. Es más, era un católico practicante. Si la gente no lo sabe es porque la historia oficial se lo ocultó y escondió a sabiendas, y porque no le conviene.
En su condición de hombre de armas y como comandante de ejércitos en operaciones dirigía junto a su tropa -personalmente y a diario- el rezo del santo rosario, y lo hacía previo y finalizados los combates y batallas: Vilcapugio y Ayohuma son ejemplos de ello, pero hay muchos más.
El triunfo memorable de la batalla de Tucumán fue atribuido -según él mismo reconoce- exclusivamente a la protección e intervención decisiva y celestial de la Virgen de la Merced, que por eso fue declarada por Belgrano, patrona y generala del Ejército Argentino.
Claro que estas prácticas religiosas y estas acciones sobrenaturales escandalizan y retuercen los espíritus apocados y alejados voluntariamente de la gracia divina o en estado de permanente acedia espiritual. Tal es el caso de su más conocido biógrafo quien relata que durante las invasiones inglesas -prolegómenos históricos e inaugurales que culminarán en nuestra mayoría de edad como nación independiente- no podía entender esta predisposición cuasi mística y religiosa de Belgrano.
Dice Bartolomé Mitre que nuestro héroe “no se daba cuenta racional” de todo el espíritu y el empuje independentista que los ingleses insuflaban en los patriotas con sus vientos de libertad, igualdad y fraternidad y así “conquistaban los corazones a sus ideas”; porque el creador de la Bandera “lo atribuía (expresa Mitre con desdén) a las miras inescrutables de la Providencia”.
Y tenía razón, porque así lo creía el vencedor de Tucumán y Salta. Por eso torció Mitre, redireccionó y desvirtuó el verdadero significado de nuestros orígenes patrios, calumniando así la cosmovisión católica –que él detestaba–, tanto de Belgrano como la de San Martín en sendas biografías.

INSPIRACION.
Pero vayamos a nuestro tema principal. ¿En quién o en qué se inspiró Belgrano con los colores de la bandera? Digámoslo tajantemente para escandalizar a los agnósticos como es el caso de su biógrafo y el de su venerable amigo, Sarmiento.
El general Manuel Belgrano se inspiró en los colores del manto de la Virgen María más precisamente en su advocación de la Inmaculada Concepción. Dirán los escépticos y racionalistas, ¿dónde está escrito eso, si Belgrano no lo dejó asentado en ningún lado? Y por qué lo tendría que haber dicho, si ya estaba todo más que conocido. Pasemos a puntualizarlo en pocas líneas.
Belgrano era católico practicante, como dijimos. Tan practicante que cuando se graduó de abogado en la península juró defender el dogma de la Inmaculada Concepción; así como diametralmente opuesto a él, ahora algunos juran defender el derecho al aborto democráticamente; Belgrano como católico coherente y monárquico, creía en Dios y no en la diosa razón.
Tanta devoción tenía por la Virgen -como dijimos rezaba con unción el rosario diariamente- que al regresar de la España peninsular y asumir el cargo de secretario del Consulado puso bajo la advocación, tutela y patronazgo de este, a la Inmaculada Concepción de María, cuyo escudo -el del Consulado- lleva los colores azul y blanco de su manto. Era tradición entonces que los que jurasen voluntariamente defender el dogma de la Inmaculada portaran también una cinta con sus colores azul y blanco en su vestimenta. Vayamos prestando atención a los colores nombrados.
Tengamos en cuenta que la Inmaculada Concepción ya era patrona del reino de España, así como de las Indias; y que la real orden de Carlos III materializaba en su condecoración un medallón esmaltado con los colores azul y blanco, lo mismo que la cinta de la cual este colgaba con los colores de la Inmaculada.
Claro que estamos en el año 1771, cuarenta años antes de su creación. Pero algunos nos dirán llegados hasta aquí: a qué viene todo esto si Belgrano expuso textualmente en sus razones al Triunvirato en febrero de 1812, lo siguiente: “He dispuesto para entusiasmar las tropas (…). Siendo preciso enarbolar Bandera, y no teniéndola la mandé hacer blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela nacional y espero que sea de la aprobación de Vuestra Excelencia”. Y tiene usted toda la razón, respondemos nosotros. ¿Alguien puede pensar que “para entusiasmar las tropas” creyentes y católicas a machamartillo como era en los tiempos del virreinato -y que venían de enfrentar a los herejes británicos en las últimas invasiones-, se les podía encender sus bríos y su empuje enarbolando otra bandera mejor que no tuviera los colores azul y blanco?
Eso sí, lo que no se le enseña a la gente es de dónde provienen los colores de la escarapela, y nosotros se lo recordamos ahora.

