GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

jueves, junio 12, 2014

12 DE JUNIO DE 1974: Ultimo Discurso en Plaza de Mayo de Juan Domingo Perón. Falleció 19 días después, el 1° de julio de 1974.

Perón daba el último discurso en Plaza de Mayo hace 40 años.

Falleció 19 días después, el 1° de julio de 1974.
l 12 de junio de 1974 quedó en la historia como el día del último discurso de Juan Domingo Perón en la Plaza de Mayo. Pocos recuerdan que horas antes el viejo líder amenazó con renunciar, molesto porque sectores gremiales y empresarios saboteaban su “pacto social” generando aumentos de precios y desabastecimiento. Fue hace 40 años y significó el último contacto de Perón con su pueblo desde los balcones de la Casa Rosada, tal vez el más visceral de su tercer mandato, con su figura enfundada en un memorable sobretodo cruzado gris con solapas negras, y su rostro por momentos adusto y los puños crispados detrás de los micrófonos de Canal 7 y LRA.


Perón no estuvo ya detrás de un vidrio blindado, como al asumir el 12 de octubre de 1973 por temor a un atentado, y habló ante una concentración que tuvo mucho de espontánea -poco habitual en aquellos tiempos-, con algunos carteles de sindicatos y mucha gente suelta, especialmente miles de empleados de oficinas céntricas y grupos que llegaron a movilizarse desde la Capital y el Gran Buenos Aires. 

Apuntando a la fibra más íntima de una ciudadanía que lo respaldó nueve meses antes con un 62% de los votos, pronunció la frase que encendió todas las alarmas políticas y sindicales. “Si llego a percibir el menor indicio que haga inútil ese sacrificio -el Pacto Social-, no titubearé un instante en dejar este lugar a quienes lo puedan llenar con mejores probabilidades”.

El fundador del PJ pareció buscar el equilibrio de un nuevo centro de gravedad político, y dijo que no se dejaría influenciar ni “por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda”.

Al cabo de un discurso de 13 minutos, dijo lo que todos querían escuchar: “Compañeros, esta concentración popular me da el respaldo”, lo que fue respondido por una de las más fuertes y prolongadas ovaciones de la tarde, seguidas del clásico grito de “Perón, Perón”.

Luego vendría su célebre frase: “llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino”. Una verdadera despedida ante un pueblo que lo ungió como conductor durante tres décadas, ya que 19 días más tarde fallecía. (Télam)

El discurso del 12 de junio de 1974  en Plaza de Mayo del entonces presidente Gral. Juan Domingo Perón.

Compañeros: 

Retempla mi espíritu estar en presencia de este pueblo que toma en sus manos la responsabilidad de defender la patria. Creo, también, que ha llegado la hora de que pongamos las cosas en claro. Estamos luchando por superar lo que nos han dejado en la República y, en esta lucha, no debe faltar un solo argentino que tenga el corazón bien templado.
Sabemos que tenemos enemigos que han comenzado a mostrar sus uñas. Pero también sabemos que tenemos a nuestro lado al pueblo, y cuando éste se decide a la lucha suele ser invencible.

Hoy es visible, en esta circunstancia de lucha, que tenemos a nuestro al pueblo, y nosotros no defendemos ni defenderemos jamás otra causa que no sea la causa del pueblo.
Yo sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección; pero nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos y marcharemos directamente a ellos, sin dejarnos influir por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda.

El Gobierno del Pueblo es manso y es tolerante, pero nuestros enemigos deben saber que tampoco somos tontos.

Mientras nosotros no descansamos para cumplir la misión que tenemos y responder a esa responsabilidad que el pueblo ha puesto sobre nuestros hombros, hay muchos que pretenden manejarnos con el engaño y con la violencia. Nosotros, frente al engaño y frente a la violencia, impondremos la verdad, que vale mucho más que eso. No queremos que nadie nos tema; queremos, en cambio, que nos comprendan. Cuando el pueblo tiene la persuasión de su destino, no hay nada que temer. Ni la verdad, ni el engaño, ni la violencia, ni ninguna otra circunstancia, podrá influir sobre este pueblo en un sentido negativo, como tampoco podrá influir sobre nosotros para que cambiemos una dirección que, sabemos, es la dirección de la Patria.

Sabemos que en esta acción tendremos que enfrentar a los malintencionados y a los aprovechados. Ni los que pretenden desviarnos, ni los especuladores, ni los aprovechados de todo orden, podrán, en estas circunstancias, medrar con la desgracia del pueblo.

Sabemos que en la marcha que hemos emprendido tropezaremos con muchos bandidos que nos querrán detener; pero, fuerte con el concurso organizado del pueblo nadie puede ser detenido por nadie.

Por eso deseo aprovechar esta oportunidad para pedirle a cada uno de ustedes que se transforme en un vigilante observador de todos estos hechos que quieran provocarse y que actúe de acuerdo con las circunstancias. 

Cada uno de nosotros debe ser un realizador, pero ha de ser también un predicador y un agente de vigilancia y control para poder realizar la tarea, y neutralizar lo negativo que tienen los sectores que todavía no han comprendido y que tendrán que comprender.

Compañeros, esta concentración popular me da el respaldo y la contestación a cuanto dije esta mañana.

Por eso deseo agradecerles la molestia que se han tomado de llegar hasta esta plaza.

Llevaré grabado en mi retina este maravilloso espectáculo, en que el pueblo trabajador de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires me trae el mensaje que yo necesito.

Compañeros, con este agradecimiento quiero hacer llegar a todo el pueblo de la República nuestro deseo de seguir trabajando para reconstruir nuestro país y para liberarlo. Esas consignas, que más que mías son del pueblo argentino, las defenderemos hasta el último aliento.

Para finalizar, deseo que Dios derrame sobre ustedes todas las venturas y la felicidad que merecen. Les agradezco profundamente el que se hayan llegado hasta esta histórica Plaza de Mayo. Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino.

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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.