Dr. Ramón Carrillo, precursor de la Gerontología por
Eleonora Carrazco Mujica.
En 1906 nace, en Santiago del Estero, Ramón Carrillo, tan
solo diez años más tarde escribe Glosa a los servidores humildes, esto da
cuenta de una sensibilidad y una mirada desde tan temprano que extiende a los
mayores, que llama la atención e impulsa a conocer, a investigar, acerca del
modelo de envejecimiento con el que se identificaba, que habla incluso del
contexto de su tierra natal y de esa preocupación que ya de tan joven lo motiva
a hacer una aclaración entre paréntesis que abogue por un amparo a la vejez.
De esta manera, en un ambiente en que los derechos de
asistencia social y médica para un sector específico ni se nombraban, Carrillo
puntualiza una demanda y se hace eco con un sentido profundamente humanista que
sostendrá a lo largo de toda su vida.
Sienta además las bases de previsión social, por las que
será reconocido.
En 1929 con su flamente título de doctor se especializará en
neurocirugía, estudiante ejemplar de dieciocho horas diarias, recibe como
premio la medalla de oro por ser el mejor promedio de su promoción.
Viaja a Europa, asiste a Congresos, es nombrado en el
exterior por sus investigaciones, escribe, publica, hasta que lo encontramos en
1946 desempeñándose como titular de la Secretaría Pública de la Nación.
El Dr. Germán Rodríguez lo califica como el mejor
sanitarista que ha dado la Argentina.
Pionero en reemplazar las historias clínicas por historias
sociales, de una medicina que propone desde sus fundamentos ver al sujeto en
situación, ensanchar la mirada, visualizar al hombre no sólo desde la biología
sino desde una perspectiva biopsicosocial, afirmando de esta manera que un
hombre es mucho más que su biología.
Esta comprensión del ser humano, del contexto del que
emerge, del orden socio-histórico que lo determina, lo fragmenta, lo sujeta a
la crisis y lo enferma, le permite elaborar un Plan Analítico de Salud, un plan
integral que entre tantos caminos propone en 1947 la fabricación de penicilina
en el país y sobre todo a muy bajo costo.
Esta misma carrera puesta al servicio del pueblo, hace que
diseñe los centros materno infantiles que redundarán en un marcado descenso de
la mortalidad infantil.
Sería imposible dejar constancia del legado de este gran
hombre, un libro El Olvidado de Belem de Daniel Chiarenza, refleja su vida y su
obra surcada por una pasión obsesiva por la salud de la gente.
Por último, hacemos mención porque se lo ha considerado un
precursor de la Gerontología, con el agregado de poseer irrefutables
conocimientos sobre envejecimiento celular.
Textualmente manifiesta Carrillo:
La lucha contra la vejez es una lucha contra las
enfermedades sobrecargadas al mero hecho de vivir. En el fondo es una lucha
contra el tiempo. Se trata de que las enfermedades no lleguen antes de la hora
o, de ser posible, que no lleguen nunca y que la vida dure lo que la biología
preceptúa que debe durar.
Para Carrillo la vida humana es más larga de lo que se cree,
si está limitada es por la incidencia de factores intrínsecos y extrínsecos
producto de la convulsión que implica para la vida humana el desarrollo de la
civilización moderna.
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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.