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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

jueves, enero 21, 2016

Redoblemos los esfuerzos para lograr la Declaración del 24 de Agosto como Día del Padre Argentino.

Redoblemos los esfuerzos para lograr la Declaración del 24 de Agosto como Día del Padre Argentino.

¡Un legado que no debemos olvidar!

por Lic. Juan Marcelo Calabria - Docente y Ensayista. Pte del Ateneo Cultural Sanmartiniano Miembro del Instituto Nacional Belgraniano.

Al americano libre corresponde transmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración de sus derechos”.
José Francisco de San Martín. Lima. 1821

Los duros años en los ejércitos europeos, bajo la inspiración de los más destacados estrategas y políticos de la época, bajo el influjo de las ideas de libertad e igualdad prodigadas por la Revolución Francesa y difundidas por las sociedades secretas, permitieron a José Francisco de San Martín adquirir competencias de liderazgo, conducción, experiencias de guerra, sociedad y política que harán del pequeño niño de las misiones guaraníes un conductor de hombres y naciones prudente, visionario, austero, valiente y comprometido, con la nueva causa de la humanidad: La declaración de los Derechos del Hombre Nuevo.  
Las nuevas ideas calaron hondo en José; y como muchos otros americanos, impulsados por las palabras y el accionar en pos de la libertad de América del precursor Francisco de Miranda, San Martín se sumó en Cádiz y en Londres a la idea de emancipación de las colonias sudamericanas propiciada por las logias y/o sociedades políticas como: la Sociedad de los Caballeros Racionales y la Gran Reunión Americana, entre las más destacadas surgidas a la luz de la prédica y accionar del gran patriota venezolano.
Las vivencias y experiencias adquiridas en la guerra de independencia española contra Napoleón Bonaparte, la decadencia de la clase dirigente peninsular más la anarquía y descomposición social de las clases dirigentes, en contraposición a la gran atracción que generaba el sistema político inglés de la moderada y atemperada monarquía constitucional, forjaron en los americanos residentes en Europa la idea de que un “Nuevo Mundo” era posible y hacia allí partirían.  
Como miembro de aquella élite de hombres ilustrados y librepensadores, San Martín llegó a América sin más que ofrecer que su experiencia y sus servicios a la causa de América que ya había comenzado y que tenía en Manuel Belgrano su máximo exponente.  El mismo San Martín, años después, comentaba su presentación en Buenos Aires: “Fui recibido por la junta gubernativa de aquella época, por uno de los vocales con favor y por los dos restantes con una desconfianza muy marcada”.
El gran interrogante que daba vueltas en las mentes de los hombres destacados de Buenos Aires era: ¿Qué motivó al coronel español a abandonar los ejércitos europeos y la tierra de sus padres para aventurarse a la América Revolucionaria? El propio San Martín explicó el paso trascendental de su vida y providencial para el destino del nuevo continente diciendo: “Una reunión de americanos, en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos, acaecidos en Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno a nuestro país de nacimiento a fin de prestar nuestros servicios en la lucha, pues calculábamos se había de empeñar.”  
Como es conocido, a partir de su rápida inserción en los cuadros dirigentes de la revolución, San Martín mostró sus dotes de conductor y líder, logrando en febrero de 1813 la primera acción, el Regimiento de Granaderos a Caballo, aquel que siguiendo los pasos de su comandante y creador llenarán de orgullo y de honor las páginas de la historia argentina destacándose en infinidad de acciones hasta el combate final por la independencia de América librado en Ayacucho en 1824 por los ejércitos bolivarianos a las órdenes de Sucre; habiendo paseado su gloria y su estandarte por los actuales territorios de Argentina, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador.  
El vaticinio que Manuel Belgrano había realizado en una carta escrita al mismo San Martín en diciembre de 1813 desde Jujuy poco antes de que se encontraran personalmente se había cumplido: “Crea usted que he tenido una verdadera satisfacción con la suya del 6 de este mes, que ayer recibí, y que mi corazón toma un nuevo aliento cada instante que pienso que usted se me acerca, porque estoy firmemente persuadido de que con usted se salvará la patria...”.
 Y así fue. San Martín sumó a la revolución su profesionalismo en el campo de batalla  el que complementó con la constante preocupación por evitar el mayor derramamiento de sangre posible; su esmero por dotar de símbolos patrios a las naciones independizadas y garantizar la fidelidad de sus soldados a los mismos (banderas, escudos e himnos); y fundamentalmente su preocupación por promover la ilustración a través de las letras, las artes y las ciencias como principal sostén de la libertad (aún más que las armas), a los efectos de vencer la ignorancia como columna principal del despotismo.
Pero si su acción en esta tierra fue admirable, su vida en el exilio es digna también de relatar: lejos de retirarse; su defensa de la Argentina ante el bloqueo anglo-francés (aún hasta pocos meses antes de su muerte); sus desvelos para garantizar la mejor educación para Mercedes, su hija, plasmados en las Máximas; su legado a las generaciones de su tiempo y futuras a través de sus escritos, conversaciones y cartas constituyen un verdadero decálogo de honor y virtudes cívicas: verdadero testamento cívico y político de uno de de los más destacados padres fundadores de nuestra América.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, lunes 17 de agosto de 2015.

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