No hay caso con Lionel. Pasan los años, acumula Balones de Oro y aún así, cada vez que sube al escenario le tiemblan las piernas y la voz se le pierde entre la timidez y la emoción. Y la gala que tuvo lugar hoy en Zurich no fue la excepción a la regla, claro.
La Pulga se coronó como mejor jugador del mundo por ¡quinta! vez, y volvió a escaparse en los registros históricos quedando como el máximo galardonado en este tipo de premiaciones. Cristiano Ronaldo y Neymar lo siguieron, aunque demasiado de atrás como para causarle alguna incomodidad en la carrera al trofeo.
Pese a que desde la FIFA hayan querido demorar la premiación y hayan dejado para el final la condecoración al rosarino, fue inútil. El ganador estaba cantado, porque tras dos ediciones seguidas con Cristiano Ronaldo en el atril, Lionel se cansó y reclamó su trono en la cancha. Y mal no le fue, claro. Ganó La Liga, la Copa del Rey, la Champions League y la Supercopa Europea; y por si ello fuera poco cerró el año con un gol (y posterior título) en la final del Mundial de Clubes ante River.
Cristiano y Neymar, de excelentes temporadas, tampoco habían puesto demasiada expectativa. Sólo una -mala- sorpresa podría haber determinado que alguno de ellos dos alzara el Balón de Oro, por lo cual se sentaron a esperar el obvio desenlace. De hecho, el luso afirmó hace un tiempo que La Pulga iba a ser el ganador debido a los numerosos títulos colectivos alzados durante el año, más allá de que "yo hice probablemente la mejor temporada a nivel individual en mi carrera".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.