Aranguren, Dujovne
y el restorán de enfrente
por Héctor Gambini.
-Disculpe, señor. ¿Usted es el dueño de este restorán?
-Así es.
-¿Y por qué va todos los días a almorzar al restorán de enfrente?
-Es hasta que recupere la confianza en mi cocinero. Después sí, de a poco, volveré a comer acá, donde comen mis clientes.
Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Si Cambiemos vino a cambiar las cosas debería cambiar también éstas. No parece tan difícil. Depende de ellos mismos.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, tiene más del 80 por ciento de sus ahorros en el exterior. Según su declaración jurada, tiene una cuenta en Holanda con $ 27,6 millones (en euros) y otra en Estados Unidos con otros $60,3 millones, obviamente en dólares. Aunque no es el único entre los principales funcionarios del gobierno que tienen cuentas en el exterior, es uno de los pocos que se refirió el tema. Este jueves dijo en una radio: "Sigo teniendo mi dinero afuera. A medida que recuperemos la confianza en la Argentina regresaremos el dinero...".
¿Qué significa exactamente eso? ¿Quiénes tienen que recuperar la confianza en la Argentina? ¿Los que la gobiernan? ¿Es un problema de doble moral, doble discurso o de diván, para hablar en terapia sobre la autoconfianza o la baja autoestima?
Macri dice que tiene el mejor equipo de gobierno de los últimos 50 años, pero se ve que a algunos jugadores les falta actitud. Juegan pero sin poner la pierna, sin arriesgar demasiado. Si ganamos ganamos y si perdemos perdemos, pero la mía no se toca. ¿Es eso?
Aranguren es el ministro que acaba de anunciar el aumento del gas, que va a ser de hasta el 40 por ciento en los hogares más pobres, ahora que el Presidente anunció orgulloso una baja en los números de la pobreza. Ahí no hay muchas alternativas: los que no confíen aún del todo en el ministro van a tener que pagar el gas igual si quieren calefaccionarse y cocinar en este invierno. Ahí no hay especulación posible. Nadie puede ir a comer a otro restorán.
Que los ministros de un gobierno que se llama Cambiemos tengan sus ahorros afuera no es ilegal. Pero no todo lo legal es lo correcto, ni todo lo correcto para los individuos lo es también para el conjunto, ahora que hablamos de equipo.
Aún comprendiendo las razones individuales, la absoluta legalidad y libertad de tener los ahorros donde se quiera y hasta la circunstancia de que este ministro y otros tienen esas cuentas desde antes de su gestión pública, como señal es pésima.
Se lo preguntaron a Nicolás Dujovne hace un mes, en España: ¿Cómo esperan atraer a los inversores si ustedes mismos no regresan su dinero a su país? El ministro de Hacienda contestó que su patrimonio estaba declarado y presentado ante la Oficina Anticorrupción. Es decir, no contestó.
El Presidente fue duro cuando les avisó a sus ministros que no podían contratar a familiares en el Estado. La medida terminó con la renuncia de menos de 20 personas que en una estructura tan enorme no tiene otro valor que el de una señal ética.
Pero aquella medida no significa nada si muchos funcionarios aún creen que el país que ellos mismos manejan no es lo suficientemente confiable como para depositar sus ahorros personales.
Publicado en Diario "Clarín", 29/03/2018.
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