GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

miércoles, octubre 01, 2014

René Gerónimo Favaloro - Recuerdos de un médico rural.

René Gerónimo Favaloro nació en 1923 en una casa humilde del barrio "El Mondongo" de La Plata un barrio de inmigrantes. En los potreros aprendió a jugar el fútbol y fue hincha de Gimnasia y Esgrima.
A tan sólo una cuadra se levantaba el Hospital Policlínico. Su madre Ida Raffaelli de Favaloro una modista le gustaba recordar que desde los cinco años el pequeño René quería ser doctor quizás influenciado por su tío Arturo que era médico.
“Se graduó en 1949 e inmediatamente se produjo una vacante para médico auxiliar, puesto al que accedió en forma interina pero en la tarjeta con los datos para completar figuraba una cláusula en donde aceptaba la doctrina del gobierno de turno y se tenía que afiliar al Partido Justicialista, lo que no aceptó. Al poco tiempo su hermano, Juan José, médico también, empezó a trabajar en la clínica con él, integrándose muy pronto a la comunidad por sus condiciones humanas. Durante los años que ambos permanecieron en Jacinto Aráuz fundaron un centro asistencial Desapareció la mortalidad infantil de la zona, se redujo la cantidad de infecciones en los partos y la desnutrición, crearon un banco de sangre de personas vivas con donantes que se presentaban cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que enseñaban métodos para prevenir enfermedades” (Wikipedia).
"Todo lo que ganábamos lo invertíamos para agrandar y mejorar la clínica. Jamás compramos una sola hectárea de campo en Jacinto Aráuz” recordaría Favaloro.

El Dr. René Favaloro en páginas 188-189 del libro “Recuerdos de un Médico Rural”, Torres Agüero Editor (1993) manifiesta con sinceridad y lucidez:
"He terminado de relatar mi vida de médico rural.
Después de permanecer casi diez años en Estados Unidos regresé en junio del 71. Gracias a mi actividad -ahora como médico altamente especializado- he vuelto a recorrer el país como parte de la enseñanza de posgrado. Hemos dictado más de setenta cursos y así he transitado nuevamente caminos conocidos. De ser posible y si el tiempo lo permitía, otra vez en auto. ¡Quién va a negar el progreso! Caminos y medios de comunicación son totalmente diferentes, la ruta 35 está asfaltada, Jacinto Aráuz tiene agua corriente, calles pavimentadas y televisión. Seguramente un paciente complicado puede estar en Bahía Blanca en algo más de una hora.
Sin embargo, estoy convencido de que en profundidad todo está igual. Ranchos miserables y villas miserias se ven por doquier, pobres escuelitas rurales más destartaladas que nunca están, si se las quiere ver, con maestros que como los Guiñazú, siguen recibiendo salarios alejados de la realidad. A pesar de la abundancia de médicos carecemos de una medicina organizada.
Todos somos culpables, pero si hubiera que repartir responsabilidades las mayores caerían sobre las clases dirigentes. ¡Si resurgiera San Martín caparía a lo paisano varias generaciones de mandantes!
¿Tendremos capacidad de reaccionar? ¿Seremos capaces de realizar la verdadera reconstrucción? ¿Aceptaremos, sin ambages y sin justificaciones que esta sociedad que que llamamos occidental y cristiana está llegando a su fin? ¿Seremos testigos complacientes de que nuestro país también alcance los niveles de libertad desenfrenada de la sociedad de consumo donde la droga, la violencia, el abuso sexual, el crimen, el despilfarro, la destrucción de la naturaleza y la injusticia social son sus resultantes?
¿O caeremos en las falsas panaceas de las dictaduras de izquierda y la filosofía marxista que tanto daño han hecho a nuestra juventud, olvidando que sin libertad, justicia y respeto por el hombre no hay teoría socioeconómica que pueda fructificar en beneficio de la humanidad?
¿O tendremos la valentía de construir la Grande Argentina, soñada por Lugones y Martínez Estrada? Ello sólo será posible si todos aceptamos nuestras responsabilidades. Habrá que comprender que el hombre forma parte de una sociedad a la cual debe entregarse para mejorarla.
Se ha terminado la etapa individualista. Al adelanto tecnológico habrá que agregar el humanismo, basado en los reales principios cristianos que nuestro Papa ha sabido revitalizar. Será un camino largo el que habrá que recorrer.
Si analizamos en profundidad nuestro pasado y estamos dispuestos a realizar los cambios estructurales que la Argentina necesita, entonces sí, justificaremos los errores cometidos. Que así sea, para el bien de todos
Perdóneseme tanta franqueza. Enero 26 de 1980”.


Su nombre ha sido inscripto con todos los honores en el Hall de la Fama, en Washington DC. La Cleveland Clinic Foundation lo recuerda con un emotivo monumento. En 2006  la Unión Astronómica Internacional (UAI), -órgano que define los nombres de planetas y otros objetos celestes, y estándares en astronomía-  otorgó su nombre a un Asteroide, el 5077 descubierto en la estación astronómica Dr. Carlos U. Cesco de la Universidad Nacional de San Juan, el 17 de junio de 1974.

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