En 1837, un aventurero escocés llegó a este lugar, se enamoró de Victoria, una mujer hispanohablante y se casó con ella.
La nueva pareja se instaló en un rancho cercano a la misión de San Gabriel, en la actual zona de Arcadia, un suburbio de Los Ángeles.
El escocés se llamaba Hugh Reid, pero en su hogar adoptivo fue rebautizado con un nombre hispano: Perfecto Hugo Reid.
Con este nombre, el inmigrante firmaba las cartas que escribía, que cerca de 200 años después se conservan en los archivos de la Biblioteca de Huntington en Pasadena, California.
Pese a que el paso del tiempo las ha tornado amarillas, Robert Train, profesor de español en el Departamento de Idiomas de la Universidad de Sonoma, California, todavía puede leerlas.
Cambio de código
Las cartas de Reid a Stearns narran la vida diaria en la antigua California.
Uno de sus destinantarios era Abel Stearns, otro "gringo", como ya se decía en esa época, según el profesor Train.
Stearns había emigrado de Massachusetts a Alta California y como Reid, también se había vuelto ciudadano mexicano.
En una de sus cartas, Reid le cuenta a Stearns sobre un viaje por otras partes de México.
Parece una carta ordinaria a simple vista, hasta que uno se da cuenta de que hay frases en español insertadas en el texto en inglés.
"Hugo" usa la palabra "pueblo" para referirse a Los Ángeles.
En una oración sobre un médico que lo acompañó en el recorrido, dice: "allow the doctor a little descanso".
¿No sabía Hugo Reid que descanso en inglés se dice rest? Sí, obvio. Era escocés. "Podía escribir 'take a little rest'", dice el profesor Train.
El autor del texto podía escribir solo en inglés y, como inmigrante ya asimilado a México, también podía escribir solo en español.
"La vieja"
Reid y su amigo Stearns estaban casados con hispanohablantes nativas.
Las cartas muestran que ambos se movían entre una lengua y otra constantemente.
Las palabras en español solían aparecer cuando hablaban de asuntos domésticos.
Stearns era comerciante.
En una carta que le envía Reid, se lee "the old woman requires a piece of percale. Si no hay 'percala', send her 'pura manta blanca'. I remain yours truly, Perfecto Hugo Reid".
California siempre ha sido un lugar multilingüe. En 1850, cuando se convirtió en un estado, sus leyes estuvieron escritas en inglés y español.
Las cartas de Hugo Reid son un recordatorio más de esta multiculturalidad.
Y una prueba de que de alguna manera la lingua franca siempre fue el espanglish.
En 1837, un aventurero escocés llegó a este lugar, se enamoró de Victoria, una mujer hispanohablante y se casó con ella.
La nueva pareja se instaló en un rancho cercano a la misión de San Gabriel, en la actual zona de Arcadia, un suburbio de Los Ángeles.
El escocés se llamaba Hugh Reid, pero en su hogar adoptivo fue rebautizado con un nombre hispano: Perfecto Hugo Reid.
Con este nombre, el inmigrante firmaba las cartas que escribía, que cerca de 200 años después se conservan en los archivos de la Biblioteca de Huntington en Pasadena, California.
Pese a que el paso del tiempo las ha tornado amarillas, Robert Train, profesor de español en el Departamento de Idiomas de la Universidad de Sonoma, California, todavía puede leerlas.
Cambio de código
Las cartas de Reid a Stearns narran la vida diaria en la antigua California.
Uno de sus destinantarios era Abel Stearns, otro "gringo", como ya se decía en esa época, según el profesor Train.
Stearns había emigrado de Massachusetts a Alta California y como Reid, también se había vuelto ciudadano mexicano.
En una de sus cartas, Reid le cuenta a Stearns sobre un viaje por otras partes de México.
Parece una carta ordinaria a simple vista, hasta que uno se da cuenta de que hay frases en español insertadas en el texto en inglés.
"Hugo" usa la palabra "pueblo" para referirse a Los Ángeles.
En una oración sobre un médico que lo acompañó en el recorrido, dice: "allow the doctor a little descanso".
¿No sabía Hugo Reid que descanso en inglés se dice rest? Sí, obvio. Era escocés. "Podía escribir 'take a little rest'", dice el profesor Train.
El autor del texto podía escribir solo en inglés y, como inmigrante ya asimilado a México, también podía escribir solo en español.
"La vieja"
Reid y su amigo Stearns estaban casados con hispanohablantes nativas.
Las cartas muestran que ambos se movían entre una lengua y otra constantemente.
Las palabras en español solían aparecer cuando hablaban de asuntos domésticos.
Stearns era comerciante.
En una carta que le envía Reid, se lee "the old woman requires a piece of percale. Si no hay 'percala', send her 'pura manta blanca'. I remain yours truly, Perfecto Hugo Reid".
California siempre ha sido un lugar multilingüe. En 1850, cuando se convirtió en un estado, sus leyes estuvieron escritas en inglés y español.
Las cartas de Hugo Reid son un recordatorio más de esta multiculturalidad.
Y una prueba de que de alguna manera la lingua franca siempre fue el espanglish.
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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.