Pensamientos del "último Perón".
“¡Los imperialismos no se mantienen nunca por la fuerza!
Dicen los yanquis que ellos no van a ceder porque son ricos. Cartago era el
imperio más rico que ha habido en la historia de la humanidad y Escipión el
Africano terminó en una semana con Cartago.
Dicen que son fuertes, ¡Bendito sea Dios! Mas fuerte que el
Imperio Romano no ha habido ninguno. Sin embargo el imperecedero Imperio Romano
ha quedado reducido a su mínima expresión. De una palabra, de un término, de un
calificativo…de italianos.
(…) Porque los imperialismos se pudren por dentro. Vea el
estado de Inglaterra –que ha sido un imperio poderoso-,que acaba de hacer una
ley para que el homosexualismo sea una cosa legal, siempre que se practique en
privado… ¡¡¡Pero si eso mismo pasaba en Roma y pasaba en Grecia en la época de
la descomposición!!!. ¡¡¡Son los signos de la decadencia!!!”.
*** Tomado de: Enrique Pavón Pereyra, “Perón, tal como es”,
(Ed. Machaca Güemes, Buenos Aires, 1973), respuestas de Perón a las preguntas
que formula el autor, capitulo XVIII: Una situación que vive el mundo.
Y COMO YAPA UNA FRASE ENCONTRADA QUE ES UNA JOYITA EN EL
LIBRO "LAS AVENTURAS DE PERÓN EN LA TIERRA".
"Yo estoy viejo pero no soy ningún pelotudo. Si
realmente tuviera la convicción de que la revolución se escribe con sangre, ya
les hubiera dejado el camino expedito a los jóvenes, pero tengo miedo de que la
sangre que corra en el futuro no sea justamente la que ellos creen que debe
correr, sino la de ellos mismos. Cuando digo esto, pienso en la infinidad de
jóvenes que corren detrás de una consigna que creen revolucionaria, sin
detenerse a pensar cuánto posee dicha consigna de carácter realmente
popular." Frase del libro: "LAS AVENTURAS DE PERÓN EN LA TIERRA"
de Editorial SUDAMERICANA que es un anecdotario de Perón en el exilio y
de su regreso a la Argentina de JORGE
BERNÁRDEZ y LUCIANO DI VITO.
Estando exiliado Perón en Madrid en 1967 el dirigente
peronista Mario José Franco lo visita en el libro “Mis reflexiones” : “Se interesa por Villa Regina y me expresa
que conocía el pueblo. Primero pensé que estaba poniendo en práctica lo que me
había dicho un momento antes pero después me dí cuenta que era cierto. -¿No hay
una capillita en las bardas ? ¿Le dicen bardas no? Cuando estaba practicando
andinismo en Mendoza me ordenan que integre una comisión militar para ir hasta
Neuquén. Como a ninguno nos gustaba los viajes en avión fuimos en auto. Pasamos
por General Alvear. De Carmenza a Santa Isabel todo ese camino con médanos,
pasando por Puelén, 25 de Mayo, en La Pampa. Cruzamos el Río Colorado en balsa
llegando a Catriel, un poco antes habíamos dormido en un puesto cuyo nombre no
recuerdo. Pasamos frente a Cinco Saltos, después Cipolletti donde nuevamente
utilizamos la balsa para cruzar al río Neuquén y llegar a la ciudad.
Y Perón sigue con su relato: "-Un camarada nos invita a
ir a un pueblo nuevo cuya colonia es italiana a unos 100 km. de aquí y en donde
había unas fiestas bárbaras en el salón "Dopolavoro". Era sábado,
pero ¿Cómo vamos?. Estaba podrido de andar en auto, así que vamos en el
"trencito", un servicio local de trenes. Llegamos a "Regina
Pacini de Alvear" y en el baile había unas gringas de lindas ¿y ahora?
-"Le contesté mejores que nunca, y me di cuenta con los datos que me daba
que era cierto que conocía Regina.
Y continúa: "-De regreso al otro día nuevamente tomamos
el trencito que llegaba hasta Chichinales; y a propósito conoce Usted algo o le
gusta conversar sobre el idioma y el pasado indígena de la Patagonia? -"Le
contesté que sí y que además tenía "La toponimia de la lengua
Araucana" librito de autoría de Perón, se puso muy contento y de paso me
solicitó el ejemplar porque no tenía ninguno por haberlos obsequiado unos y
prestados otros. Luego en Regina le pregunté a viejos vecinos si en alguna
fiesta en el "Dopolavoro" alguna vez habían asistido militares de
Neuquén y me contestan que habitualmente no, pero que cuando se inauguró el
salón asistieron cuatro o cinco militares de uniforme, bien plantados, con una
bronca de todos porque deslumbraron a las chicas. Cuando les dije que uno de
esos militares era el coronel Perón no lo querían creer. Volviendo a Puerta de
Hierro me realizo muchas preguntas sobre Villa Regina. Le expliqué que por la
Ley de Aparcerías Rurales dictada en la década del 40 se había verdaderamente
"salvado" la Colonia, cuyas chacras estaban próximas a rematarse y
que para la ejecución habían enviado a un Inspector del Banco Hipotecario.
