“Toda mi vida, todos los deseos, las esperanzas, los
esfuerzos de mi vida se han absorbido en el anhelo activo y laborioso de ver
convertidos en brillante realidad los efectos del movimiento que se ha llamado
la revolución de América” Juan Bautista Alberdi.
JUAN BAUTISTA ALBERDI, una verdadera eminencia, uno de los
intelectuales con pensamiento propio que diera la Argentina e Juan Bautista
Alberdi, el inspirador de la Constitución Nacional de 1853.
Pasó casi toda su vida en el exilio pero “pensó a la
Argentina” con una lucidez sorprendente con diagnósticos vigentes, actuales. De
su extensa producción literaria cabe destacar Fragmento preliminar al estudio
del derecho, Bases y punto de partida para la organización política de la
República Argentina (1852) un tratado completo de Derecho público americano,
prácticamente un “borrador” de la Constitución Nacional Argentina de 1853; Alberdi
publicó también Elementos de derecho público provincial para la República
Argentina, que sería el complemento de las Bases y puntos de partida … que marcarían el establecimiento definitivo
del derecho público nacional; otras obras son:
Predicar en desiertos, El crimen de la guerra, Peregrinación de Luz del
Día en América. Nació en la provincia argentina
de Tucumán en 1810. Su padre Salvador de Alberdi era un vasco con tienda sobre
la plaza. Su madre era descendiente de los primeros conquistadores, pertenecía
a las familias más prominentes del Virreinato. Sobre su nacimiento diría:
"Mi madre había dejado de existir con ocasión y por causa de mi
nacimiento. Puedo así decir como Rousseau, que mi nacimiento fue mi primera
desgracia”.
Alberdi aconsejaba: “UN MEDIO SIMPLE DE ASEGURAR LA
PATAGONIA CONTRA TODOS LOS PLANES DE CONQUISTA, ES OCUPARLA NOSOTROS MISMOS Y
POBLARLA, QUE ES EL MEDIO INCONTROVERTIDO Y SEGURO DE TOMAR POSESIÓN REAL DE UN
TERRITORIO DISPUTADO. ¿QUIÉN ESTÁ EN MEJOR CONDICIÓN QUE NOSOTROS PARA POBLAR
LO QUE ES CUANDO MENOS UNA PROLONGACIÓN Y CONTINUACIÓN DE NUESTRO MÁS PROPIO Y
ARGENTINO SUELO?”
Visionario decía: “LA REPÚBLICA ARGENTINA PARECE ENFERMA DE
LA CEGUEDAD DEL TOP, CUANDO PIERDE UNA HORA EN NO OCUPARA Y POBLAR SUS
TERRITORIOS MARÍTIMOS DEL SUD, DONDE ESTÁN LAS MINAS DE SU GRANDEZA FUTURA, QUE
SON LA GANADERÍA, LA AGRICULTURA, LA PESCA, EN NUESTROS MARES AUSTRALES SON LA
NUEVA AUSTRALIA Y UNA NUEVA CALIFORNIA”.
Cuanta claridad de su pensamiento frente a otros que veían
en la Patagonia Argentina puro desierto que se debía entregar a los chilenos
como el caso de Sarmiento.
En sus polémicas con Mitre y Sarmiento declara: "Si
Mitre se ha parado sobre la estatua de Belgrano para hacerse visible, Sarmiento
se para encima de Mitre, o sobre los dos, con la misma mira, y para
recomendarse a sí mismos, sus hechos, su época, rebajan a Belgrano, lo
presentan como su inferior, por el lado de sus pretendidos defectos. En lugar
de elevarse a las virtudes de Belgrano, imitando su modestia, rebajan al héroe
a su nivel de ellos, critican sus faltas, publican sus procesos, hablan de sus
flaquezas y defectos, para mostrarse ellos superiores en saber militar, en
política, en energía de hombres de Estado."
Cuando Alberdi regresa en 1879, se reconcilia con Domingo
Sarmiento, su viejo adversario, que entonces era ministro del Interior. No
sucede lo mismo con Mitre. Cuando en 1880 se propuso que el Estado publicara
las Obras Completas de Alberdi, el diario La Nación de Mitre se opuso y
encabezó una campaña en contra como así para que lo designaran embajador. Estos
hechos lo empujaron a abandonar nuevamente la Patria. Marchó a París, con el
cargo de Comisario de Inmigración otorgado por el gobierno, pero sin fuerzas,
ni recursos. Falleció en un suburbio parisino, en Neully, el 19 de junio de 1884.
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