Arturo Martín Jauretche nació el 13 de noviembre de 1901 en
Lincoln, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia
de clase media. Su padre, Pedro Jauretche, era funcionario municipal y
militante del Partido Conservador. Su madre, Angélica Vidaguren, era maestra.
De ascendencia vasca criolla era aguerrido y perseverante.
Escribió Raúl Scalabrini Ortiz sobre Jauretche: "a los
dieciocho años era secretario del partido conservador. Tenía ante sí un
fructífero destino. Pero vio el problema del país en su esencia irreductible.
De un lado estaban los capataces de la colonia y del otro los colonos, todo el
país argentino. Arturo Jauretche no dudó. Renunció a su cargo en que una
diputación nacional estaba esperando que cumpliera la edad legal y se adscribió
a la fracción política más íntimamente confundida con el interés popular: se
hizo radical yrigoyenista".
En 1933 toma parte en el alzamiento de los coroneles Roberto
Bosch y Gregorio Pomar en la provincia de Corrientes contra el gobierno de Juan
P. Justo. “el gordo masón” –como lo
llamaba Ramón Doll-. La asonada es vencida y Jauretche cae preso. Es en la
cárcel donde escribe “El paso de los libres”, cuya edición será prologada por
Jorge Luis Borges. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, cuando publica
un libro con todos sus prólogos, Borges omite el prólogo al libro de Jauretche.
Según se sabe y es un tema que despertó polémicas (de esas que a Don Arturo les gustaba generar) Jauretche ingresó a la Masonería Argentina en la Logia Bernardino Rivadavia Nº 364, hacia 1934. Fue presentado por Gabriel Del Mazo.
Su iniciación se relacionó con su necesidad de obtener protección política, pero, también, fue el modo que encontró para alinearse ideológicamente con otros intelectuales.
En 1934, en un contexto de creciente extranjerización del
gobierno nacional, lanzó, junto a otras figuras, el “Manifiesto de los
Radicales Fuertes”. Fundó junto a otros intelectuales y activistas, reunidos en
el sótano porteño de la Av. Corrientes 1178, el 29 de junio de 1935 la Fuerza
de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) sigla inspirada en las que
fueron palabras de Hipólito Yrigoyen “Todo taller de forja parece un mundo que
se derrumba…”. La consigna fue “Somos una Argentina colonial: queremos ser una
Argentina libre”.
FORJA creó agrupaciones universitarias en La Plata, Buenos
Aires, Mendoza y Tucumán (Organización Universitaria Forjista) y en Córdoba
(Unión Federalista Revolucionaria Argentina), llegando en 1939 a conducir la
Federación Universitaria Argentina (FUA).
Fue un puente entre el movimiento
yrigoyenista y lo que vendría el peronismo.
Es precisamente en 1945 cuando Jauretche se adhiere al
peronismo y un año después es nombrado presidente del Banco de la Provincia de
Buenos Aires. Su gestión se caracteriza por el apoyo a la empresa nacional. Siguió
los lineamientos de la política económica de Miguel Miranda y en 1950, renunció
a su cargo dejando a la institución con superávit. Renuncia en 1950 por
entender que el nuevo equipo económico
de Perón no garantiza el cumplimiento de las banderas históricas del Movimiento
Peronista.
En septiembre de 1955 vino el golpe. Después del golpe
participa de discusiones del proscripto peronismo coincide con el Padre Hernán
Benítez de Aldama pero disiente con la
línea violenta de John William Cooke. Hace
periodismo defendiendo el voto de Arturo Frondizi… acusa en silencio la
traición de Frondizi.
Se exilia en
Europa y vuelve.
A principios de los ´60 es candidato por el laborismo a
senador en Capital “para salir en los diarios” dice a sus amigos… Cuando lo presentaban como el Alfredo Palacios
del peronismo contestaba: “¡Váyase al
carajo”!
En 1968, publicó “Manual de Zonceras Argentinas”, donde
cuestionó ácidamente fábulas y mitos que la intelectualidad argentina había
logrado imponer. “Mano a Mano entre Nosotros”, de 1969 fue una selección de
artículos ya publicados, tal como habían sido “Prosa de Hacha…” y “Filo,
contrafilo…”.
Sobre el Gral. Julio Argentino Roca opinaba: “Con Roca y la
resconstrucción del Ejército Nacional empieza a definirse una Política
Nacional, zigzagueante entre la compresión parcial de los hechos y el
adoctrinamiento antinacional de los ideólogos. Pero como los gobiernos
impopulares todos, subsisten casi exclusivamente gracias a la tolerancia de las
fuerzas armadas hay por lo menos una Política Nacional, la del Ejército,
expresada por su fundador, el general Roca, que tiene una Política Nacional de
fronteras y una política económica a la que falta mucho para ser nacional, pero
ya retacea el librecambio impuesto por los vencedores de Caseros en obsequio de
los “apóstoles del comercio libre”. No llega con todo a constituir sino un mero
atisbo de política nacional: ella sólo se integrará por la presencia del pueblo
en el Estado”. En “EJERCITO Y POLÍTICA” – 1958.
¿Qué opinaba Don Arturo Jauretche de Ernesto “El Che”
Guevara?
Según manifiesta en el reportaje de la Revista Federal (N°
399, 29/12/2011) Ernesto Jauretche declara: “A mi tío no le gustaba Guevara. Lo
consideraba políticamente pésimo. Don Arturo no tenía con el “Che” un
compromiso generacional, y no lo quería para nada. Para él, el político que
lleva la política a la guerra y la pierde, pierde la política. Y así definía a
Ernesto Guevara. Como un perdedor”.
Entre sus libros podremos citar: De memoria. Pantalones
cortos; Los profetas del odio (1957); Ejército y Política; La patria grande y
la patria chica (1958); Política
Nacional y revisionismo histórico (1959); FORJA y la Década Infame (1962); El medio pelo de la sociedad argentina (1966); Los profetas del odio y la yapa (1967), entre otros.
Volverá a la función pública en 1973 cuando durante el breve
gobierno de Héctor Cámpora, Jauretche ocupa la presidencia del directorio de la
Editorial de la Universidad de Buenos Aires e integró el directorio del Fondo
Nacional de las Artes como vocal.
El 25 de mayo de 1974, cuando clareaba el alba, en la Ciudad
de Buenos Aires, falleció Arturo Martín Jauretche.
Cuando Jauretche fallece, el 25 de mayo de 1974, el
Directorio del Banco Provincia de Buenos Aires decide rendirle homenaje
colocándole su nombre al Archivo y Museo Históricos, el que fue retirado
durante la dictadura. Con el restablecimiento de la democracia el Dr. Aldo
Ferrer, como nuevo presidente, rebautiza a este organismo como Archivo y Museo
Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Arturo Jauretche”.
El 13 de noviembre es el "Día del Pensamiento Nacional", en
homenaje al nacimiento del escritor y pensador Don Arturo JAURETCHE.
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