Los Anunnaki (tambien llamados Anunna – Hijos de An) fueron
los dioses confinados en el mundo subterráneo, también se dice que vivían en
Dulkug o Dulku, el “montículo santo”. En el texto sumerio sobre “El descenso de
Innana al Mundo Bajo” se identifica a los Anunnaki como los siete jueces del
Mundo Bajo. Para otros son una familia de dioses inmaduros, separados de sus
padres y abandonados en un mundo que se estaba recuperando de una batalla con
una estrella de la muerte.
La leyenda sumeria dice que existe un planeta más en nuestro
sistema solar, llamado Niburu por los sumerios, que tiene una órbita elíptica
similar a la de un cometa y que tarda 3600 años en dar una vuelta completa
alrededor del sol. Así como otros investigadores sostienen la teoría de que los
antiguos sumerios conocían la existencia de todos los planetas del Sistema
Solar, desde Mercurio a Plutón, éste último descubierto a principios del siglo
XX. Y la presencia de un planeta más, con una órbita alrededor del Sol
gigantesca (cada 3.600 años), del cual procedían los “Anunnaki”, los dioses de
su panteón y que en sus principios fueron el génesis de la vida sobre la Tierra
y la causa de la rápida evolución del hombre en nuestro mundo mediante
intervención genética.
Los habitantes de este planeta, eran los Annunaki (Sitchin
les denomina). La razón real por la que los Annunaki bajaron a la tierra está
confusa:
Martin opina que un choque hubo un choque entre o una de sus
lunas con Tiamet (el planeta que estaba entre Marte y Júpiter). Opina que hubo
una gran nave espacial que fue a colonizar la tierra.
opina que vinieron en busca de metales que se estaban
agotando en su planeta.
Ambos opinan , y la tradición sumeria así lo menciona,
crearon a los hombres para que les sirvieran, de alguna forma utilizaron a los
hombres como esclavos. El hecho de la creación del hombre es sorprendente en la
versión de Frisell, ya que supone que fuimos creados como unión de dos razas ,
una de Nibiru y otra de Sirio.
La creación del hombre según los mitos sumerios es muy
parecida a la Biblia: Enki tomo arcilla y le dio forma, por invitación de
Nammu, aunque las primeras formas no fueron satisfactorias. Los humanos veían a
estos seres como dioses, ya que eran inteligentes, poseían muchas tecnologías y
conocimientos, y tenían una gran longevidad, aunque eran mortales. Estos seres
fueron llamados por los sumerios Anunnaki. El término que menciona la Biblia es
Nephilim (recordemos que la Biblia es una copia de las tradiciones sumerias),
aunque algunas traducciones erróneas del termino los denomina “gigantes”.
Según los sumerios sus dioses (estos seres) bajaron a la
tierra desde el cielo, mucho antes de la llegada de la humanidad. Para los
sumerios, al igual que para otros muchos pueblos de la antigüedad, sus dioses
fueron seres de carne y hueso que un día habitaron entre ellos y de los que
aprendieron numerosas actividades y normas de convivencia. Ellos vinieron como
colonos y explotadores . Hicieron de la Tierra su hogar y empezaron a construir
ciudades, ciudades que asociaron a funciones determinadas y gobernadas por
Anunnakis.
Es sabido que cada ciudad sumeria disponía de un dios y una
diosa protectora, esto puede interpretarse que el gobierno de estas ciudades
estaba encargado a parejas de dioses. Otra evidencia de estos llamados dioses,
o seres reales, está en la lista de reyes sumeria, en las dinastías
antidiluvianas, cuyos reyes reinaban edades asombrosas, que se medían en sars.
Es curiosa la coincidencia de 3600 años, es un sar, que es
el equivalente a un año de Niburu (el planeta de los Anunnaki). También es
curioso la coincidencia con la matemática sumeria, basada en un sistema
sexagesimal (múltiplos de 60; 60×60=3600), que ha sido el origen de la forma en
que tenemos de medir el tiempo (hh mm ss) y en la trigonometría (360 grados).
Si se tiene en cuenta la lista real sumeria, y se consideran
los sar de 3600 años, sucede que el periodo antidiluviano, que empezó con la
llegada de los Anunnaki fue hace 450.000 años, esto hace supone que los
Anunnaki vivieron en la tierra muchos años, sin la actual civilización humana,
ya que esta apareció al finalizar el reinado de los Anunnaki.
