La casa no está en orden­ por Carlos IALORENZI - Diario "La Prensa".

 

La Semana Santa de 1987 es recordada por la llamada rebelión de los "carapintadas" y la famosa frase de Alfonsín desde el balcón de la casa Rosada: "la casa está en orden... y no hay sangre en la Argentina"­

Pasaron 35 años y mucha agua bajo el puente. La casa no estaba en orden en aquél año y ahora no solo no está en orden, si no que corre riesgo de derrumbarse.­

Hace décadas que vivimos soportando y agudizando los mismos problemas y agregando otros, y no hay reacción. Pareciera que no existe un grupo de dirigentes capaces que se animen a hacer lo que hay que hacer, ni un pueblo que con vehemencia lo exija.­

Muchos se preguntan por qué no estalla todo y otros responden que eso no sucede en gran medida, porque los que hacen "piquetes" y acampes cobran planes que son solventados gracias a los impuestos que paga la gente pacífica que lo que quiere es poder vivir dignamente de su trabajo y estudiar para tener un futuro mejor. Estos no se dedican a cortar calles o a dañar el espacio público. Mientras unos protestan y rompen, otros trabajan y se esfuerzan por superarse.­

El libro "Manual del perfecto idiota latinoamericano" describe cómo la dirigencia y cierta intelectualidad creen poder alcanzar el bienestar repitiendo siempre el mismo proceso, acrecentando el Estado y entregándole el poder a un caudillo, citando como ejemplos emblemáticos al peronismo en Argentina y al régimen cubano.­

­SEGUIR ZAFANDO Y CUIDAR LA QUINTITA­.

Una manera simplista de ver la actitud ciudadana, con respecto a la desastrosa situación social, cultural, política y económica en la que estamos, podría ser descripta en tres grandes posturas: los informados que están muy preocupados por el destino del país, que luchan a diario por progresar pese a todo; los que siguen viendo nada más que sus problemas y no les interesa informarse ni formarse y están pensando solamente en cómo llegar a fin de mes para seguir zafando y no caer en la pobreza o en la indigencia, y los que obedecen ciegamente a un líder y lo apoyan haga lo que haga.­

También podemos agregar otro grupo o segmento cada vez más numeroso que son los funcionarios de mediana jerarquía y los asesores a nivel nacional, provincial o municipal que accedieron a un puesto con ciertos privilegios y mejores ingresos, que tratan de no hacer ola para seguir cuidando su "quintita", más que ejercer su tarea en beneficio de la sociedad.­

­TOMAR DECISIONES­.

Todo indica que si no se cambia el rumbo, el país va camino al colapso.­

Acostumbrados a las manifestaciones y piquetes que a diario se producen en Buenos Aires y en otros lugares del país, la ciudadanía responsable y hacedora se pregunta ¿Cómo sigue esto? ¿Qué va a pasar con mi economía? ¿Qué futuro me espera para mí y mi familia?­

Un país con fuerzas de seguridad y FF.AA. que no cuentan con respaldo político y con las dos mayoritarias alianzas partidarias, una ejerciendo un oficialismo desquiciado y la otra una tibia oposición, son las grandes culpables de este lamentable presente. Algún día tendrán que hacerse cargo de todo el daño que han hecho. Esperemos que lleguen lo antes posible los nuevos dirigentes para apuntalar la casa y así evitar el derrumbe.­

Hace pocas horas, la Vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner dijo:" Que te pongan una banda y que te den el bastón no significa que tengas el poder", en obvia alusión e su elegido para ejercer la Presidencia de la Nación.­

Tenemos que darnos cuenta que no le podemos seguir entregando el poder a una yunta de irresponsables que lo único que quieren es ganar las elecciones para beneficio propio y no para el bienestar del país.­

Seguir confiando en la "casta política" actual, es ir aceleradamente en búsqueda del precipicio.­

Algunos nuevos actores van apareciendo, unos con alto perfil y otros con perfil bajo. Es el momento de acercarse a ellos, de involucrarse en otros partidos políticos que defiendan los valores que hicieron grande a la Argentina entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, que fueron magistralmente plasmados en nuestra Constitución Nacional de 1853/60.­

­DIOS EN EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS­.

Durante la campaña electoral de 1983, el candidato Alfonsín solía cerrar sus discursos recitando parte del preámbulo de nuestra Ley Fundamental, omitiendo decir "invocando la protección de Dios fuente de toda razón y justicia".­

En esta Semana Santa pidámosle a El que nos guíe y nos ilumine para saber decidir lo mejor para nuestra querida Argentina.­

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PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.

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