Por Ley N° 24.561 el 20 de septiembre de 1995 como merecido
reconocimiento a los miles de inmigrantes italianos residentes en nuestra
República Argentina y para los descendientes de los mismos, que contribuyeron,
y aún hoy lo siguen haciendo, con su esfuerzo a la grandeza y progreso de la
Argentina se establece el 3 de junio como el “Día del Inmigrante italiano” coincidente
con el natalicio del General don Manuel Belgrano un 3 de junio de 1770 a metros del Convento de Santo Domingo.
El General Manuel Belgrano fue
bautizado por el sacerdote Juan Baltasar Maciel y Lacoizqueta como Manuel José
Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano.
En
el libro parroquial de bautismos de la Iglesia Catedral de Buenos Aires,
iniciado en el año de 1769 y concluido en el de 1775, se lee al final de la
página 43:
"En 4 de junio de 1770, el señor doctor don Juan Baltasar
Maciel canónigo magistral de esa santa iglesia Catedral, provisor y vicario
general de este obispado, y abogado de las reales audiencias del Perú y Chile,
bautizó, puso óleo y crisma a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús, que
nació ayer 3 del corriente: es hijo legítimo de don Domingo Belgrano Pérez y de
doña Josefa González: fue padrino D. Julián Gregorio de Espinosa".
Manuel Belgrano
fue el 4° hijo varón de ocho hijos varones y tres mujeres.
Su padre Domenico era de origen italiano, oriundo de Costa D´Oneglia, pueblo de montañas, vecino de
la ciudad de Imperia, en la región de Liguria, y tenía como segundo apellido el de
Peri, que se castellanizó luego como Pérez. Era un comerciante autorizado por
el rey de España para trasladarse a América y había llegado a Buenos Aires en
1751 o 1753 o 1754 (hay distintos años en diferentes textos…) llegó al puerto de Buenos Aires acompañado de su primo Angelo Castelli en el virreinato
del Río de la Plata con la intención de
comerciar aceite de olivos, aceitunas, frutas secas y otros productos de la Liguria y regionales.
ESCUDO DE LA FAMILIA BELGRANO. |
Llegó a ser Regidor de Cabildo y Alférez Real; socio
fundador de la Hermandad de la Caridad de Buenos Aires en 1761; contador en
1767; tesorero en 1768 y secretario en 1783.
Dice el escritor argentino Ricardo Rojas: "El padre de
Belgrano ... fue un hijo de Italia. Fue allá en el golfo de Génova, en el viejo
puerto de Oneglia donde nació este Belgrano Peri ...Por allá están San Remo,
Albenga, Alassio, Noli, Savona, por allá nuestra Oneglia, las viejas villas del
golfo, de donde en otro tiempo partían los vivaces mercaderes que se
posesionaron de la banca levantina, y los audaces navegantes que, en rivalidad
con venecianos y turcos, fundaron mercados en Constantinopla, en Siria, en
Chipre, en las costas doradas del Oriente. La leyenda de España y de las Indias
era familiar a los hombres de la Liguria, los "ginoveses" (genoveses)
a quienes Quevedo alude como a "gentes de la vida española."Soldados
aventureros, ..., judíos sefardíes ... venidos todos de España, bullían en las
calles de Génova, cuya población conservaba el rasgo de vida cosmopolita que ya
Dante les señalara en su Comedia. Por allá anduvo siglos antes Cristóbal Colón
...... hacia 1750, el padre de Belgrano pasó de Génova a Cádiz para ejercer el
comercio, y después de naturalizarse español, siguió el camino de su aventura
hacia occidente, y llegó a Buenos Aires...".
DOMENICO PERI: Natural de Oneglia en la Liguria (República
de Génova, Italia). Su apellido fue "Peri", pero le decían
"Belgrano" por el buen grano de trigo que conseguía en sus cosechas
según se cuenta; y al trasladarse a la América, tradujo su apellido original
"Peri" por el castellano "Pérez" y le agregó el sobrenombre
"de Belgrano". Finalmente se le terminó llamando por el sobrenombre
"Belgrano" que es el apellido que heredaron sus descendientes en
Argentina.