INVASIONES INGLESAS.
Durante las Reconquista de Buenos Aires en 1806 -invadida por los ejércitos que Mitre tanto admiraba-, las tropas de Juan Martín de Pueyrredón emplearon como distintivo de guerra antes del combate de Perdriel el real pendón que bordaron las monjas catalinas de Buenos Aires en 1760 -que se encontraba entonces custodiado en Luján-, y se lo entregaron a las tropas patriotas. El paño tenía dos escudos, el del rey y el de la Inmaculada Concepción, patrona de Luján; ambos con los colores antes señalados. Cuando el Cabildo de la Villa de Nuestra Señora pensó en ofrecerle algo que ayudara a las tropas de Pueyrredón en su lucha contra el invasor inglés no hizo cosa mejor que entregarle dicho estandarte.
Y no sólo eso, el comandante de los húsares además ordenó portar una divisa de combate en forma de dos cintas anexadas al cuello, de colores azul y blanco como los de la Inmaculada, y de 38 centímetros de longitud igual que la medida de la imagen sagrada.
En 1807, durante la Defensa de Buenos Aires siguieron portando las mismas insignias marianas. ¿Tiene algo que ver esto con los colores de la escarapela? Sigamos el hilo de nuestra fundamentación para ir concluyendo.
Cada vez que pasaba por Luján con sus tropas en alguna de sus marchas militares, Belgrano como fiel devoto de la Virgen, pasaba a venerar su imagen. Es decir que su devoción era notoria y para nada ocultada a toda la sociedad de entonces. Tan es así que su hermano, el sargento Mayor Carlos Belgrano -comandante militar de la Villa de Luján y presidente del Cabildo-, atestigua: “Mi hermano tomó los colores de la bandera del manto de la Inmaculada de Luján, de quien era ferviente devoto”. Todo parece una crónica de los tiempos más oscuros e intolerantes de la España de Felipe II, diría el panfletario autor del Facundo; pero no, son las crónicas de la época del creador de la bandera. Y fue el mismo agnóstico Mitre quien reconoció también que podría adjudicársele el origen de los colores de la bandera, “en señal de fidelidad al rey de España Carlos IV, que usaba la banda celeste de la orden de Carlos III [como explicamos antes]… la cruz de esta orden es esmaltada de blanco y celeste, colores de la Inmaculada Concepción de la Virgen, según el simbolismo de la Iglesia”, dice el historiador liberal. ¿Se va entendiendo entonces?

