"Estoy conforme con mi vida porque hice todo lo que
sentí y porque trabajé durante 50 años respetando al público” así decía y así
era Luis Sandrini respetuoso del público. Un Señor con mayúsculas…
Luis Santiago Sandrini Lagomarsino fue uno de los actores
cómicos populares argentinos más respetados y queridos por el público argentino.
Recordado por su entrañable personaje
Felipe creación de Miguel Coronatto Paz y por películas como El profesor Hippie y
Cuando los duendes cazan perdices. Comenzó trabajando en el circo como payaso,
pasó por la radio, la televisión, el teatro y el cine.
Su padre, de origen genovés,
fue un actor teatral, y Luis empezó a trabajar en un circo junto a
él, como payaso.
Sus comienzos fueron en el circo Rinaldi como payaso, para
luego incorporarse a la compañía de Enrique Muiño y Elías Alippi (donde
conociera a su primera esposa, la actriz Chela Cordero). ,
Alcanzó una importante repercusión en la pieza "Los
tres berretines", de Malfatti y De Las Llanderas, que luego fue llevada al
cine.
Luis Sandrini compartió pantalla con otros grandes cómicos
como Tato Bores, Alberto Olmedo, Pepe Biondi, José Marrone, Carlitos Balá, Dringue Farías y Juan Carlos Altavista.
En el teatro hizo “Cuando los duendes cazan perdices”,
luego llevada al cine conoció a Malvina Pastorino, de quien quedó asombrado por
la belleza de la joven actriz, con la cual se casó.
No obstante, a pesar del amor que le tenía su público,
Sandrini se vio obligado por un tiempo a dejar su vocación y dedicarse a la
carpintería, en un taller improvisado en su casa, en cuya puerta de entrada
colgaba un cartel improvisado que decía "Aquí trabaja Sandrini". Este
período coincide con la caída del Peronismo, en 1955.
Luego se afianzó con la película La cigarra no es un bicho” una
película argentina de 1963 dirigida por Daniel Tinayre, en base a un guión
suyo escrito en colaboración con Eduardo Borrás y el humorista Landrú, sobre la novela del mismo nombre de Dante
Sierra.
Esta película significó el debut del comediante Carlos Perciavalle
(quien aparece en los créditos como "Hector Perciavalle") en un breve
papel y a penúltima cinta que realizaría Mirtha Legrand.
Se dice que la secuencia de la requisa policial a los
clientes del hotel tras el decreto de la cuarentena por la peste bubónica es
una sátira de los operativos policiales que se realizaban en ese entonces a los
llamados hoteles alojamiento, los cuales eran fiscalizados personalmente por el
tristemente célebre comisario Luis Margaride, quien era para la época el jefe
de la División de Seguridad Personal de la Policía Federal. También se hizo famosa por haber incluido la
primera palabra soez del cine de ese país (más concretamente, “pelotudo”). El
desprevenido público asistente al estreno estalló en carcajadas sorprendido por
el epíteto en boca de un primer actor acostumbrado a brindarnos personajes
tiernos, ingenuos y, sobre todo hasta ese momento, muy blancos. Además, y contrario
a lo que se cree, la palabreja en cuestión no estaba en el guion original sino
que el mismo Sandrini la agregó cuando filmaron dicha escena.
Han pasado a la historia sus famosas expresiones: “¡La vieja ve los
colores!”, “Hasta que el cuerpo aguante”.
Luego de 17 días de estar internado en un estado crítico en
el Sanatorio Güemes, Sandrini falleció el 6 de julio de 1980, en pleno rodaje
de la película “Qué linda es mi familia” con Niní Marshall y Palito Ortega.
Entre los premios y reconocimientos que obtuvo se cuentan el
Cóndor de Plata al mejor actor en 1972 por La valija, y el Konex de Honor 1981,
este último póstumo.
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