El Vaticano clausuró ayer la fase diocesana para la causa de beatificación y canonización del cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio.
“Ahora pasa a la Congregación para la Causa de los Santos. Allí se examina si la fase diocesana ha sido hecha correctamente y se nombra un relator que prepara lo que se denomina la ‘positio’, es decir una síntesis de la Causa, que es examinada por teólogos para ver si ha vivido las virtudes de manera heroica”, explicó el secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina, Carlos Malfa.
“Si es así, pasa a la comisión de Cardenales, que lo presentan a la firma del Santo Padre y puede ser declarado ‘venerable'’”, la instancia previa a la beatificación, detalló Malfa sobre Pironio.
“Luego de la comprobación de un milagro, puede llegar a la beatificación. Todo lleva su tiempo”, agregó Malfa, tras presenciar la clausura de las 17 cajas que contienen la documentación sobre “la vida y virtudes” de Pironio, el más joven de 22 hermanos platenses y que fue el creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
La posibilidad de beatificación de Pironio se debe a un posible milagro en la curación de un niño argentino que había tragado y respirado polvo de cobre y que, tras ser internado, fue dado de alta completamente curado y desde entonces no ha tenido ninguna otra consecuencia, en el que habría intercedido una oración de la madre al cardenal.
Pironio nació en 1920 en la localidad bonaerense de 9 de Julio, fue el primer latinoamericano que desempeñó un cargo en la Curia Romana y fue uno de los fundadores de la teología basada en la doctrina social de la Iglesia.
Creado cardenal en el consistorio del 24 de mayo de 1976, el proceso de beatificación de Pironio fue impulsado en 2003, al cumplirse cinco años de su fallecimiento. “El cardenal Pironio fue profundamente humano y todo de Dios”, lo describió Malfa.
Pironio según Bergoglio.
Durante los diez años de la instrucción diocesana se recogieron testimonios, escritos y documentación sobre la vida, virtudes y fama de santidad del cardenal Pironio que ahora pasarán a la Congregación para las Causas de los Santos, primer paso en el camino al honor de los altares.
“Pironio era un hombre de Iglesia, con una profunda fe en el Papa, en la que vio a Cristo, y con un profundo sentido de Iglesia. Un pastor con una gran sensibilidad humana, en particular para los jóvenes”, sostuvo el cardenal italiano Agostino Vallini.
“En su larga y amplia experiencia aprendió a percibir sus preguntas más profundas y deseos más genuinos, pero también sabía cómo confiar en ellos y descubrir la riqueza de su entusiasmo, voluntad y creatividad”, agregó Vallini al trazar el perfil espiritual de Pironio.
En tanto, la Vicaría de Roma difundió en su página web una entrevista que le hicieron en 2008 al cardenal Jorge Bergoglio, en la que el hoy papa Francisco definió a Pironio como “un amigo de Dios” y reconoció que su compatriota “sufrió bastante la desconfianza y la calumnia”.
“Cuando Pablo VI le pide que le predique los ejercicios espirituales en la Cuaresma de 1974, le cuestionaban al Papa haberlo elegido ya que Pironio era una persona de ideas progresistas. Pero después de escucharlo tuvieron que callarse. Aunque, igualmente, en Roma no fue comprendido, hablaban mal de él. Sintió lo que era la persecución de la calumnia”, advirtió entonces el actual pontífice.
Pironio fue obispo auxiliar de la Plata y desde 1972 obispo de Mar del Plata. Entre 1968-1975 fue primero secretario general y luego presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
El papa Pablo VI lo llamó a Roma como prefecto de la Congregación para los Religiosos y en 1976 lo creó cardenal. El papa Juan Pablo II lo designó en 1984 presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, cargo en el que tuvo un papel destacado en el diseño de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Murió en Roma el 5 de febrero de 1998 y por su voluntad fue enterrado en el santuario de Nuestra Señora de Luján.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, sábado 12 de marzo de 2016.
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