ORGULLO Y ADMIRACION.
Finalmente, ¿era necesario que quedara una copia manuscrita de Belgrano y autenticada por escribano público para confirmar el origen sagrado de los colores del pabellón nacional?
El creador de la Bandera -como buen católico- sabía según la tradición del pueblo cristiano, el significado de esos colores y a los cuáles hacían referencia, a los del manto de la Inmaculada Concepción de María, de la cual era su más ferviente cofrade.
¿Era necesario decirle al Triunvirato, del cual el anticristiano Rivadavia era su alma mater, las razones de esta resolución belgraniana? Si ya estaba aprobada la escarapela, en función de esos colores que indican tal devoción, aunque no se lo dejó por escrito tampoco, ¿para qué develar el secreto a un hombre impío como Rivadavia, que luego demostró con el tiempo su odio a la Iglesia católica y su enemistad abierta con el general San Martín? ¿No era como confesar y delatar su propósito y echar por tierra su anhelo “in pectore”?
La historia no necesita de manuscritos a veces para fundamentar, sólo con adentrarse en la cosmovisión de los personajes y en la tradición oral como en este caso, alcanza con interpretar sus obras. Por todo ello, nosotros sentimos verdaderamente orgullo y admiración, e inclinamos nuestras testas frente al paño y los colores de nuestra enseña patria, que refieren toda ella a los del manto de la Santísima Virgen María.

*Coronel retirado, profesor universitario en Historia. Especialista en Historia Militar contemporánea. Miembro de número del Instituto Argentino de Historia Militar. Autor de ‘El sueño frustrado de San Martín, el militar que no traicionó la fe católica para defender a la patria’, y de reciente publicación: ‘La Revolución francesa: una inspiración demoníaca’, Milites Dei, 2024.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/La-bandera-de-un-pais-catolico-desde-el-origen-561020.note.aspx



miércoles, diciembre 14, 2022

¿Cómo nació la camiseta de la Selección Argentina?

La albiceleste: ¿Cómo nació la camiseta de la Selección Argentina?

La popular indumentaria del seleccionado de fútbol argentino tiene más de 114 años de vigencia en la cancha.

Basado en los colores de la bandera nacional, si bien su tonalidad celeste ha tenido ciertas diferencias en su intensidad y en la cantidad de franjas verticales que la componen, a través de los años la camiseta de la selección argentina sigue despertando la misma pasión en un país donde el deporte del balón es sinónimo de unidad y fervor.

Sin embargo, su llamativo diseño no ha variado considerablemente a lo largo de la historia. La selección hizo uso de un conjunto deportivo completamente blanco,muy diferente al actual, al disputar su primer encuentro internacional el 17 de mayo de 1901 frente a Uruguay. La  albiceleste se  adoptó en agosto de 1908 y se oficializó como propio, en 1910, previo a la disputa de la VI edición de la Copa Lipton, también ante el equipo charrúa.

Desde ese entonces, la camiseta sufrió algunas modificaciones, aunque siempre mantuvo la base de su diseño original. Una curiosa excepción ocurrió el 3 de junio de 1919, cuando Argentina jugó la Copa Roberto Chery contra Brasil. Allí, Argentina utilizó el uniforme de Uruguay, y Brasil el uniforme del Club Atlético Peñarol.

Tradicionalmente, tanto el pantalón y las medias han sido negro o blanco, alternando al azar entre ambos colores a lo largo de la historia, y, en el caso del pantalón, con cortos periodos de alteración entremedio, como en la Copa Mundial de Fútbol de 1930, donde fue gris, y entre 1999 y 2001, azul oscuro. En 1974 se añadieron tres rectas blancas a los costados del pantalón de la marca comercial Adidas, que permanecieron en subsecuentes modelos hasta la actualidad.

Por su parte, el uniforme alternativo ha evolucionado de forma distinta al titular: entre 1926 y 1957 estuvo compuesto por una camiseta celeste y pantalón negro con medias grises. En la Copa Mundial de Fútbol de 1958 y hasta 1961 fue constituido por una camiseta amarilla, un pantalón azul francia, y medias blanquinegras. Desde 1962 en adelante, la camiseta alternativa fue azul marino y en el mundial de Qatar 2022 tirando azul violaceo, mientras que el pantalón y las medias han variado entre el blanco, el negro, y el tono de azul.

Ambos uniformes incluyen en el costado izquierdo de su camiseta, desde 1976, el emblema de la Asociación del Fútbol Argentino, que contiene la sigla de dicha entidad, en un escudo rodeado por laureles, así como también, desde 2006, dos estrellas en la parte superior, que simbolizan los campeonatos mundiales obtenidos por la selección argentina.

