ENRIQUETA DUARTE: LA HEROÍNA QUE CRUZÓ EL CANAL DE LA MANCHA.
El 16 de agosto de 1951 Enriqueta Duarte se convirtió en la primera mujer argentina y latinoamericana en cruzar a nado el Canal de la Mancha. Nadó los 35 kilómetros que unen Gran Bretaña con el continente europeo en un tiempo récord de apenas 13 horas y 26 minutos.
La incasable deportista nació el 26 de febrero de 1929 en el hospital Rivadavia, creció en el barrio porteño de Palermo donde vivió junto a su madre, Enriqueta Ibarra García; su padre, Roque Duarte y su hermano Jorge. A los 9 años aprendió a nadar sus estilos predilectos: pecho y crol, en el Club Obras Sanitarias de la Nación donde trabajaba su padre.
El 14 de febrero de 1942, con 12 años, ganó en estilo pecho su primera competencia. El torneo interno de Obras Sanitarias, se disputó en la pileta de Núñez que tenía una medida no reglamentaria de 33 metros. Fue tal su desempeño que el entrenador del club habló con sus padres sobre las condiciones de Enriqueta para que comience a entrenar con el equipo del club. A partir de allí, entusiasmados con la idea, sus padres acomodaron su vida familiar para acompañarla y apoyarla en sus primeros pasos deportivos.
Se recibió de maestra en la Escuela Normal Superior Presidente Roque Sáenz Peña y allí fue capitana del equipo de natación, con el cual ganó los intercolegiales de 1944, 1945 y 1946.
La atleta fue ganadora de campeonatos argentinos en todas las categorías y en 1946 realizó su primer viaje al exterior para competir en el Sudamericano de Río de Janeiro.
En 1948 representó a Argentina en los Juegos Olímpicos de Londres, donde compitió en 100 metros libres (30°), 400 metros libres (19°) y en la posta 4 x 100 metros (10°).
Un año más tarde participó del Sudamericano de Buenos Aires y en 1950 comenzó a practicar esgrima y a estudiar derecho en el flamante edificio sito en Figueroa Alcorta donde le pidieron ser profesora ad honorem de natación. Ahí se enteró que el año anterior el nadador Antonio Abertondo había cruzado el Canal de la Mancha, lo que despertó su interés por ese nuevo desafío a pesar de que era una nadadora de pileta y nunca había hecho natación en aguas abiertas.
El cruce a nado del Canal de la Mancha lo organizaba el Diario Daily Mail, de Londres, y admitía solo a 20 nadadores. En 1951 se anotaron 1551 y el cupo de nuevos aspirantes se redujo a 12 ya que aseguraban su lugar los competidores que habían realizado el cruce con anterioridad. Así mismo, Duarte se ganó un lugar para emprender su más grande aventura.
El día de la carrera el mar estaba muy picado lo que le hizo creer a la nadadora argentina que iba a tardar 22 horas en cruzar la masa de agua y para ello se preparó psicológicamente. Pero el mayor estímulo lo tuvo a las seis horas de nadar cuando comenzó a vislumbrar los blancos acantilados de Dover, sabiéndose así cerca de la costa británica.
La hazaña del Canal de la Mancha marcó un antes y un después en la vida de Enriqueta Duarte. Fue la primera mujer latinoamericana en cruzarlo y, con 13 horas y 26 minutos, ocupó el tercer puesto en la general y se adueñó del recórd suramericano al superar al argentino Antonio Albertondo y al peruano Daniel Carpio, que ya habían realizado la prueba anteriormente.
Esa no fue la única proeza que Enriqueta atesora entre sus méritos ya que el 2 de marzo de 1963 cruzó a nado el lago Nahuel Huapi.
