En el país del Nomeacuerdo.
Una carta escrita por científicos, intelectuales y docentes
dice que "la democracia está en peligro posiblemente como no lo estuvo
desde 1983".
Por Laura Vilche.
Si tenés entre 5, 8 o tal vez 10 años te cuento que había
una vez una señora que se llamaba María Elena Walsh que escribía y cantaba
hermosas canciones. Muchos en este país las aprendimos y se las enseñamos a
nuestros alumnos, hijos, sobrinos o nietos. Una de esas canciones, esta señora
la creó en 1967 y empezaba así: “En el país del Nomeacuerdo/doy tres pasitos y
me pierdo”.
Y si sos chiquito o chiquita tal vez no sepas que muchos,
muchos años después, en 1985, se filmó una película que se llamó la “Historia
oficial” y que ganó un premio Oscar. El personaje de la nena de la película se
llamaba Gaby. Era una nena apropiada por quien decía ser su papá. El señor la
había robado al nacer durante la dictadura que es un gobierno de terror y por
nadie elegido más que por unos cuantos militares, civiles, empresarios y curas.
¿Me seguís?
Bueno, Gaby, en la película cantaba esa misma canción que
seguía así: “Un pasito para allí/ no me acuerdo si lo di/ Un pasito para allá,/
ay, que miedo que me da”.
¿Por qué te cuento esto?
Porque hay unos señores y señoras, científicos,
intelectuales y periodistas, que escribieron una carta y dicen que la
democracia está "en peligro".
Pero no lo dicen por este virus que infecta y mata a gente
en todo el planeta, por el que estamos encerrados sin besar y abrazar a quienes
queremos; trabajando menos, por menos plata o sin trabajo, y con médicos y
enfermeros exhaustos como mulas. O por tener un presidente elegido por la
mayoría, que les pregunta a los que saben y cada dos por tres habla por la tele
con ojeras hasta los pies de tan cansado, explicándonos cómo hay que cuidarnos.
No.
Estos señores que escriben la carta dicen que hoy estamos en
peligro porque estamos como en esos años de dictadura que cuenta la película
donde habían raptado a Gaby.
Y para explicarlo, nos asustan y confunden con una palabra
que no existe más que en sus cabezas. Dicen que hoy vivimos una “infectadura”,
una mezcla de pandemia que no ven tan seria, con esos años oscuros de crímenes,
robos de bebés y en los que hasta se arrojaba gente viva al mar desde los
aviones.
Esos señores y señoras pueden asustarte, pero no hay que
hacerles caso porque se olvidan, como si vivieran en el país del Nomeacuerdo.
No recuerdan que desde 1983 hasta ahora hubo alzamientos militares, crisis
económicas terminales y que son ellos los que apoyaron un gobierno que impulsó
pérdidas de derechos laborales, aumento de pobreza y cierre de negocios.
Son gente olvidadiza que se equivoca feo, y tiene muchos
años pero parece que entienden menos que vos.
Fijate, acá salvo el coronavirus nadie está matando a
mansalva, raptando o tirando a nadie desde ningún avión. Sólo se está tratando
que no muera más gente, como en otros países: Estados Unidos y Brasil, por
ejemplo.
Te conté todo esto porque a veces es mejor hablar con los
nenes y las nenas que perder el tiempo con gente que no se acuerda de las
cosas. Y de paso te digo cómo termina esta canción: “Un pasito para atrás/y no
doy ninguno más/porque ya, ya me olvidé/donde puse el otro pie”.
Publicado en Diario “La Capital” de Rosario, sábado 30 de
mayo del 2020.
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