Originalmente, fue patrocinada por la departamental inglesa de Buenos Aires, Gath & Chaves, que dejó de preparar los uniformes del conjunto nacional en 1973, un año previo a su clausura. En la actualidad, la marca que provee las indumentarias es Adidas. A partir de 1974, a su costado derecho se le agregó el logotipo de su patrocinador deportivo; para este caso en particular, distintas compañías han proporcionado sus servicios al seleccionado, incluyendo tres marcas de renombre internacional: la alemana Adidas, la francesa Le Coq Sportif, y la británica Reebok.

Publicado en Revista Noticias.

https://noticias.perfil.com/noticias/costumbres/la-albiceleste-como-nacio-la-camiseta-de-la-seleccion-argentina.phtml

miércoles, diciembre 07, 2022

La Purísima Concepción y la Patria­.

 

Por Gabriel Camilli.

"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles". Dogma proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.­

Santa María, la Virgen, en esta solemnidad de su Purísima Concepción, tan arraigada en España e Iberoamérica es parte de nuestras raíces como nación. El 8 de diciembre es el Día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conocida también como la Purísima Concepción. Este día, fue incorporado a la nómina de feriados nacionales con la sanción de la ley 24.445 el 23 de diciembre de 1994 respetando nuestra tradición.­

LA RAICES­.

Las raíces de un pueblo están en suelo de la Patria y en la Historia de aquellos que hicieron de esa tierra una Patria. Las raíces de un pueblo están en la tradición, es decir en aquello que se transmite de generación en generación: la Fe, la lengua, la cultura, el heroísmo del pasado, el esfuerzo del trabajo, las costumbres, etc., todas aquellas cosas que nos marcan y nos distinguen con características propias y nos hacen ocupar un lugar propio en el concierto de las naciones. ¿Qué pasa si un árbol no tiene una tierra donde clavar sus raíces y no tiene agua que lo alimente? El árbol se seca, queda como una plantita raquítica. Lo mismo le pasa a la Nación que se desentiende, rechaza, olvida o niega sus raíces.­

La Bandera Nacional se caracteriza por unir a los hombres de una nación: debajo de ella desaparecen las rivalidades, las diferencias, lo que enfrenta a los hombres, para convertirlos en una sola Nación, que se identifica, precisamente, con su Bandera. Por eso, la Bandera Nacional es sagrada. Y mucho más en nuestro caso, la República Argentina, porque la Bandera Nacional, por designio divino y no por deseo humano, lleva los colores celeste y blanco del Manto de la Inmaculada Concepción de Luján.­

Esto es así porque el creador de la Bandera Nacional, el General Belgrano quiso, por un acto de devoción suya a la Virgen Inmaculada, de la cual era devoto, homenajearla y darle a la bandera los colores celeste y blanco de su Manto Inmaculado. Así lo atestigua el hermano del General Belgrano: "Mi hermano quiso darle a la Bandera los colores celeste y blanco de la Inmaculada de Luján, de la cual era muy devoto"

Y así lo creen los patriotas de todos los tiempos en nuestra patria. Conocida es la devoción de San Martín y Belgrano por la Virgen, a quien ambos nombraron Generala de los Ejércitos.­

CORONEL DOMINGO FRENCH­.

