Ulyses Petit de Murat
acerca de este evento manifestaba lo siguiente:
"La muerte, al fijarlo inamoviblemente en una imagen sonriente, feliz, entradora, clara, varonil, porteña, de una juventud arrasadora, sellaba un destino que explican sus fotografías (en los taxis de México, en los tabucos de Panamá, en los bares de Tucumán o Lima) o los afiches de sus películas siempre repetidas desde Santiago de Cuba a Tacuarembó: estaba en el pueblo y ahí se quedó".
"La muerte, al fijarlo inamoviblemente en una imagen sonriente, feliz, entradora, clara, varonil, porteña, de una juventud arrasadora, sellaba un destino que explican sus fotografías (en los taxis de México, en los tabucos de Panamá, en los bares de Tucumán o Lima) o los afiches de sus películas siempre repetidas desde Santiago de Cuba a Tacuarembó: estaba en el pueblo y ahí se quedó".
El accidente aéreo de Medellín acontece el 24 de junio de 1935 cuando el avión trimotor
Ford matrícula F-31 de la empresa Servicio Aéreo Colombiano (SACO) que iba
desde Bogotá a Cali, vía Medellín chocó mientras estaba despegando en el
Aeropuerto Olaya Herrera con otro avión del mismo tipo, denominado “Manizales”
de la Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos (Scadta) que estaba
detenido en espera para salir.
Luis Cardillo en “Los tangos de Sabina” dice lo siguiente:
“Gardel inicia su gira por Latinoamérica contratando sus vuelos a empresas
alemanas, las cuales copaban el mercado aéreo por esas latitudes. Buenos
pilotos con buenas máquinas le aseguraban a Carlitos estar tranquilo en los
vuelos, ya que le tenía pánico a los aviones y prefería viajar en barco. Al
llegar a Medellín, un joven fanático nacionalista que luchaba por crear una
compañía aérea netamente colombiana, le propone a Gardel que abandone a los
alemanes y siga el derrotero con él. Ernesto Samper Mendoza (21 años) y su FM3
convencen al cantante de dicha patriada.
Testigos oculares dijeron que Mendoza, con la comitiva
importante del cantante y los músicos que le había arrebatado a los alemanes,
intentó pasar a vuelo rasante sobre un avión contrario que esperaba su salida
al final de la pista, como para avivar aún más el duelo.
Un golpe de viento de cola no le permitió realizar con habilidad
la sarcástica maniobra y no pudo dominar el avión; lo que provocó estrellarse
contra ellos”.
Dicen que Carlitos Gardel había invitado al muchacho prodigio
Astor Piazzolla, en los Estados Unidos, a unirse en su gira por países de América, pero el padre de Astor se negó
porque según su criterio era muy joven lo que fue en realidad una desilusión para el menor Astor sería una suerte pues es en esta gira por países de Nuestra América en la que Gardel y acompañantes pierden la
vida en un accidente aéreo.
A partir del accidente nació el mito popular muchos
claro-oscuros, debates, interrogantes desde su nacimiento en Francia o Uruguay
hasta que vivía en la selva y otras especulaciones.
Aunque sobre su nacimiento investigaciones parecen cerrar el debate del
origen del morocho que era francés.
Se decía que era afiliado al Partido Conservador de la provincia de Buenos Aires o vinculado a los conservadores como Alberto Barceló, Pedro Cernadas y sus vínculos con Juan Ruggiero y que amenizaba los actos partidarios de los consevadores.
Se decía que era afiliado al Partido Conservador de la provincia de Buenos Aires o vinculado a los conservadores como Alberto Barceló, Pedro Cernadas y sus vínculos con Juan Ruggiero y que amenizaba los actos partidarios de los consevadores.
Según Raúl Apreda Picone sostiene que Carlos Gardel grabó una canción
proselitista para la campaña electoral que llevó a Hipólito Yrigoyen a la Presidencia
de la Nación, en 1916 y que fue contratado para cantar en una estancia, ante la
presencia de Marcelo Torcuato de Alvear y se relacionó con Juan B. Justo y con
Alfredo Palacios. Y todo es debate inconcluso.
Gardel y la política.