El hecho de la creación del hombre es sorprendente en la
versión de Frisell, ya que supone que fuimos creados como unión de dos razas ,
una de Nibiru y otra de Sirio .
Por otra parte Sitchin, cree que el paraíso era un jardín de
los Nibiru, y que el Arbol de la Ciencia era el árbol que nos permitió
procrear, ya que al ser híbridos de Anunnakis y Hommo Erectus, éramos incapaces
de hacerlo. Según esto los Anunnaki no querían que los hombres se reprodujeran
y cuando lo consiguieron los echaron del Paraiso.
Debemos recordar que los mitos sumerios hablan de un Paraíso
llamado Dilmun descrito en el mito de “Enki y Ninhursag”. Dilmun es una tierra
pura, brillante y santa, regada por 4 ríos de agua dulce, llena de lagos y
palmeras y árboles. En Dilmun los dioses parían sin dolor
Para aquellos que tengan interés en profundizar en este,
desde el punto de vista cosmológico, recomiendo la web (en inglés) de Andy
Lloyd.
Para justificar el origen extraterrestre de los conocimiento
Sitchin se apoya en dos interpretaciones de arte sumerio:
La estela de Naramsin, esta estela celebra la victoria de
Naramsin sobre sus enemigos en el campo de batalla. El propio rey ocupa la
figura central pisoteando a sus contrincantes con una lanza en su mano derecha,
mientras observa desafiante a lo que parece ser una montaña con un extraño
diseño cónico y sobre la cual a su vez se pueden apreciar claramente al menos,
dos cuerpos celestes, aunque se adivina un tercero un tanto deteriorado arriba
del todo. Sitchin cuestiona que la figura central de toda esta escena sea la
del Rey Naramsin, pues a los dioses sumerios al igual que otros muchos de la
zona, siempre eran representados con un casco con cuernos, como el de la figura
y que supuestamente representa al soberano de Akkad. También llama la atención
es la presencia de “dos soles” (o más) en el firmamento, precisamente sobre la
cumbre de una no menos sorprendente montaña, y que Zecharia Sitchin asocia más
a la figura de un cohete por muy fantástico que pueda parecer.
Hay un sello del tercer milenio a.C., conocido con el nombre
de VA/243. A la izquierda entre dos figuras se aprecia lo que Sitchin ha
identificado como el Sistema Solar, en una muestra clara de los elevadísimos
conocimientos astronómicos de los sumerios. En la imagen de abajo vemos un
esquema más claro de dicha representación y que Sitchin define de la siguiente
manera:”……Al observar detenidamente una ampliación del Sistema Solar
representado sobre el cilindro VA/243, se puede observar que los “puntos” que
rodean la estrella son de hecho esferas. Al pequeño Mercurio le sigue un Venus
más grande. A la Tierra, del mismo tamaño de Venus, le acompaña una Luna
pequeña. A continuación, en dirección contraria a las agujas del reloj, se ve a
Marte, más pequeño que la Tierra aunque más grande que la Luna o Mercurio.
Luego la antigua representación muestra un planeta
desconocido para nosotros, bastante más grande que la Tierra aunque más pequeño
que Júpiter y Saturno, que se observan claramente a continuación. Más adelante,
otra pareja concuerda perfectamente con nuestros Urano y Neptuno. Por último,
también se encuentra allí el pequeño Plutón, aunque no donde lo ubicamos en la
actualidad (después de Neptuno), sino entre Saturno y Urano……”
Las anomalías detectadas con el nuevo planeta entre la
Tierra y Júpiter, y la extraña ubicación de Plutón, corresponderían a la
irrupción cada 3.600 años de un planeta extrasolar que en sus orígenes desvió
la órbita de Plutón a su actual posición y que chocó seguidamente con un
planeta situado donde se encuentra el cinturón de asteroides, que serían los
restos de esa colisión.
Posteriormente, lo que quedó del planeta acercó su órbita al
Sol, y es nuestro actual mundo, la Tierra. Los antiguos sumerios llamaban al
planeta del que se desgajó la Tierra, Tiamet, y al planeta intruso que originó
el choque, Nibiru, de donde procedían sus dioses. Según la mitología sumeria de
este choque surgió la vida en la Tierra. Hoy en día, son muchos los científicos
que opinan que la vida en la Tierra tal vez tuvo su inicio por la presencia de
organismos extraterrestres procedentes de meteoritos u otros cuerpos del
espacio exterior que impactaron hace millones de años sobre la Tierra.
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