Hoy recordando este día de la Inmaculada, queremos señalar un pasaje de nuestra historia menos conocido, pero no menos importante. Tomamos conocimiento de este episodio hace unos años mientras tuvimos el honor de comandar este bicentenario Regimiento de la Virgen de Luján, de La Inmaculada, el histórico Regimiento de Arribeños, el 3 de Oro, hoy Regimiento de Infantería Mecanizado 3 "General Belgrano".­

El Coronel Domingo French eligió a la Santísima Virgen de Luján como patrona de su Regimiento, y depositó a los pies de la Soberana Señora, uno de los trofeos arrebatados a los españoles en la rendición de Montevideo.­

El Regimiento comandado por French, era el número 3 de Infantería, el que aprobó la elección de su jefe, y reconoció a la Virgen de Luján por su Capitana.­

El 24 de septiembre de 1812, hallándose en Luján de paso para las provincias del norte, para concurrir al llamado del General Belgrano, fue reconocido oficialmente dicho patronazgo, y después de una misa solemne celebrada en el Santuario, se juraron las banderas en la plaza que se extiende enfrente del mismo.­

"...debiendo el Coronel Domingo French incorporarse al Ejército del Norte con el Regimiento de Infantería Nº 3, quiso ponerse bajo el patrocinio de la Sma. Virgen de Luján, a quien eligió por Patrona conforme ofició al cura del santuario el 24 de septiembre de 1812; decía el despacho: `Señor Cura: El Regimiento Nº 3 a mi cargo, parte en esta hora a acampar del otro lado del puente de esa villa, con destino a las provincias del norte; mañana, pienso allí jurar sus banderas, celebrando antes una misa solemne a la Sma. Virgen de ese título que he elegido por Patrona; será como a las diez del día y creo que con asistencia del ilustre Cabildo"

El Regimiento de Infantería 3, apodado el Regimiento de la Virgen de Luján, tuvo una destacada actuación en las Provincias del Norte y el Sitio de Montevideo.­

Refiriéndose a Luján, dijo Pío XII: "...al entrar en aquellas espaciosas naves, al ver las banderas que Belgrano ganó en Salta, o la espada que San Martín blandió en el Perú; al leer los mármoles que recuerdan la solemne coronación de 1887, la primera de América, o el reconocimiento de su patrocinio sobre las tierras del Plata, en 1930; al subir a aquél camarín, tan rico como devoto, entonces, sólo entonces, nos pareció que había llegado al fondo del alma grande del pueblo argentino"

También relata el hecho el Padre Cayetano Bruno"...debiendo el Coronel Domingo French incorporarse al Ejército del Norte con el Regimiento de Infantería Nro 3, quiso ponerse bajo el patrocinio de la Sma. Virgen de Luján, a quien eligió por Patrona conforme ofició al cura del santuario el 24 de septiembre de 1812; decía el despacho: `Señor Cura: El Regimiento Nro 3 de mi cargo parte en esta hora a acampar del otro lado del puente de esa villa, con destino a las provincias del norte; mañana, pienso allí jurar sus banderas, celebrando antes una misa solemne a la Sma. Virgen de ese título que he elegido por Patrona; será como a las diez del día y creo que con asistencia del ilustre Cabildo'"

GESTA DE MALVINAS­.

Este sentir del pueblo argentino, no es del pasado. Es actual y presente. Lo testimoniaron nuestros soldados de tierra, mar y aire en la gesta de Malvinas.­

Testigo permanente y heroico es el padre Vicente Martínez Torrens, capellán del Ejército Argentino, quien entró en las islas el 3 de abril y se fue luego de la rendición. Llegó a celebrar ocho misas diarias y veló porque la bandera del Regimiento Infantería 4 de Monte Caseros no cayera en manos enemigas.­