Gardel fue amigo de caudillos y políticos diversos.
Profesional del canto, su personalidad no puede medirse a través de un estricto
esquema ideológico. Protegido en su iniciación por Constancio Traverso, puntero
conservador de Balvanera Oeste, cultivó después los favores de Alberto Barceló,
cantó en los lupanares de Avellaneda controlados por Ruggierito.
Simultáneamente era íntimo de Vicente Scarlatto, fiel emisario de Yrigoyen, y
lo protegió en 1930 cuando estaba prófugo y perseguido.
Sin embargo, es bueno recordar que producida la división
radical en 1925, Gardel grabó en una versión especial la marcha Adelante de
proselitismo yrigoyenista, con versos juveniles de José Constantino Barro,
dirigente del Comité Universitario Radical con sus inseparables Arturo
Jauretche y el Homero Manzione, y música del director de orquesto Emilio
Iribarne estaba a punto con concluir la actividad del dúo Gardel-Razzano, y le
acompañaban las guitarras del "negro" Ricardo y Guillermo Barbieri.
Carlitos captaba lo popular y se brindaba a sus mejores
esencias, quizá sin poseer conciencia de su propia misión afirmadora de una
cultura nacional. Esa misma profesionalidad lo alejó del país en los críticos
momentos electorales del 28: viajó a España en octubre de 1927 y después de triunfar
en Europa retornó en junio, pasados los comicios. Esto explica por qué en su
ausencia fuera Ignacio Corsini el intérprete favorito que popularizó el tango
Hipólito Yrigoyen, de Enrique P. Maroni.
El 12 de septiembre de 1928, un mes antes de la asunción
presidencial, Gardel volvió a partir, contratado en París, y este nuevo
marginamiento lo alejó de la realidad argentina. Vivió en Buenos Aires entre
junio del 29 y diciembre del 30 en plena crisis gubernativa y en la euforia
exitista no tuvo problemas en grabar el 25 de septiembre el tango íViva la
patria! compuesto aceleradamente por Francisco García Jiménez para adular a
Uriburu, con música de Anselmo Aieta.
Esos antecedentes tampoco le impedirían dar el espaldarazo a
dos grandes obras de Homero Manzi, y grabar en enero de 1933 la Milonga
sentimental, para concluir el 12 de junio (aún en vida de Yrigoyen) con Milonga
del 900 que quizás sin quererlo retrata su verdadera personalidad: "Soy
del partido de todos / y con todos me la entiendo / pero váyanlo sabiendo / soy
hombre de Leandro Alem".
Fuente: Revista Nuestro Siglo Historia Gráfica de la
Argentina contemporánea Fascículo 80 - Página 159 Editorial Hyspaméricauenos
Aires, 1984. Tomado de: Luis C. Alén Lascano, "1928, El proceso
nacional", en Todo es Historia, Nº 137, octubre de 1978. Publicado en
Diario “Clarín”
El tango “Viva la Patria” fue grabada por Carlos Gardel en setiembre de
1930.
La niebla gris rasgó veloz, el vuelo de un adiós
y fue el triunfal amanecer de la revolución
y como ayer, el inmortal mil ochocientos diez,
salió a la calle el pueblo radiante de altivez.
Ver un extraño el opresor cual de un siglo atrás,
pero en el mismo el pabellón que quiso arrebatar,
y al resguardar la libertad, del trágico malón
la voz eterna y pura por las calles resonó:
¡Viva la patria y la gloria de ser libre!
¡Viva la patria que quisieron mancillar!
Orgulloso de ser argentino,
al trazar nuestros nuevos destinos,
¡viva la patria, de rodillas en su altar!
Y la legión que construyó la nacionalidad,
nos alentó, nos dirigió desde la eternidad,
entrelazados vio avanzar la capital del sur,
soldados y tribunos, linaje y multitud.
Amanecer primaveral de la revolución,
de tu vergel, cada mujer fue una fragante flor
y hasta tiñó tu pabellón la sangre juvenil,
haciendo más glorioso nuestro grito varonil.
En 2003 la voz de Gardel ha sido registrada por la Unesco en
el programa Memoria del Mundo.
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