Este hecho sin precedentes se realizó a pesar de que los organizadores quisieron convencer a la nadadora porteña de realizar la prueba otro día debido a que el oleaje era demasiado fuerte y las condiciones no estaban dadas. Enriqueta hizo caso omiso e igualmente se lanzó al agua en malla, con gorra y antiparras, dado que no había trajes de neoprene en esa época. Enseguida se dio cuenta que el lugar donde la habían dejado no era el correcto y debió nadar 8 kilómetros para quedar en línea directa al Centro Cívico y recién desde allí comenzar el cruce. Si bien la distancia a nadar era de 10 kilómetros, ella nadó 18, y atravesó el lago en 2 horas, 54 minutos y 4 segundos ante la atenta mirada de los barilochenses que la vitoreaban desde la orilla.
En cuatro oportunidades más volvió a cruzar el Nahuel Huapí y en 1965 hizo lo propio con el Lácar.
Desde 1985 hasta 2006 fue campeona master de natación, en torneos nacionales, sudamericanos, panamericanos y mundiales. En el año 1998 cruzó los ríos Orinoco y Caroní en Venezuela y llegó primera en su categoría, compitiendo con seiscientos nadadores.
Desde 2006, Enriqueta organiza año tras año la “Prueba Internacional, cruce a nado del Lago Nahuel Huapí”.
Enriqueta Duarte, en 2007, fue distinguida por la Cámara de Senadores de la Nación con el Premio Delfo Cabrera y la Cámara de Diputados de la Nación le otorgó el Premio a la Trayectoria Deportiva. Asimismo, en 2011 la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Municipio de Tigre la reconocieron como Personalidad Destacada del Deporte. Y, la ciudad de Bariloche la declaró Huésped de Honor en 2015.
Comité Olímpico Argentino.
Murió Enriqueta Duarte, la nadadora que hizo historia en el Canal de la Mancha y también en el Nahuel Huapi.
A los 96 años, murió Enriqueta Duarte, una de las nadadoras
más importantes de la historia argentina.
“El Comité Olímpico Argentino lamenta el fallecimiento de
Enriqueta Duarte, atleta olímpica y pionera de la natación argentina.
Acompañamos a su familia, amigos y seres queridos en este doloroso momento», la
despidieron desde el COI.
Nacida el 26 de febrero de 1929 en el hospital Rivadavia,
Duarte creció en el barrio porteño de Palermo junto a su madre, Enriqueta
Ibarra García, su padre, Roque Duarte, y su hermano Jorge. Aprendió a nadar a
los 9 años en el Club Obras Sanitarias de la Nación, donde su papá trabajaba.
En 1948 fue la representante argentina en los Juegos
Olímpicos de Londres, donde compitió en 100 metros libres, 400 metros libres y
la posta 4 x 100 metros.
En 1950 el nadador argentino Antonio Abertondo realiza el
cruce del Canal de la Mancha. Enriqueta se entera de la noticia y desea
realizarlo.
"Cuando tenía 19 años se afilió al Partido Peronista
Femenino. Conoció a Eva Perón y pudo conseguir ayuda económica para participar
en 1951 en la competencia de cruce a nado del Canal de la Mancha (uniendo
Inglaterra con Francia). Este concurso había sido organizado por el periódico
Daily Mail, y Enriqueta fue seleccionada entre 1500 solicitudes de deportistas.
También realizaron el cruce ese mismo año Antonio Abertondo y el nadador
peruano Daniel Carpio, quienes demoraron más que Enriqueta, que cruzó en 13
horas y 26 minutos.
Después de que volviera de Londres en 1948, Rodolfo
Valenzuela recibió la orden de Perón de darle a ella y a la esgrimidora Irma
Grampa, una casa, un auto y 500 mil pesos; nunca los recibieron y años después
cuando la citaron a declarar al Comité Olímpico Argentino se enteró de que
habían falsificado su firma en un documento referido a ese hecho y lo mismo le
pasó a Irma Grampa.