Así lo recuerda el Capellán entrevistado por Vía país "fue muy duro evangelizar en Malvinas: `ocho misas diarias, así lo requerían las necesidades pastorales para cubrir el diagrama. Era una necesidad de toda persona que vive una situación límite. La necesidad de aferrarse a Dios. En una oportunidad me crucé con una Unidad de Artillería que cambiaba de posición y en medio de una torrencial lluvia me exigieron que les celebrara la Santa Misa y les diera la Comunión. Se sabía que esa noche iban a ser atacados con cañoneo naval y no habían tenido tiempo de cavar los pozos de zorro como refugio. Debían descansar a campo abierto. Me decían: `si morimos queremos morir en Gracia de Dios'. Más que un tema, les daba los principios rectores de nuestra fe: `Dios no se deja ganar en generosidad. Si nosotros lo adoramos como merece El cuidaría de nosotros y la Virgen nos protegería. No nos salvamos por ser bautizados sino por llevar una vida de bautizados'. Demás está decir que en la zona del aeropuerto, confiada a la defensa del Regimiento 25, tiraron más de 120.000 kg. de explosivos y no tuvimos una sola muerte. Los valores de Dios, de Patria y de familia fueron los factores que mantuvieron al máximo los actos heroicos tanto de cuadros como de soldados. Uno de ellos al rezar el rosario puso esta intención: Para que mis padres comprendan el por qué muero"

Feliz día del Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María!!!­

Pidamos por nuestra Patria.­

Gabriel Camilli.

Cnl My (R) - Director de Elevan.­

PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/523399-La-Purisima-Concepcion-y-la-Patria.note.aspx

jueves, noviembre 03, 2022

Casimiro Bigua iza la bandera argentina por ZIZI KESSLER.

 

El 3 de noviembre no es una fecha que para nuestra llanura pampeana rompa la atención cotidiana, pero sí para la Provincia de Chubut, aplanada por el implacable viento sureño y enraizada en la estepa patagónica como si fijara la tierra a nuestra identidad geológica más genuina. Chubut, una provincia lejana pero nunca olvidada, sostén territorial dentro de un complejo cubista en un cuadro sudamericano. Una parte del todo y un todo que se desliza desde el declive de las costas atlánticas hasta la dureza rocosa de los Andes.

La historia la rescata hoy en un hecho que nos hace mirar las páginas no siempre merecidamente recordadas. Para comprender este introito hay que cabalgar por las áridas tierras indígenas, mucho decir en un momento donde las convulsiones sociales indigenistas brotan como cardos sobrevivientes del pasado.

Aparece entonces la figura de Casimiro Biguá, como nardo en el desierto: momento de sentir su perfume, azul de cielo y blanco de nieves eternas en los colores de nuestra insignia patria. Honores si los hay, para traer a nuestra actualidad aquel 3 de noviembre de 1869 en una toldería del valle de Genoa, -cerca de la actual localidad chubutense de José de San Martín-, la presencia de Casimiro Biguá junto a cinco caciques de diversas tribus izando por primera vez la bandera argentina en reconocimiento pacífico de un Estado argentino en plena gestación.

El lugar es hoy declarado monumento histórico nacional desde hace catorce años, en una estatua conmemorativa y reconocido en un feriado provincial plenamente merecido.

¿QUIÉN FUE?

Apasionante la vida de este tehuelche que habría nacido en 1819 o 1820, cerca de Carmen de Patagones, según se dice hijo de madre tehuelche y de un cacique asesinado a manos de un grupo rival. Siendo niño, Casimiro se crió en la Estancia del Estado, al cuidado de su padrino Francisco Fourmantin, apodado 'Bibois' y pronunciado en francés como "Bibuá", siendo luego repronunciado como " Biguá ".

Se dice que el padrino de Casimiro era tratante de esclavos, - nada extraño por ese entonces-, y como corsario, le habría ofrecido a la madre del joven tehuelche, abundante aguardiente a cambio del niño indígena, cosa a la cual accedió y de ese modo, el pequeño pasó a ser llamado Casimiro Biguá, deformación fonética ya aclarada, proveniente de la pronunciación del apellido de su padrastro francés.

Se sabe que rápidamente el pequeño aprendió el español y que a los trece años huyó de su casa para reunirse con su pueblo indígena "Aoenikenk ". Dueño de una inteligencia notable, de un conocimiento de la geografía patagónica, sumado a su astucia para interpretar los humores de los gobiernos centrales tanto de Buenos Aires como de Santiago en Chile, además del carisma para ser cacique entre los suyos, Casimiro actuó entre los múltiples actores de esa época en el desierto que era su patria, cuando la Patagonia no era argentina ni chilena.

