EL PENSAMIENTO CRÍTICO ES NECESARIO PARA RECUPERAR LA IDENTIDAD AMERICANA, MESTIZA, CRIOLLA Y PROFUNDA, DE PATRIA GRANDE.
EL PENSAMIENTO CRÍTICO ES NECESARIO PARA RECUPERAR LA IDENTIDAD AMERICANA, MESTIZA, CRIOLLA Y PROFUNDA, DE PATRIA GRANDE.
Jorge Rachid.
Cuando de explicita el desarrollo del pensamiento crítico, el imaginario lo traduce en la crítica a la foto del día, a ese recorte de la realidad que siempre significa una visión parcial e incompleta de la película que es la vida y son los acontecimientos, sobre los cuales reflexionamos.
Cuando analizamos la política, por ejemplo algunos analistas los hacen sobre la economía, que si bien determina, no es determinante de la misma, si ignora la política, que produce determinaciones, en un círculo que se retroalimenta, lo cual de un análisis segmentado, lleva a conclusiones parciales, sino incorpora el conjunto de los campos que componen la realidad. Esos campos no sólo son los nombrados, sino se incorporan desde la cultura al deporte, desde la educación a la salud, desde los afectos sociales a la calidad de vida. (Enrique Dussel lo explica con precisión).
El marxismo que asienta su análisis sobre la economía, olvida al Marx filósofo, que completa a un escritor e intelectual que dedicó su vida más a la filosofía que a la economía, pese a que su libro más preciado, el Capital, que pocos leyeron y muchos repiten, es sólo parte de su pensamiento, por esa razón Dusssel se permite la crítica marxista al socialismo real, productivista del capitalismo de estado comunista.
Desde ese lugar equivocado, el de los marxistas recortados que critica Dussel, del análisis político parcial, se enarbola la crítica al Perón Filosófico.
Es que Perón, propicia el análisis desde el pensamiento crítico, al desnudar el esquema demo liberal burgués al abordar el desarrollo de la Comunidad Organizada, proyección del poder popular organizado que permite superar la brecha de la disección de la realidad, que en su afán de fragmentar, siempre propone el poder. Ese poder popular organizado y consolidado constitucionalmente, permite al pueblo transformarse en protagonista de la historia, dejando de ser el sujeto pasivo del sistema demo liberal burgués (así lo denomina Perón), que lo llama cada dos años a votar, opciones que el mismo sistema ofrece.
Es entonces cuando el pensamiento crítico irrumpe con fuerzas, en el consciente colectivo del pueblo, desde la organización popular, permite el análisis de categorías que amplían la visión de la realidad, identifican al enemigo, pueden avanzar en definiciones estratégicas y planificar la construcción del modelo social solidario de Justicia Social y Soberanía Política, con criterios propios de sus intereses, sin seguir agendas ajenas, impuestas, extorsivas y coloniales.
Esas categorías, apuntalan la visión de Perón y su consejo: “la política es la internacional, el resto es de cabotaje pueblerino”, cuando explica desde el Modelo Argentino para un Proyecto Nacional. 60 días antes de morir, 1° de julio de 1974, que el mundo que viene, será de los continentalismos o bloques continentales (UNASUR y CELAC) y que la Argentina y la Patria Grande padecerán la irrupción imperial en pos de sus recursos naturales, agua dulce y alimentos.
No podemos entonces, con pensamiento crítico, dejar de mirar la realidad latinoamericana del bloqueo a Cuba y Venezuela, el Lawfare contra los llamados por el Imperio, “populismos”, catalogados al mismo nivel que el narcotráfico y el terrorismo, para invadir, golpear, encarcelar opositores, ajustar y saquear riquezas y soberanías, en una nueva colonización, siglo XXl por las fuerzas de las armas y la prepotencia de EEUU en la región.
Es desde ahí, donde con potencia histórica, surge la conciencia nacional latinoamericana, esa construida por siglos en una identidad sincrética, desde los pueblos con 10 mil años de historia hasta los inmigrantes del fin del siglo XlX. Esa construcción del pensamiento, siempre denigrada por los pensadores eurocentristas, pensadores que también nos nutrieron de herramientas de pensamiento, pero nunca copiados en sus conclusiones, de otras realidades, otras historias, otros escenarios. Por esa razón los pensadores latinoamericanos, ocultos en las bibliografías académicas, desde Vasconcellos a Martí, desde Mariátegui a Ugarte nuestro, desde Kush a Milton Santos, entre otros cientos, siempre plantearon la Patria Grande como marco referencial en la construcción del imaginario común de los pueblos.
