Muchos arrancaron hace más de una década, otros siguen sus pasos desde hace poco tiempo. Por extravagancia, moda, pasión o exclusivamente como una estrategia de marketing, numerosos personajes reconocidos de la cultura, el espectáculo y el deporte argentino se han atrevido a coquetear con la vitivinicultura.
De la mano de reconocidos enólogos, con equipos de producción de primera línea y viñedos en regiones que sustentan estructura, taninos, color y complejidad en sus vinos, las figuras se aventuran en una experiencia vitícola y la utilizan como sello personal.
Tal como lo han hecho Francis Ford Cóppola, Brad Pitt, Antonio Banderas, Sting, Joan Manuel Serrat o Gerard Depardieu en las viñas mejor valuadas del mundo, -muchos con éxito, otros con rotundos fracasos-, famosos argentinos producen colecciones privadas, cuentan con sus propias barricas y brindan en sus fiestas con vino propio.
No todo pasa por una ocurrencia frívola de personajes reconocidos, muchas veces estos emprendimientos son el resultado de un proyecto pensado, planificado y trabajado.
No ajena a esta tendencia, Mendoza es la zona más elegida para este tipo de acciones en nuestro país. Nombres como Jorge Rial, Marcelo Tinelli, Flor de la V, los músicos Jaime Torres, Pedro Aznar, Coty, Ciro, Gustavo Santaolalla, Felipe Staiti, Ricardo Arjona, y muchos otros más, hoy ostentan título de bodegueros, en algunos casos, o tienen una línea de caldos que representan, en otros.
Calidad y tradición son valores que los consumidores consideran a la hora de preferir un vino, aunque el nombre de un reconocido personaje detrás de una etiqueta suele ser también una tentación irresistible en casos de admiración o fanatismo. Asimismo, la marca registrada del enólogo responsable suma adeptos, en cualquier caso.
Para estos amantes del arte (y también del vino), no alcanza con poseer una cava en casa donde poder añejar grandes exponentes, el mayor desafío es elaborar su propia noble bebida, compartirla entre amigos, comercializarla en el mercado interno o exportarla.
El sueño de la bodega propia.
La gran cantidad de inversiones extranjeras en el sector, la modalidad de countries del vino y la oportunidad de comprar parcelas con viñas para elaborar vinos en bodega propia o alquilada han multiplicado las opciones.
Estas caras famosas del vino consolidan pequeñas colecciones privadas; compran parcelas o directamente vinifican lotes de uvas de primera línea que adquieren a productores de primer nivel.
Marcelo Tinelli elaboró un vino al que denominó "Fede", un malbec en honor a su amigo fallecido Federico Ribero. Posee tierras en la zona de Alto Agrelo, Luján y un proyecto de construcción de bodega (a la que sumaría un hotel de lujo y un restaurante). Pretende hacer vinos Premium para vender en el mercado interno y externo. En el inicio de esta aventura trabajó junto al enólogo Alejandro Vigil, desde la bodega Catena Zapata.
El laureado músico Gustavo Santaolalla desembarcó hace varios años en Mendoza de la mano de otro colega y amigo: Tilín Orozco. Con su propia finca en Agrelo y su bodega ubicada en Lunlunta, junto al enólogo Juan Carlos Chavero desarrolló varias líneas de vinos y fue galardonado con el título de Embajador del Vino en el año 2008, por Wines of Argentina.
John Langley, creador del exitoso reality policial televisivo COPS, fue seducido por el mundo del vino hace una década y actualmente es propietario de Urraca Wines. En Agrelo encontró las condiciones excepcionales de suelo y clima para invertir en viñedos (posee más de 50 hectáreas implantadas) y elabora vinos varietales y blends de alta calidad de la mano de Walter Bressia. El plan futuro es construir su propia bodega.
Jorge Rial, rey de los programas de chimento, presentó en 2011 su línea de vinos "Rocío Moreno" (un corte de malbec y cabernet franc), en alusión a sus hijas, gracias al trabajo de un equipo de enólogos de Eno.Rolland. Dirigido localmente por Gabriela Celeste, este team también trabajó para el vino de Flor de la V, "Destino", un cabernet sauvignon 2012. Actualmente, jugadores de fútbol que han invertido en viñedos de la provincia como Facundo Quiroga, Gabriel Heinze y Roberto Ayala también reciben su asesoramiento.
Músicos a la vanguardia
Capítulo aparte merecen los representantes del rock argentino, que han adherido también a esta tendencia y tienen partidas de hasta 10.000 botellas con su firma, con vinos y cortes distintos, provenientes de parcelas de Vista Flores, Altamira o La Consulta.
Como un agradecimiento a músicos y artistas -y con el objetivo de que el vino propio en el futuro sea una motivación para ellos-, el enólogo Marcelo Pelleriti rinde un homenaje a quienes fueron su fuente de inspiración en su juventud y adhieren al evento “Wine Rock” cada año.
Ellos trabajan con su propia distribución o comparten la de Bodega Monteviejo. Se muestran en eventos en el exterior donde se realizan toques de música y degustaciones, mostrando la cultura del vino argentino asociado al rock.
