Un nuevo grupo de holdouts se presentó ante el Juzgado de Thomas Griesa en Nueva York y reclamó el pago de 835 millones de dólares por bonos en default de la Argentina, alegando que le corresponde la misma sentencia que tuvo la demanda realizada por el fondo NML Elliot de Paul Singer.
En este caso se trata del EM Limited de Kenneth Dart, que manifestó tener en su poder títulos impagos desde 2003 por 835 millones de dólares, monto que actualizado se elevaría a 1.700 millones de dólares.
Dart es un excéntrico magnate, cuyo rostro es prácticamente desconocido. Abandonó la ciudadanía norteamericana y adoptó la de un paraíso fiscal para eludir impuestos en su país, fue declarado enemigo del Brasil tras una agresiva maniobra financiera y hasta el expresidente Bill Clinton lo repudió públicamente.
EM Limited solicitó ante Griesa una orden del mismo calibre que la que le reconoció el derecho al fondo de Paul Singer de cobrar en efectivo y en un solo pago 1.330 millones de dólares por bonos en default. La petición está amparada en lo que dentro de la legislación de Estados Unidos se conoce como "me too" ("a mí también"), que es un procedimiento general por el cual querellantes piden sean beneficiados con la misma sentencia ante un caso similar, evitando de este modo tener que llevar adelante todo el proceso judicial.
Según los cálculos que en su momento difundieron el Gobierno y analistas privados, si todos los bonistas que no entraron en los canjes reclamaran el mismo trato (los denominados "me too"), la cifra podría estirarse a hasta entre u$s 15.000 y u$s 20.000 millones.
En distintas oportunidades, la presidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía, Axel Kicillof, advirtieron que la intención del gobierno nacional era negociar con el ciento por ciento de los acreedores que aún tienen títulos impagos y no sólo con el fondo de Singer, que cuenta con los fallos favorables de Griesa.
Incluso en varias reuniones con el mediador impuesto por Griesa, Dan Pollack, la Argentina planteó que sea el mismo magistrado el que siente a la mesa de negociación a la mayor cantidad de acreedores que no aceptaron las reestructuraciones para llegar a un acuerdo integral.
Asimismo, se especula con la posibilidad de que Dart haya presentado la demanda judicial en este momento para obtener un fallo de Griesa en 2014 y poder entrar en la negociación que se espera durante el año próximo cuando expire la cláusula RUFO.
Griesa había convocado el jueves a una audiencia para el martes 2 de diciembre (postergada ayer para el 9) a pedido de Citibank, en la que se tratará una nueva autorización para que la entidad pueda pagar bonos denominados en dólares con legislación argentina.
El magistrado ya otorgó dos excepciones similares pero en sus órdenes especificó que eran permisos "por única vez", lo que obliga al banco a efectuar este tipo de acciones judiciales cada vez que se aproxima un vencimiento de títulos argentinos reestructurados.
DyN. Publicado en Diario Río Negro.
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