Finaliza el rodaje de “Tango Bar”. * Por Walter Santoro.
Estas crónicas están basadas en la correspondencia personal de Gardel y de los testigos que vivieron esta verdadera gesta junto a él, los hechos relatados ocurrieron hace 90 años y cada nota corresponde a lo ocurrido una semana antes del momento relatado.
Por Walter Santoro (*)
En la primera semana del mes de marzo de 1935, Gardel finaliza la que sería su última película: “Tango Bar”.
Para la realización de este film se contó con más tiempo de preparación y un mejor presupuesto, y esto devino en una mejora sustancial en la escenografía y en la contratación de los actores, los cuales fueron contratados en Buenos Aires.
Entre los actores argentinos que se sumaron a esta producción se encontraba Tito Lusiardo, quien dejó el siguiente testimonio de su paso por Nueva York: “Se trabajaba con un ritmo increíble. ‘Tango Bar’ se terminó de filmar en catorce días. ‘El día que me quieras’, en quince. Había que estar en los estudios desde la mañana a la noche y muchas veces nos quedábamos hasta la madrugada. Después de terminada la serie de películas, íbamos a realizar una gira. Le escribí a Delia para que se reuniera conmigo, pero me respondió que tenía miedo de viajar sola. Por eso debí regresar. Y por eso es también que estoy vivo, ya que aquella gira fue la que finalizó en la catástrofe de Medellín.
Regresé entonces a Buenos Aires terminadas las dos películas. Gardel y Le Pera fueron a despedirme, despedida que se prolongó más de lo pensado, porque en el barco que me conducía, estaban cargando una considerable cantidad de automóviles con destino a la Argentina. La sirena indicó al fin que faltaban escasos minutos para zarpar. Carlos entonces, que me había obsequiado coñac y champaña para mis ratos de tedio, como simpáticamente me informó al hacerme el regalo, decide bajar a tierra, diciéndome: ‘Sabés, hermano, no me gustan las despedidas, son más que tristes, parece que se fuera algo de uno en cada persona que se viene a despedir. Nos veremos en Buenos Aires, donde muy pronto estaré para alegría de mi viejita y de los buenos amigos. ¡Chau, Tito!’. Se alejó sin darse vuelta, perdiéndose entre la multitud compacta que llenaba el muelle despidiendo a sus viajeros”.
(*) Presidente de la Fundación Internacional Carlos Gardel.
Publicado en LA PRENSA.
*** Para ver otras publicaciones hacer click en etiquetas: Walter Santoro o bien Carlos Gardel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.