Misión Rosetta: histórico aterrizaje de una nave en un cometa. El proceso para el aterrizaje comenzó a las 6 y se completó en siete horas; si todo sale bien, el módulo Philae quedará prendido al cometa 67P hasta fines de 2015.
Histórico, inédito, emocionante. Poco después de las seis, la sonda espacial Rosetta abrió sus compuertas y por primera vez en la historia dejó caer suavemente el vehículo robótico Philae sobre el núcleo helado del cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko. Todo salió bien: el contacto con la superficie del cometa se produjo siete horas después.
A las 6:05 -hora argentina-, la nave Philae se separó correctamente de Rosetta, en órbita del cometa 67P/Churyumor-Gerasimenco, y comenzó a recorrer los últimos 22,5 kilómetros hasta el cometa, donde aterrizó poco después de las 13.
Es un acontecimiento: es el primer aterrizaje en un cometa en la historia de la navegación espacial.
Philae tomará fotos en primer plano de la superficie del cometa, analizará sus gases y su estructura interna. Pero además lo acompañará en su travesía de aproximación al Sol y documentará sus transformaciones, algo que nunca se había intentado hasta ahora.
Rosetta comenzó su periplo hace diez años en la base terrena de Kourou, en la Guayana francesa, y viajó 6400 millones de kilómetros a través del espacio. En el camino describió varias órbitas elípticas y utilizó la gravedad terrestre y marciana como una suerte de acelerador que la llevó más allá del cinturón de asteroides ubicado entre Marte y Júpiter y hacia el espacio profundo, a más de cinco veces la distancia que existe entre la Tierra y el Sol.
"Lo que vamos a encontrar en el cometa es muy incierto: no se sabe si la superficie tiene la consistencia de la nieve o del concreto. Si es muy débil, será difícil anclarse, y si es demasiado dura, también", éxplicó a LA NACION Miguel San Martín, el ingeniero argentino que hace poco más de dos años tuvo a su cargo el descenso de la sonda Curiosity en el cráter Gale de Marte.
"El otro problema es que, dado que el cometa es un cuerpo muy pequeño, hay muy poca gravedad y si no se logra el anclaje la sonda puede rebotar y salir despedida hacia el vacío", agregó.Los cometas son los objetos más primitivos del Sistema Solar. Los astrónomos piensan que son una "caja negra" con los registros de los procesos físicos y químicos que ocurrieron durante esas épocas primigenias, hace 4600 millones de años, cuando se estaban formando los planetas.
"En Marte, el Curiosity bajó a 300 km por hora. Si no lográbamos frenar, nos estrellábamos. En cambio en el cometa, la sonda Philae va a descender a 3,5 km por hora, un metro por segundo, y si no logra aferrarse puede quedar «patas para arriba», con lo cual no podría hacer las investigaciones para la que está diseñada", detalló San Martín.
"La sonda Philae tiene que depositarse en una superficie que no tenga más de 30 grados de inclinación. Basta con ver las fotos del área de aterrizaje para darse cuenta de que las probabilidades de éxito no están garantizadas, porque hay un montón de lugares que tienen pendientes más pronunciadas", planteó.
Diario "La Nación", miércoles 12 de noviembre de 2014.
http://www.lanacion.com.ar/1743191-mision-rosetta-cometa
Las imagen es de web. Cuadro de imagen: GUILLERMO PIRRI ARGENTINO.
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