Entonces me dijo: "-Así que me deben recordar agradecidos?". Le
contesté que sí, aunque algunos tal vez no tanto, interiormente pensaba en ese
momento. Si hay un pueblo en la República Argentina que en su plaza principal
debería tener un monumento a Perón, tendría que ser Villa Regina. Pero el
olvido y la falta de agradecimiento a tantos hombres y mujeres que llegaron a
entregar todo, incluso la vida, no es nada en nuestro país, así que no nos debe
extrañar que en Villa Regina falte el homenaje al hombre que la mereció con
creces”.
Contaba Perón : "Una vez un señor me hizo una
´interviú´ me preguntó: ´Ustedes están haciendo una revolución. ¿ Su doctrina
es nueva ?´ Yo le contesté: ´Si, es nueva. hace dos mil años ya la habían
anunciado´. Hace dos mil el justicialismo ya era justicialismo. Lo que pasa es
que nadie le llevó el apunte y nadie le hizo caso". Conferencia
pronunciada el 25/2/53 por el presidente Juan D. Perón en la Universidad de
Chile. Reproducida por Fermín Chávez, Perón y el Justicialismo, Buenos Aires,
Cedal, 1984, p. 68.
Publica Telam: Juan Domingo Perón eligió volver
definitivamente al país el 20 de junio de 1973, pero lo que debía ser una
fiesta popular que iba a celebrarse en la inmediaciones del aeropuerto de
Ezeiza se convirtió en una tragedia.
Sectores de izquierda y derecha del peronismo se enfrentaron
con armas de fuego en una jornada que dejó un saldo impreciso de muertos y
heridos.
Esos hechos determinaron la renuncia de Héctor Cámpora a la
presidencia, tras 50 días de gobierno, y el llamado adelantado a elecciones en
la cuales el viejo caudillo se presentó secundado de su mujer, María Estela
Martínez de Perón, conocida popularmente como Isabelita.
El 23 de septiembre, el líder del justicialismo se consagró
presidente por tercera vez con el 62 por ciento de los votos, en tanto que la
fórmula del radicalismo que integraban Ricardo Balbín y Fernando de la Rúa
obtenía menos del 21 por ciento de los votos.
Sin embargo, la confrontación entre los sectores ortodoxos y
la tendencia revolucionaria del peronismo prosiguieron y se convirtieron en una
constante a partir del segundo semestre de 1973.
La banda parapolicial Tripe A (Alianza Anticomunista
Argentina), bajo el amparo del ministro de Bienestar Social, José López Rega,
inició una campaña de persecución y asesinatos contra dirigentes y
personalidades identificadas con posturas de izquierda.
En este contexto, el sacerdote Carlos Mugica, un religioso
comprometido con la opción por los pobres, era asesinado y se convertía en una
víctimas emblemáticas de la Triple A.
Unos días antes de ese crimen, el 1 de mayo, durante una
concentración en Plaza de Mayo, Perón llamó "imberbes y estúpidos" a
los Montoneros, que se retiraron en medio del discurso del líder.
En materia económica, y bajo la conducción de José Ber
Gelbard, el gobierno lanzó una política de precios máximos y un pacto social
con el que buscó contener la inflación.
Si bien Gelbard alcanzó ese objetivo en los primeros meses
de su gestión, el contexto internacional de la crisis del petróleo conspiró
contra el éxito de su proyecto económico.
En mayo se registró una inflación del 3 por ciento; había
desabastecimiento de algunos productos de la canasta básica y, ante este
panorama, Perón decidió dirigirse a la población por cadena nacional de radio y
TV, en el mediodía del 12 de junio.
"Siempre que la economía está creciendo y se mejoran
los ingresos del pueblo aparece el mercado negro. El gobierno no puede estar
cuidando el bolsillo de los zonzos que le hacen el juego a los especuladores.
Si el esfuerzo que hacemos es inútil, no titubearé en dejar este lugar para que
lo ocupe otro", señaló el mandatario.
La CGT decretó un paro en respaldo al Presidente y en
cuestión de horas la Plaza de Mayo estaba llena, y en ese escenario, Perón
pronunció su último discurso.