Pedro Aznar en sociedad con Pelleriti creó la línea de vinos Octava (malbec y dos blends de alta gama), con viñedos en el predio The Vines of Mendoza, del Valle de Uco, lugar donde también proyecta su propia bodega llamada Abremundos. La particularidad de este emprendimiento es la apuesta también por variedades poco comunes como carignan, albariño y mouvedre.
Felipe Staiti, integrante de Los Enanitos Verdes, presentó hace tiempo sus vinos varietales (malbec y syrah); Juanchi Baleiron (de Los Pericos) y su vino malbec Malbecaster; el líder de Catupecu Machu, Fernando Ruíz Díaz; Coty; el guitarrista Rano Sarbach y el charanguista Jaime Torres quien posee el vino "SumajTica", un blend con base de malbec. Todos ellos, unidos en pasión y aventura al enólogo Marcelo Pelleriti, quien también asesora al artista y empresario suizo Dieter Meyer, hoy propietario de la bodega Ojo de Vino, y al ex rugbier Agustín Pichot, a quien le realiza un corte de vinos desde hace mucho tiempo.
Nacho Viale, productor televisivo y nieto de Mirta Legrand, posee el proyecto Viale y Dujovne en Santa Rosa -donde posee bodega y viñedos y desarrolla dos líneas de vinos de alta gama de la mano del enólogo Juan Carlos Chavero.
Así el negocio de los famosos detrás de un vino, también se han tentado con la idea el cantante Ciro (ex vocalista de Los Piojos), que elabora en bodega Los Toneles; el artista Julio Le Parc, de la mano del enólogo Mariano Di Paola; Ricardo Arjona con la enóloga y ahora diputada nacional Susana Balbo. El artista plástico Helmut Ditsch, Enzo Francescoli, Alan Faena, Dolores Barreiro, Matías Camisani y Verónica Cangemi son nombres de la cultura, el deporte y el espectáculo que también suenan alrededor de un proyecto (en casos concretado, en otros a concretar) que lleva su sello detrás de un vino.
Estrellas detrás de las estrellas
Los enólogos juegan un papel importante al momento de ser elegidos para desarrollar el vino de una celebrity. Sin embargo, ellos aseguran que invertir en el mundo del vino y no involucrarse, es sinónimo de un negocio que no tendrá éxito: “el vino es una inversión a larguísimo plazo”, sostienen.
Alejandro Vigil. Enólogo de Catena Zapata y propietario de Casa El Enemigo.
"Si a través del vino de un famoso la gente quiere acercarse al vino, siempre es bienvenido”. Cualquier persona que esté dispuesta a invertir en términos reales en la vitivinicultura le viene muy bien al sector, más allá de si es o no famoso. Lo más interesante es saber si está dispuesto a plantar viñedos, a hacer una bodega, a tomar mano de obra y hacer un proyecto serio, de largo alcance, que es distinto de quien compra un vino y le pone la etiqueta. Para nosotros es un trabajo más, cualquier inversión siempre es bien vista y suma.
Gabriela Celeste. Directora de Eno.Rolland Argentina.
“Al ver que el vino es una actividad a largo plazo en general se desilusionan”. Desarrollar el proyecto para un famoso le aporta un poco de color a la actividad, pero en realidad es el mismo trabajo en pequeña escala, con inversión de tiempo y esfuerzo adicional.
El consumidor promedio argentino valora más la tradición que los proyectos innovadores, y en estos casos, sí valora la trayectoria del personaje.
Para algunos famosos, su vino es como un signo de su marca reflejada en un producto de moda. Pero cuando ven que el vino es una actividad a largo plazo en general se desilusionan.
Walter Bressia, propietario de bodega Bressia y presidente de Bodegas de Argentina.
“Saber cuál es el gusto personal del famoso es lo interesante para el consumidor”. Muchos famosos piensan en un vino propio con su marca, su identidad, respondiendo a sus pasiones. Son proyectos chicos (de 2000 a 4000 botellas) que no están pensados con un fin comercial fuerte o a largo plazo. Llegan a sus amigos y a su círculo. Por lo tanto, la expresión de este sentimiento personal impacta, es mística y con gran impronta y buenos nombres detrás, pero no siempre hay detrás quien los mantenga en movimiento. Saber cuál es el gusto personal de ese famoso es lo que puede ser interesante para el consumidor.
Marcelo Pelleriti, director general y enólogo de bodega Monteviejo.
“Los músicos saben cómo manejar un negocio, no improvisan”. La industria del vino es un negocio pero en estos casos para mí implica compartir y agradecer a gente que me inspiró pues soy un amante del rock. Es un producto que está muy cerca de arte. Yo elaboro las bases pero ellos intervienen en el corte de su vino. Son artistas con gran sensibilidad, buenos consumidores de vino y saben muy bien lo que quieren lograr. Todos trabajan en las etiquetas y orgullosos disfrutan del momento. Son artistas, pero también son tipos de negocio; pero además de la mística saben cómo manejarlo, no improvisan.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, domingo 13 de marzo de 2016.
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