Carmen de Patagones al norte del lado Atlántico y punta Arenas al sur sobre el Pacífico eran los dos únicos centros poblados del territorio en 1850 y a pesar que los marinos recorrían las costas occidentales y que algunos jesuitas y exploradores se animaban a tierras adentro, la Patagonia entera en esos tiempos era territorio de pueblos originarios fundamentalmente tehuelches.

El tiempo, llevó a Casimiro a suceder a María la Grande como cacique de los tehuelches al sur de Río Negro, lo que le abrió puertas para relacionarse con el estado chileno en especial comerciando diversidad de productos de la tierra. En 1864, por mediación del marino Luis Piedrabuena, el presidente de la Nación Argentina, Bartolomé Mitre, lo nombró Cacique principal de San Gregorio y el 5 de julio de 1865, se reconoció la soberanía argentina, siendo designado al año siguiente en Buenos Aires como Teniente Coronel del Ejército Argentino, enarbolando por primera vez como ya se señaló, la bandera argentina el 3 de noviembre de 1869.

A su vez, Casimiro Biguá fue invitado por el gobierno de Chile presidido en ese entonces por Manuel Bulnes quien le otorgaría el grado honorario y sueldo de Capitán del Ejército, debido a que Biguá había resistido como tehuelche la misión evangelizadora encabezada por el misionero anglicano Allen Francis Gardiner, asociado a la "Sociedad Misionera de la Patagonia", la cual había sido creada en Londres.

De este modo, se puede apreciar que las misiones evangelizadoras en América del Sur, no fueron sólo católicas sino también anglicanas. Se pueden ver hoy documentos de tehuelches festejando el 25 de mayo, enarbolando la bandera argentina en Río Gallegos, en el año 1889.

Como dato de actualidad, se sabe qué hace muy poco tiempo, el himno de la Provincia de Río Negro que decía: "...Ha dejado atrás el tiempo, ahora marcha rumbo al sol, sobre el alma del tehuelche, puso el sello el español ", fue sustituida por..." Patagónica su tierra, junto al mar es bendición, su riqueza para todos, construyeron la Nación ".... Dicha reforma fue propuesta por el Padre presbítero Oscar Osvaldo Pérez, sobrino nieto directo del autor de la letra original escrita por Raúl Entraigas.

RAÍCES DE LA PATAGONIA TEHUELCHE.

Hoy es feriado en la Provincia de Chubut y entendemos un poco más las raíces de la formación de la Argentina como Estado a partir de una urdimbre pacífica nacida desde los Tehuelches, indígenas de nuestras tierras sureñas que en la actualidad acuden a escuelas bilingües, donde se enseña el castellano y el mapudungún.

Dado es destacar que techuelche significa " gente brava" o " Gente de tierra estéril ", llamados así por los mapuches.  La lengua tehuelche o "Aoenikenk" era "chon", llamada así a las habladas por los indígenas de la Patagonia y Tierra del Fuego, a su vez diversificadas en dialectos.

El tehuelche se convirtió en una lengua muerta en el siglo XXI al fallecer en 2019, su último hablante nativa. Pero la buena noticia es que el proceso de revitalización lingüística sigue adelante a pesar de esta pérdida activa.

Sirvan estas menciones históricas precedentes para esclarecer datos a menudo manipulados con intenciones agresivas y usados para enfrentamientos equívocos, que ignoran hechos históricos donde el diálogo, los acuerdos entre nativos indígenas como los tehuelches el Estado argentino, fueron una realidad que no debe ser ignorada ni desvirtuada para confusos usos políticos, donde se mezclan la diversidad indígena y se usan supremacías funcionales a intereses espúreos.

Sea esta una fecha de concordia y de reflexión no sólo en Chubut, sino para todo nuestro territorio nacional.

PUBLICADO DIARIO LA PRENSA.

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