Cuando la política, la filosofía, la economía, los intereses de los pueblos cierran en un tiempo histórico surgen los líderes que si comprometen su accionar a esa visión estratégica, crecen en su liderazgo histórico, que es la síntesis de esa conciencia transformada en destino común de los pueblos. Perón fue Juan Domingo hasta el 17 de octubre de 1945, el pueblo lo empodera en esa esquina de encuentro, entre un Líder que todavía no es y un pueblo que lo empodera, como a Evita en el transcurrir de su tiempo. Néstor y Cristina en nuestro país, Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Evo en Bolivia, son algunos emergentes de esa conciencia histórica que apuntala un proceso político, los profundiza y los apuntala, en la medida que son cumplidas sus expectativas, como así también enarbola el pensamiento crítico cuando aparta su camino, retirando su apoyo.
Ese momento histórico permitió la construcción de los Bloques UNASUR y CELAC, estigmatizados por el coloniaje imperial, que los denigra e intenta destruir, pero que no logra penetrar la conciencia identitaria de los pueblos, más allá de retrocesos ocasionales, que enarbolados como nuevos tiempos, son en realidad, bajo las excusas de la globalización y la posmodernidad, una nueva colonialidad, como la que vivió la Argentina en el macrismo, sumiso y lacayo del coloniaje.
Debemos permitirnos ser peronistas y modernos, virtuosos y honestos, comprometidos y jugados a las transformaciones sociales, políticas, económicas e internacionales, desde nuestra visión biocéntrica de la construcción del modelo social solidario que privilegia al ser humano y la naturaleza, como ejes de una proyección estratégica, que de previsibilidad a las futuras generaciones de ña Patria Grande.
Autor: Jorge Rachid / PRIMERO LA PATRIA. www.lapatiaestaprimero.org CABA, 22 de enero de 2020.
EL PENSAMIENTO CRÍTICO ES NECESARIO PARA RECUPERAR LA IDENTIDAD AMERICANA, MESTIZA, CRIOLLA Y PROFUNDA, DE PATRIA GRANDE.
Jorge Rachid.
Cuando de explicita el desarrollo del pensamiento crítico, el imaginario lo traduce en la crítica a la foto del día, a ese recorte de la realidad que siempre significa una visión parcial e incompleta de la película que es la vida y son los acontecimientos, sobre los cuales reflexionamos.
Cuando analizamos la política, por ejemplo algunos analistas los hacen sobre la economía, que si bien determina, no es determinante de la misma, si ignora la política, que produce determinaciones, en un círculo que se retroalimenta, lo cual de un análisis segmentado, lleva a conclusiones parciales, sino incorpora el conjunto de los campos que componen la realidad. Esos campos no sólo son los nombrados, sino se incorporan desde la cultura al deporte, desde la educación a la salud, desde los afectos sociales a la calidad de vida. (Enrique Dussel lo explica con precisión).
El marxismo que asienta su análisis sobre la economía, olvida al Marx filósofo, que completa a un escritor e intelectual que dedicó su vida más a la filosofía que a la economía, pese a que su libro más preciado, el Capital, que pocos leyeron y muchos repiten, es sólo parte de su pensamiento, por esa razón Dusssel se permite la crítica marxista al socialismo real, productivista del capitalismo de estado comunista.
Desde ese lugar equivocado, el de los marxistas recortados que critica Dussel, del análisis político parcial, se enarbola la crítica al Perón Filosófico.
Es que Perón, propicia el análisis desde el pensamiento crítico, al desnudar el esquema demo liberal burgués al abordar el desarrollo de la Comunidad Organizada, proyección del poder popular organizado que permite superar la brecha de la disección de la realidad, que en su afán de fragmentar, siempre propone el poder. Ese poder popular organizado y consolidado constitucionalmente, permite al pueblo transformarse en protagonista de la historia, dejando de ser el sujeto pasivo del sistema demo liberal burgués (así lo denomina Perón), que lo llama cada dos años a votar, opciones que el mismo sistema ofrece.
