Las bebidas que eligen los jóvenes: poco vino, mucho alcohol.
Una encuesta revela que 84% de quienes tienen entre 18 y 25 años consume bebidas alcohólicas, aunque menos de la mitad elige el vino. En las barras de Mendoza, el vodka y los energizantes son los más pedidos, pero gana terreno la cerveza. Los clásicos, como el fernet y el mojito, se mantienen.
Asociado a los momentos de relax, entretenimiento y distensión, el alcohol está muy presente entre los argentinos. Tanto es así que según un informe del Observatorio Vitivinícola Argentino, un 79% de la población del país lo consume. Si se indaga por edades, los jóvenes de 18 a 25 años son lo que más beben: llegan al 84%.
De todas formas, la encuesta resalta que toman menos vino (41%) porque prefieren otros tipos de bebidas alcohólicas (43%). Teniendo en cuenta la división por franjas etarias, el informe concluye que 4 de 10 personas de 18 a 25 años toman vino, 5 de 10 lo hacen en entre los 26 y 49 años, mientras que 6 de 10 entre los 50 y 70 años.
sociado a los momentos de relax, entretenimiento y distensión, el alcohol está muy presente entre los argentinos. Tanto es así que según un informe del Observatorio Vitivinícola Argentino, un 79% de la población del país lo consume. Si se indaga por edades, los jóvenes de 18 a 25 años son lo que más beben: llegan al 84%.
De todas formas, la encuesta resalta que toman menos vino (41%) porque prefieren otros tipos de bebidas alcohólicas (43%). Teniendo en cuenta la división por franjas etarias, el informe concluye que 4 de 10 personas de 18 a 25 años toman vino, 5 de 10 lo hacen en entre los 26 y 49 años, mientras que 6 de 10 entre los 50 y 70 años.
Blancas y energizantes
Algunos barman y encargados de bares y boliches de Mendoza coincidieron con los datos del informe, al indicar que el vino no predomina entre los jóvenes, sino que eligen otro tipo de bebidas.
“Sobre todo las bebidas blancas con energizantes”, expuso Julián Albarracín, propietario del bar 840 de calle San Martín Sur. En cuanto a los vinos, el comerciante mencionó que los que más se piden en las barras son los frizantes: “Son vinos saborizados que tienen entre 7 y 8 grados de alcohol. Creo que el 40% del consumo se lo llevan éstos y el resto se reparte entre champán y vodka con energizantes”.
Diego Largacha, uno de los propietarios del bar Johnny B. Good (ubicado en calle Arístides), también nombró a las bebidas blancas y a los energizantes como las más pedidas. “Sobre todo los más jóvenes tienen a esta combinación como preferencia”, informó y señaló que el vodka con energizante está entre los tragos más vendidos del local y que le saca gran ventaja al resto. “Los energizantes empezaron a surgir con las fiestas electrónicas pero dejaron de ser una moda y están muy instalados”, añadió.
Por otra parte, el empresario habló de un “boom” de la cerveza, asociada sobre todo a una cuestión económica. “En todas sus variedades, artesanal y comercial, está destronando bastante el consumo del vino, lo que tiene que ver con que el consumo se ha achatado y la gente opta por lo más barato”, precisó Largacha. De hecho, el empresario comentó que tanto en Sushi Club como en el Club de la Milanesa, dos restaurantes que tiene a su cargo, han notado un incremento de la cerveza en relación al vino, sobre todo en este segundo local.
En tanto, el barman Luis Vega reconoció que en nuestra provincia, por la gran cantidad de bodegas, hubo una moda de los tragos con vino.
“Pero fue pasajera, no llegó a instalarse y hoy son pocos los que te piden algo por el estilo”, reconoció. “Depende la edad de los chicos, pero para los menores de 25 años el energizante no puede faltar por su bajo precio y lo que rinde”, explicó.
Bebidas espirituosas
Otro aspecto que revela el informe del Observatorio Vitivinícola es el crecimiento sostenido de bebidas espirituosas como licores dulces, whiskys, amargos, bitters, fernets y aperitivos, entre otros. El estudio asegura que el incremento de su consumo empezó en el año 2002, cuando se bebían aproximadamente 2 litros per cápita, hasta la actualidad, cuando se llega a 3,5 litros per cápita, lo que implica una suba del 71%.
Para Rada, en este crecimiento lo más notable se observa en el aumento del consumo del fernet. “Algo se ha visto de inversión publicitaria que seguramente ha empujado ese consumo”, señaló.
En tanto, los barman y encargados de boliches consultados por Los Andes le suman a esta apreciación el auge de la coctelería. “Se están pidiendo más bebidas con gin, con vermouth y ron”, aseguró Federico Vilches, dueño del servicio de barras móviles Underwine. En cuanto a los tragos más populares, nombró a tres clásicos: el mojito, el gin tonic y el cuba libre. “El fernet siempre sale pero lo que es el campari realmente ha bajado un montón”, manifestó.
Luly Giraldi, dueña, encargada y quien muchas veces atiende la barra en Rumbito Resto Bar (Godoy Cruz), remarcó que cada bar tiene su “caballito de batalla”.
“En nuestro caso sale mucho mojito porque somos conocidos por eso y también mucho fernet”, dijo, a la vez que aclaró que hasta allí llegan sobre todo personas mayores de 25 años. “Tenemos gente más grande que no sale a bailar y que prefiere consumir menos pero de buena calidad”, deslizó.
Tienen baja percepción del riesgo
Consultado al respecto del consumo de alcohol en jóvenes, el responsable del departamento de Toxicología del Ministerio de Salud de la provincia, Sergio Saracco, aseguró que tienen baja percepción del riesgo.
“Esto hace que el consumo vaya en aumento y que la edad de inicio sea cada vez menor”, remarcó e informó que junto a un equipo trabaja el tema desde el Observatorio de Salud Pública y Problemáticas de Consumo de la UNCuyo.
En cuanto a las sustancias psicoactivas en general, destacó que la más prevalente es el alcohol. “Más de 70% jóvenes de menos de 17 años ha consumido alcohol en el último mes”, aseguró. Además, precisó que dentro de este tipo de consumos prácticamente el 80% está asociado a bebidas energizantes.
“Su efecto real es estimulante por su contenido de cafeína y taurina, entre otras sustancias, eso hace que aumente el riesgo a la hora de consumir con bebidas alcohólicas porque aumenta la deshidratación”, explicó.
Además, informó que enmascara los efectos depresores del alcohol y al no tener los síntomas característicos, hace que las personas consuman más. “Con mayores niveles de alcohol en sangre hay mayores consecuencias de riesgo por accidentes, prácticas de sexo no seguro, violencia, entre otras”, precisó el médico, y remarcó la necesidad de que el Estado encare campañas que aumenten la percepción del riesgo.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, sábado 1º de julio de 2017. Gráfico de la misma publicación y foto.
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