"Ni los especuladores ni los aprovechadores de todo
podrán, en esta circunstancia, medrar con la desgracia del pueblo",
remarcó el líder ante la multitud de trabajadores.
Y cerró su discurso con una frase que quedó marcada a fuego
en la memoria popular: "Llevo en mis oídos la más maravillosa música que
es la palabra del pueblo argentino".
Un día después de hablar en Plaza de Mayo, el viejo general
viajó a Paraguay con el propósito de visitar al presidente Alfredo Stroessner,
y allí, mientras realizaba actividades protocolares bajo una fuerte llovizna,
contrajo una broncopatía infecciosa.
A los 78 años, Perón padecía problemas cardíacos que
acarreaba desde su estadía en España, donde en 1971 había sufrido un infarto
debido a una obstrucción arterial.
La afección pulmonar que lo enfermó en esos días no hizo más
que agravar el cuadro cardíaco que padecía, y por eso, los médicos Pedro Cossio
y Jorge Taiana -conocedores de los antecedentes clínicos del presidente-
recomiendan que guarde reposo absoluto en la residencia de Olivos.
El 20 de junio el cuadro clínico del paciente se agrava,
pero por decisión de López Rega e Isabelita se informa que Perón padece
"un fuerte estado gripal", sin brindar mayores precisiones.
Cossio y Taiana le recomiendan a Perón que deje su cargo y
"se tome un largo descaso en un lugar templado y seco", pero el
líder, aún con la poca salud que le quedaba, desoye los consejos.
No obstante, el sábado 29, en horas del mediodía debe
delegar el mando en Isabel, y aunque los partes de prensa hablan sobre una
supuesta mejoría, lo cierto es que su estado se agravaba.
En la mañana del lunes 1 de julio de 1974, Perón recibe la
extremaunción de parte del sacerdote Héctor Ponzio en Olivos, y las 10.25
experimenta un paro cardíaco del que es reanimado por los médicos.
Dos horas después, el hombre que había sido electo en tres
ocasiones presidente constitucional de Argentina experimenta otra crisis.
En esa especie de sala de terapia intensiva que se había
montado en la residencia presidencial, el equipo de médicos que lo atiende
intenta reanimarlo durante una hora, pero no lo consigue.
A las 13.15, Cossio y Taiana, junto con los doctores Domingo
Liotta y Pedro Vázquez, firman el certificado de defunción, en el cual se
consigna que el paciente muere a causa de "una cardiopatía isquémica
crónica con insuficiencia cardíaca".
"Ha muerto un apóstol de la paz y la no
violencia", anunció con voz entrecortada por televisión Isabel, la mujer
que desde ese día gobernará el país hasta el 24 de marzo de 1976, cuando un
golpe cívico militar la derroque.
El cuerpo de Perón es trasladado a la Catedral Metropolitana
en la mañana del 2 julio, y por la tarde es conducido hasta el Congreso
nacional, donde sus restos permanecen hasta el 4.
La congoja popular ante la pérdida del hombre que había
concedido derechos sociales y ciudadanos a los trabajadores argentinos era
enorme, tanto como la incertidumbre que provocaba el vacío político que dejaba
con su ausencia.
De los contreras, gorilas y opositores a Perón: Lo que la oposición le decía y le sigue diciendo: Juan
Domingo Perón participó en el golpe de 1930 y fue funcionario del gobierno instaurado
tras el golpe de 1943; que admiraba al régimen fascista de Benito Mussolini; intervino las universidades, yendo en contra
de su histórica autonomía; los libros de texto peronistas eran proselitistas e
incluían obscenos mensajes de adulación a los líderes; la mano derecha de Perón
fue el catalán José Figuerola, corporativista y ex funcionario de Primo de
Rivera; bajo el gobierno de Perón se detuvieron y torturaron militantes
opositores, siendo el ejemplo más emblemático el de Ernesto Mario Bravo; Perón
persiguió, encarceló y torturó a Cipriano Reyes y a otros referentes del
Partido Laborista ; reprimió manifestaciones obreras como la de los
ferroviarios en 1951; se intervinieron sindicatos opositores. El caso de los
telefonistas, donde se desplazó a su lider Luis Gay, se sancionó la ley para la
prostitución; Ronald Ritchner le vendió “el buzón” de la bomba atómica; “los
alcahuetes” cada dos por tres le dedicaban un homenaje y a “los chupamedias” le
otorgaban “la medallita de la lealtad”.
Fuente Taringa y “Las aventuras de Perón en la Tierra” de
Jorge Bernárdez y Luciano di Vito.
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