Es entonces cuando el pensamiento crítico irrumpe con fuerzas, en el consciente colectivo del pueblo, desde la organización popular, permite el análisis de categorías que amplían la visión de la realidad, identifican al enemigo, pueden avanzar en definiciones estratégicas y planificar la construcción del modelo social solidario de Justicia Social y Soberanía Política, con criterios propios de sus intereses, sin seguir agendas ajenas, impuestas, extorsivas y coloniales.
Esas categorías, apuntalan la visión de Perón y su consejo: “la política es la internacional, el resto es de cabotaje pueblerino”, cuando explica desde el Modelo Argentino para un Proyecto Nacional. 60 días antes de morir, 1° de julio de 1974, que el mundo que viene, será de los continentalismos o bloques continentales (UNASUR y CELAC) y que la Argentina y la Patria Grande padecerán la irrupción imperial en pos de sus recursos naturales, agua dulce y alimentos.
No podemos entonces, con pensamiento crítico, dejar de mirar la realidad latinoamericana del bloqueo a Cuba y Venezuela, el Lawfare contra los llamados por el Imperio, “populismos”, catalogados al mismo nivel que el narcotráfico y el terrorismo, para invadir, golpear, encarcelar opositores, ajustar y saquear riquezas y soberanías, en una nueva colonización, siglo XXl por las fuerzas de las armas y la prepotencia de EEUU en la región.
Es desde ahí, donde con potencia histórica, surge la conciencia nacional latinoamericana, esa construida por siglos en una identidad sincrética, desde los pueblos con 10 mil años de historia hasta los inmigrantes del fin del siglo XlX. Esa construcción del pensamiento, siempre denigrada por los pensadores eurocentristas, pensadores que también nos nutrieron de herramientas de pensamiento, pero nunca copiados en sus conclusiones, de otras realidades, otras historias, otros escenarios. Por esa razón los pensadores latinoamericanos, ocultos en las bibliografías académicas, desde Vasconcellos a Martí, desde Mariátegui a Ugarte nuestro, desde Kush a Milton Santos, entre otros cientos, siempre plantearon la Patria Grande como marco referencial en la construcción del imaginario común de los pueblos.
Cuando la política, la filosofía, la economía, los intereses de los pueblos cierran en un tiempo histórico surgen los líderes que si comprometen su accionar a esa visión estratégica, crecen en su liderazgo histórico, que es la síntesis de esa conciencia transformada en destino común de los pueblos. Perón fue Juan Domingo hasta el 17 de octubre de 1945, el pueblo lo empodera en esa esquina de encuentro, entre un Líder que todavía no es y un pueblo que lo empodera, como a Evita en el transcurrir de su tiempo. Néstor y Cristina en nuestro país, Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Evo en Bolivia, son algunos emergentes de esa conciencia histórica que apuntala un proceso político, los profundiza y los apuntala, en la medida que son cumplidas sus expectativas, como así también enarbola el pensamiento crítico cuando aparta su camino, retirando su apoyo.
Ese momento histórico permitió la construcción de los Bloques UNASUR y CELAC, estigmatizados por el coloniaje imperial, que los denigra e intenta destruir, pero que no logra penetrar la conciencia identitaria de los pueblos, más allá de retrocesos ocasionales, que enarbolados como nuevos tiempos, son en realidad, bajo las excusas de la globalización y la posmodernidad, una nueva colonialidad, como la que vivió la Argentina en el macrismo, sumiso y lacayo del coloniaje.
Debemos permitirnos ser peronistas y modernos, virtuosos y honestos, comprometidos y jugados a las transformaciones sociales, políticas, económicas e internacionales, desde nuestra visión biocéntrica de la construcción del modelo social solidario que privilegia al ser humano y la naturaleza, como ejes de una proyección estratégica, que de previsibilidad a las futuras generaciones de ña Patria Grande.
Autor: Jorge Rachid / PRIMERO LA PATRIA. www.lapatiaestaprimero.org CABA, 22 de enero de 2020.
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La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.