Científicos del Conicet revelaron el color original de la bandera argentina.
Un equipo de químicos del organismo analizó una de las banderas más antiguas y terminó con las dudas: es azul de ultramar.
Los colores de la bandera argentina son todavía motivo de
polémicas entre los historiadores: mientras algunos afirman que originalmente
era blanca y celeste, otros replican que era blanca y azul. Por eso, para
terminar con la controversia, científicos del Conicet analizaron una de las
banderas argentinas preservadas de mayor antigüedad y revelaron el color
original de sus extremos inferior y superior: azul de ultramar.
Un equipo formado por investigadores del Centro de Química
Inorgánica (Cequinor, Conicet-UNLP) y de la Universidade Federal de Juiz de
Fora de Brasil, analizaron espectroscópica y químicamente hebras de la bandera
del Templo de San Francisco en Tucumán que, según algunos historiadores,
resulta ser la más antigua que se ha conservado.
Y, a partir del estudio, concluyeron que los extremos
superior e inferior eran azules. Más precisamente, de un tono correspondiente
al pigmento azul de ultramar.
El documento difundido hoy por el Conicet señala que la
bandera analizada fue ordenada por Bernabé Aráoz, primer gobernador intendente
de Tucumán y síndico del Templo de San Francisco en esa provincia. En aquella
insignia podía leerse en letras mayúsculas y amarillas: 'A la Escuela de San
Francisco, Tucumán 1814, Donó Bernabé Aráoz'.
También, a partir del análisis de la pieza histórica
determinaron que el material de la pintura usada para esta inscripción fue
crocoita, un mineral de cromato de plomo, y que la tela con la que fue
fabricada es seda.
En la publicación, Carlos Della Védova, investigador
superior del Conicet y director del Cequinor, señala que la bandera resguardada
en Tucumán y las muestras a las que tuvieron acceso están lejos de conservar su
color original.
"Hoy son prácticamente incoloras por efecto del
deterioro debido a la luz y la atmósfera de Tucumán a lo largo de los años. El
polvillo que se genera en la cosecha de la caña de azúcar (zafra) resulta ser
un testigo actual de la contaminación a la que fue expuesta esta
reliquia", apunta Della Védova.
Es por eso que los investigadores tuvieron que proyectar los
colores originales a través de la detección de los componentes de las muestras
mediante fluorescencia de rayos X, espectroscopia Raman y análisis químicos.
"Lo que hicimos fue analíticamente exponer a una hebra
de la bandera al ataque de ácido clorhídrico relativamente concentrado y vimos
cómo disminuían en conjunto todos los componentes del lapislázuli, o azul de
ultramar", comenta el investigador.
Además, gracias al estudio pudieron constatar el tipo de
tratamiento que recibió para su preservación. "Pudimos comprobar que fue
tratada uniformemente con una sal de estaño. Esto debió servir para cuidarla,
por ejemplo, del ataque de las polillas; y coincide con lo que nos dijo Cecilia
Barrionuevo -la restauradora de la Casa Histórica de la Independencia en
Tucumán- quien nos señaló que la bandera había sido tratada para su
preservación", cuenta Della Védova.
En el documento señalan que, si bien esta no es la bandera
que izó por primera vez Manuel Belgrano en febrero de 1812 a orillas del Paraná
para distinguir las tropas propias de las enemigas, hay motivos para creer que
Aráoz debe haber tomado el modelo de su creador.
"En conocimiento de la existencia de la bandera en la
Iglesia de San Francisco en Tucumán, el día 22 de noviembre de 2013 me animé a
intentar conversar con fray Marcos Porta Aguilar, guardián franciscano de la
Basílica, dado que ese día la noticia sobre mi designación como Profesor
Extraordinario de la Universidad Nacional de Tucumán estaba publicada en los
diarios y mi visita inesperada y propuesta inusitada, la de acceder a una
reliquia histórica, tendrían algún tipo de sostén. Luego, con la inestimable
colaboración del padre Marcos y de la Lic. Cecilia Barrionuevo, se comenzó a
transitar esta historia", cuenta Della Védova sobre cómo empezó esta
investigación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.