Antonio Américo Tróccoli (1925-1995), fue una figura de política de primer nivel durante treinta años de la vida argentina, cuyo nombre quedó grabado como el primer ministro del Interior de la restauración democrática de 1983.
Tróccoli nació hace cien años en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires. Desde muy joven afiliado a la Unión Civica Radical, partido al que perteneció y en el cual militó hasta el final de su vida en 1995. Se identificó siempre con el liderazgo interno de Ricardo Balbín, del que llegó a ser uno de sus más cercanos colaboradores y cuyo consejo buscaba con frecuencia "El Chino".
Graduado de abogado, carrera en la que demostró una especial idoneidad para el ejercicio de la profesión se asoció con el jurista Augusto Mario Morello con quien compartieron estudio jurídico durante décadas en la ciudad de La Plata.
Su vida familiar la integró con su esposa Dolores Bustos, "Bocha", con quien tuvo siete hijos: José Antonio, Luis Miguel, Juan Manuel, Leandro Amílcar, Martín Américo, Tomás Agustín y Arturo Hipólito.
Fue elegido diputado nacional por primera vez en 1963, desempeñándose hasta el golpe de Estado que clausuró el parlamento en 1966. Nuevamente fue electo como diputado en 1973 pero su figura había crecido por entonces como para que sus colegas lo eligieran presidente de bloque de la bancada radical, cargo en el que descolló ya que tuvo una labor destacada por su capacidad de estudio y de trabajo, granjeándose además el respeto de todas las bancadas, hasta que otra vez los militares a través de un golpe de Estado pusieron fin al régimen constitucional en 1976.
Siempre afecto al diálogo y la búsqueda de consensos entre las fuerzas políticas democráticas, corresponde recordar que acompañó a Balbín en sus entrevistas con Perón y también estuvo comprometido desde los inicios de la Multipartidaria junto con Balbín. Luego de la muerte de éste en 1981, desde la Línea Nacional y junto a Juan Carlos Pugliese contribuyeron a la candidatura presidencial de Raúl Alfonsin cuyo liderazgo civil asomaba con claridad.
Con el retorno de la democracia en 1983 fue designado por el presidente Alfonsín como Ministro del Interior, cargo que desempeñó hasta 1987, cuando el oficialismo radical cayó derrotado en las elecciones de renovación legislativa y de gobernadores provinciales. Conocedor de sus habilidades y su probidad, el presidente intentó retenerlo en el nuevo gabinete ofreciéndole otra cartera que Tróccoli rechazó.
Desde entonces trabajó cerca de Eduardo Angeloz el gobernador de Córdoba que se convirtió en candidato presidencial de la UCR en 1989. Ya no ocuparía cargos ni buscaría representaciones electivas, dedicó sus esfuerzos a fortalecer al radicalismo como alternativa política.
Tróccoli como ministro del Interior de la democracia tuvo entre sus responsabilidades cultivar el diálogo con los partidos políticos opositores (con y sin representación parlamentaria), así como la reincorporación de la Policía Federal al sistema constitucional y democrático y debió afrontar momentos de extrema tensión para la continuidad de las instituciones, por acciones desestabilizadoras, atentados y episodios de inseguridad propiciados por bolsones de autoritarismo que buscaban la ruptura del orden constitucional. Puso en la labor toda su inteligencia y empeño, que le valieron injustas, falaces y maliciosas acusaciones que han sido desmentidas por su propia conducta y la obra realizada que contribuyó con éxito a la consolidación de la democracia.
TORPE INEXACTITUD.
La película argentina titulada "Argentina,1985" (2022) dedicada a reivindicar el juicio a las juntas militares y la notable labor del fiscal Julio César Strassera, comete en su guión una torpe inexactitud al dejar a Tróccoli como el malo de la película al descontextualizar y cercenar su intervención en la presentación del documental de la CONADeP emitido en vivo por Canal 13 en 1984, pretendiendo endilgarle una actitud benevolente con la represión ilegal y con los sectores vinculados al desplazado régimen militar.
“La figura de Antonio Tróccoli siempre sobresalió por su lucha en defensa de la democracia desde su juventud y todos quienes lo conocieron recuerdan alguna de sus actitudes que claramente reflejaban su repulsa ante gobiernos totalitarios o dictatoriales”, escribieron los dirigentes radicales Humberto Vignoli y Raúl Pistorio, que salieron al cruce de la versión de la película sobre la conducta de Tróccoli.
* Presidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano
Autor: Diego Barovero.
Publicado en LA PRENSA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.