Sor Cecilia: el vínculo con Allen de la monja carmelita neuquina que podría ser beata.
Llegó al mundo en San Martín de los Andes, aunque su árbol genealógico también tenía raíces en Río Negro. El recuerdo de esa conexión y la opinión del obispo Croxatto sobre su impacto entre los creyentes.
Por Melina Ortiz Campos.
Cecilia Sánchez Sorondo fue reconocida entre sus compañeras por su autenticidad y alegría.
Los cruces de apellidos y las mudanzas son algo común a todas las familias, pero sobresalen cuando sus protagonistas se destacan. Entre los Sorondo hubo mucha historia, pero hoy, en el norte patagónico, su trayectoria conecta al fundador de Allen con Sor Cecilia, la religiosa neuquina que postularon para la beatificación.
Nacido en 1871 en Baradero (Buenos Aires) y fallecido en Capital Federal en 1935, Félix Patricio Piñeiro Sorondo, tal es su nombre completo, quedó grabado en la historia regional como el impulsor del caserío que se convirtió en ciudad, en el kilómetro 1200 de la línea del Ferrocarril. Lideró la Cooperativa de Irrigación y fue el primer presidente del Concejo Municipal allense, cuando todo empezaba a estructurarse. Sus restos descansaron en el cementerio de la Recoleta pero ya fueron traídos de nuevo a Allen, para ser ubicados en el ingreso de la necrópolis.
Cuarenta años después de su muerte, el apellido Sorondo seguía vinculado a la región, específicamente a San Martín de los Andes. Allí nacería Cecilia María Sánchez Sorondo, bisnieta de un primo de Patricio, la joven que eligió la vida consagrada y que ahora podría convertirse en beata, como ya lo es Laura Vicuña, recordada por su vida en la vecina Junín de los Andes.
Piñeiro Sorondo tuvo en Allen la estancia «Los Viñedos».
Hija de Santiago Sánchez Sorondo y de María Teresa Bosch Seeber, Cecilia integró la rama materna en la familia de Patricio: su tatarabuela, Rosa Sorondo Ramos, y la madre del fundador de Allen, María Eudosia Sorondo Ramos, eran hermanas. La joven “nació el 5 de diciembre de 1973 en la provincia de Neuquén, en plena mudanza, pues su padre Santiago era militar [de Caballería] y estaban por partir hacia su nuevo destino, Buenos Aires. Fue la segunda de diez hermanos y la mayor de las hijas mujeres”, explicó la agencia episcopal AICA (Agencia Informativa Católica Argentina).
A pesar de la corta estadía, el registro de sus momentos importantes para la fe, confirman el bautismo de esa niña justamente en el Regimiento sanmartiniense, apenas con 10 días de nacida, el 14 de ese mes.
Sor Cecilia | Una familia desde Argentina al Vaticano.
Con una trayectoria influyente que los vincula como familia a distintas provincias y a distintos roles de importancia en el gobierno, no es la primera vez que los Sánchez Sorondo cobran notoriedad y tampoco, la primera vez que se destacan en la Iglesia Católica. Uno de los tíos de Cecilia es el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, doctor en Filosofía y en Sagrada Teología, miembro de la Academia Pontificia de Ciencias que posee el Vaticano.
En ese contexto, la joven creció en Buenos Aires, hasta que los aportes de un profesor de teología, cuando cursaba 5° año en el Colegio “Don Jaime” en Bella Vista la hicieron conocer a Santa Teresa de Jesús. Aseguran que esa inspiración la llevó a empezar a delinear su vocación religiosa, que apuntó hacia las Carmelitas Descalzas, una orden que elige la vida de clausura, con oración y trabajo manual. En el camino se recibió en Enfermería.
Sor Cecilia | Buscando signos de santidad.
En 2024, a días de que Mama Antula, otra argentina, se convirtiera en santa, la postularon para beata, presentada como Sor Cecilia María de la Santa Faz, desde el Arzobispado de Santa Fe, donde vivió su vida consagrada. Eso sí, afirman que su popularidad ya venía creciendo desde 2016, cuando su imagen se hizo conocida por una foto que la mostraba en el Hospital Austral, en la etapa terminal de su cáncer de lengua, pero con una sonrisa en el rostro a pesar del doloroso cuadro. Falleció el 23 de junio de ese año, a la edad de 43.
Ahora, a fines de febrero de 2025, lo que se conoció fue la apertura de la investigación que ordena el Vaticano para estos casos: con la celebración de una misa, se procede a iniciar la causa de canonización. “Durante la celebración se leyeron los documentos oficiales emitidos por la Santa Sede y la arquidiócesis de Santa Fe. Una vez que todas las personas involucradas en la investigación prestaron juramento, se conocieron los pasos a seguir y se designaron a los oficiales a cargo”, explicó la AICA.
Para legitimar su figura, se habilitó además, un sitio web donde se convoca a quienes la conocieron o recibieron algún signo a partir de su intercesión, a que compartan su experiencia en hermanaceciliamaria.org.
Desde la Diócesis de Neuquén, el obispo Fernando Croxatto celebró el avance. «Nos alegra sin duda, porque su testimonio con sus sonrisas hasta el final sorprenden y hablan de la fuerza de la gracia de Dios y de su amor, cuando le abrimos el corazón”, opinó.
Obispo Fernando Croxatto.
Consultado por lo que puede significar este proceso para los fieles católicos de la región, consideró que “para los jóvenes que andan en búsqueda de autenticidad, es un hermoso ejemplo, para los que sienten que su vida vale más que lo que se ofrece en el mercado de las emociones, placeres y consumos, su vida no dejará de cuestionarlos. Para nosotros, los neuquinos, no deja de motivar una acción de gracias a Dios, que está metido entre nosotros. La sumamos a nuestros queridos beatos Ceferino y Laurita Vicuña”, concluyó.
Publicado en Diario Río Negro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.