La madre de Belgrano era María Josefa González Casero,
nacida en la ciudad de Buenos Aires, de familia procedente de la localidad de
Loreto en Santiago del Estero. El General Manuel Belgrano, en sus “Memorias”,
recuerda a su padre: “adquirió riquezas en calidad de comerciante, con ellas
ofreció a sus hijos la mejor educación en esa época”. Domingo Francisco
Belgrano Peri Falleció el día 24 de Septiembre del año 1795.
Un dato significativo es que el Gral Manuel Belgrano a pesar
de no haber nacido, ni vivido, ni fallecido en Imperia, y ni siquiera hay datos
que alguna vez hubiera visitado a Italia; es considerado por esa ciudad, un
héroe propio, merecedor de estar en dicho mural con los personajes más
importantes de su historia.
Mural en Imperia donde se observa al prócer (a la derecha) Manuel Belgrano. |
Del General Manuel Belgrano el historiador Salvador Ferla
dice: “Abogado, economista, funcionario público, periodista y militar. Como
militar fue, a pesar de sus derrotas, el mejor de todos los que actuaron en su
tiempo excepto San Martín”.
El Gral. Manuel Belgrano quien llegó a ser un gran
economista, promotor de la educación, periodista, político; llegó al grado de
General algo que aquellos que tienen ideas que serían consideradas
“anti - militaristas” buscan ocultar a toda costa como si fuera un pecado capital y lo
llaman simplemente Don o bien doctor, cónsul o periodista pero el título de General no llegó por obra y gracia de algún decreto
(ni por regalo) sino por los méritos su estoicismo, su valor y también su
contracción al deber.
Con respecto de la
importancia de la educación decía: “…Esos miserables ranchos donde se ven
multitud de criaturas, que llegan a la edad de la pubertad, sin haberse
ejercitado en otra cosa que la ociosidad, deben ser atendidos hasta el último
punto. Uno de los principales medios que se deben adoptar a este fin son las
escuelas gratuitas, a donde puedan los infelices mandar sus hijos, sin tener
que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podrán dictar buenas
máximas, e inspirarles amor al trabajo, pues en un pueblo donde reine la
ociosidad, decae el comercio y toma su lugar la miseria”.
Tres días antes de la declaración de la Independencia argentina el 9 de julio de 1816 propone una
idea que contaba con el apoyo del General San Martín que sería desechada la
consagración de una monarquía: "Ya nuestros padres del congreso han
resuelto revivir y reivindicar la sangre de nuestros Incas para que nos
gobierne. Yo, yo mismo he oído a los padres de nuestra patria reunidos, hablar
y resolver rebosando de alegría, que pondrían de nuestro rey a los hijos de
nuestros Incas”.
Belgrano murió en la pobreza (a pesar de que su familia
había sido una de las más acaudaladas del Río de La Plata) y el olvido de sus
compatriotas un 20 de junio de 1820 en una Buenos Aires asolada por anarquía
gubernativa que llegó a tener ese día tres gobernadores distintos. Sólo un
diario, El Despertador Teofilantrópico del Padre franciscano Paula de Castañeda
se ocupó de la muerte de Belgrano. Ya decía Juan Bautista Alberdi: “Todos los
grandes patriotas de Sud América, los verdaderos y de buena ley, entraron ricos
en la política y sacaron de ella la miseria, el cadalso, la proscripción, la
ignominia. Tales fueron Liniers, Alzaga, Belgrano, Rivadavia, Bolívar,
Portales, Sucre. Pero todos los grandes patriotas del día, han entrado en la
política pobre y han salido ricos, célebres, llenos de títulos y dignidades.
Ninguno de ellos han muerto en su vida de perpetuas guerras”.
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