La construcción más grande del país, planeada para llevar
gas desde Bolivia a tres millones y medio de argentinos, el gasoducto del
noreste, no funcionará por tiempo indeterminado. Su inauguración es imposible
de determinar en un cronograma oficial. La ex presidenta Cristina Kirchner y su
ministro de Planificación, Julio De Vido, prometieron que estaría finalizado a
fines de este año. No. Parte de las seis etapas de la construcción que irán
desde Salta a Santa Fe están en plena ejecución. Pero basta con ir a la zona
crucial del gasoducto para comprobar que todo el gasto que se está ejecutando
más adelante no tiene, por ahora, ningún sentido. Ya el primer caño de la
mega-obra, por el que debería iniciarse el traspaso del gas boliviano hacia
nuestro país, está inutilizable. El escenario es similar, con diferencias
variables, si se recorren los otros 236 kilómetros de la primera etapa de la
obra.
La firma que se adjudicó esa obra por $ 1.280 millones se
llama Servicios Vertúa. La firma se fue del lugar aduciendo que tenía problemas
de seguridad y hasta denunció sabotajes de lugareños. Antes de abandonar el
gasoducto en Salta, Vertúa cobró $ 733 millones: eso incluía adelantos de obra
y también trabajos que nunca realizó. Así lo reveló ayer el programa de Jorge
Lanata, Periodismo Para Todos.
El dueño de Servicios Vertúa es Raúl Vertúa. Tenía y tiene
contactos con De Vido, y con uno de sus principales operadores, José María
Olazagasti. Incluso trabaja en sociedad en dos obras más con la constructora
JCR, de la familia Relats, socia de la familia Kirchner en un negocio hotelero.
JCR es investigada en la causa Hotesur.e
Vertúa construye mediante una Unión Transitoria de Empresas
otro tramo del gasoducto que pasa por Formosa. Por ahora es en vano: si no
logra que el gas circule por sus construcciones que empiezan en la frontera con
Bolivia y pasan por Salta, los caños que ahora instalan en Formosa, no sirven
para nada. La compañía dejó sus obradores en Salta en diciembre pasado, cuando
finalizó la gestión K.
La versión de la compañía es que que las protestas de
aborígenes, sabotajes y piquetes de lugareños le hicieron imposible seguir
adelante con su trabajo. Una de esas protestas terminó con un manifestante
muerto y un policía quemado.
Los $ 733 millones que cobraron llegaron a la empresa antes
de que se vaya del lugar. Según el actual Gobierno, Servicios Vertúa reclama
ahora $ 539 millones de “días de improductividad” para volver a Salta.
Mientras, sus obras inconclusas se van arruinando.
Un dato llamativo. El 11 de diciembre, días después de que
la empresa constructora dejara Salta, Raúl Vertúa inauguró el mayor
emprendimiento inmobiliario de la Argentina, llamado Villarobles. Se trata de
un barrio cerrado de lujo ubicado en Pinamar. Es más grande que Nordelta, por
ejemplo. Y fue planeado, y así se venden sus lotes, como un lugar único por su
geografía y servicios: cancha de golf, marinas para yates y hasta con una pista
para aviones privados.
Mientras tanto, en los dos obradores de Servicios Vertúa en
el Gasoducto del Noreste nadie construye nada, y sólo dos personas cuidan
materiales de costo millonario.
La situación es dramática teniendo en cuenta los 1.500
kilómetros que completarían el gasoducto. Ocurre que el mismísimo primer caño
de la obra, el que uniría el gas boliviano con el argentino, está tapado
completamente por arena, como otras decenas de estos tubos fabricados por la
metalúrgica Techint: cada uno tiene un costo de 8 mil dólares. PPT difundió
testimonios e imágenes que indican que Servicios Vertúa los dejó en plena selva
salteña, desmalezada con máquinas y por hombres a mano para hacer las obras,
como si estuvieran bien instalados. Algunos tubos están dentro de zanjas, como
se hace en las obras de este tipo, pero quedaron sin los cuidados necesarios,
denunciaron a PPT ex trabajadores de Servicios Vertúa: “Fijate, este caño dice
‘no revestir, hacer prueba de tinta’. Eso significa que se detectó una fisura y
recomiendan hacerle una prueba para repararlo”, dijo a PPT Osvaldo Núñez, un
chofer de los soldadores de los caños de Servicios Vertúa que trabajaron en el
lugar hasta diciembre pasado.
Hoy, los ex empleados de la empresa siguen reclamando para
que se retome la obra y ellos tengan de nuevo trabajo. Algunos cortaron la 9 de
Julio para que se conozca el problema a nivel nacional. La obra está a cargo de
la estatal Enarsa.
Hace pocos años, en una reunión en la que estuvo presente
Cristina Kirchner, el entonces ministro De Vido presentó a Raúl Vertúa con el
secretario general adjunto del sindicato privado del petróleo y del gas de
Salta y Jujuy, Alberto Britos. El funcionario le habló al gremialista así: “Che
salteño, vení, te presentó a Vertúa, con el que van a trabajar en el gasoducto.
¿Trátenlo bien, eh?”.
Publicado en Diario "Clarín". Imagen: web.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.