Debido a su afiliación al Partido Peronista Femenino fue
proscripta y perseguida durante la Revolución Libertadora. En 1956 la dictadura
de Pedro Eugenio Aramburu le prohibió asistir a eventos deportivos dentro y
fuera del país. Lo que la obligó a exiliarse en Londres para continuar con su
carrera. Tras la recuperación de la democracia, el presidente constitucional
Arturo Frondizi levantó el veto y Enriqueta pudo continuar con su carrera
olímpica.
En 1976 se exilió en Venezuela debido a problemas surgidos
por la mala relación con su marido, donde vivió casi 30 años. Trabajó en la
compañía Panam, de la que llegó a ser directora regional. En este país
comenzó a competir en la categoría máster.
También realizó otras hazañas como cruzar a nado el los
lagos argentinos Lago Nahuel Huapi, por primera vez en 1963 (luego lo haría
cuatro veces más), y Lácar (en 1965) y en 1998 los ríos Orinoco y Caroní, en
Venezuela, llegando primera en su categoría y compitiendo contra otros 600
nadadores. Entre 1985 y 2006 fue campeona máster de natación en torneos nacionales
e internacionales. Desde el año 2006 organiza la "Prueba Internacional de
cruce a nado del Lago Nahuel Huapi". En el año 2014 fue homenajeada por La
Universidad Nacional de Lomas de Zamora junto con otros deportistas perseguidos
y prohibidos durante la dictadura autodenominada “Revolución Libertadora”
(Wikipedia).
... ... ...
“Como deportista yo los conocí a Eva y a Perón, pero también
tuve un tío que era subsecretario de Relaciones Exteriores, Oscar Ibarra
García, y mi papá era periodista y cronista parlamentario. Llegó a tener un
diario que se llamaba Nueva Argentina, entonces yo estuve todas las veces que
Perón leyó sus mensajes en el Congreso el 1º de mayo, los planes quinquenales,
etcétera. Y la veía a Eva en el palco. Me sabía los juramentos de memoria. Al
costado del salón blanco hay como una galería donde Perón saludaba, te hablo de
cuando todavía no era presidente. Un día me lo encuentro a este tío y me dice
“qué peronista que sos”. No existía todavía el peronismo, era laborismo y
gremialismo, así que yo considero que mi tío inventó el término. Yo sería la
peronista número uno, bueno, puedo admitir que Eva sea la número uno, pero
entonces yo soy la número dos. Cuando Perón gana la presidencia el 24 de
febrero del ’46, nosotros en ese momento teníamos un torneo en Mar del Plata,
entonces nos viene a buscar a la estación de tren el presidente de la Federación
de Natación, Mario Negri. Los de la federación eran antiperonistas totales,
subimos al auto y él dice en relación con las elecciones, “esto ha sido un
plebiscito particular de toda la población”, pero yo no entendí qué quiso
decir. Cuando nos bajamos le pregunté a mi mamá y ella me explicó que había
sido voluntad de todos que Perón llegue al poder. Era algo muy fuerte lo que
estaba pasando. A los dos meses, fuimos al Sudamericano de Río de Janeiro, que
era el primero que se hacía después de la Segunda Guerra Mundial. Yo estaba en
quinto año del Normal Uno de Profesoras y nos fue espléndido a hombres y
mujeres, le ganamos a Brasil, que era un triunfo infinito: la época de oro de
la natación argentina. Y llegó una felicitación vía telegrama de Perón. Negri casi
se muere, decía “nunca jamás un presidente se ha ocupado de nosotros”. Cuando
llegamos a Buenos Aires nos fue a recibir Perón” (de la entrevista Diario
Página 12. Año: 2011).
Durante su carrera también representó a Racing Club de
Avellaneda defendiendo el escudo de la Academia.
En él 2022 la pileta principal del estadio Presidente Perón
pasó a ser identificada para la posteridad con el nombre de Enriqueta Duarte
así el Racing Club le dio nombre a la
pileta olímpica del Centro Deportivo.
Representante de La Academia, en 1951 se convirtió en la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha a nado, y lo hizo con los colores de Racing, con el escudo académico en su pecho y en el corazón.