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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, noviembre 22, 2014

Entre Eliaschev y Verbistky por Alfredo Leuco.

Advertencia: esta nota se autodestruirá en cinco minutos. No se trata de una parodia de aquella serie setentista llamada “Misión Imposible” que transpiraba espionaje desde los primeros acordes de la cortina musical del inmenso Lalo Schifrin. Es simplemente una manera de acoplarme a la flamante doctrina Verbitsky de lo que debe ser el periodismo. Mas Topo que Perro, el asesor de Cristina, resolvió tomar el camino inverso al que proclamó durante años: el del oscurantismo. El de la cerrazón informativa estalinista. Borró sus propias columnas de la versión digital de Página 12 con la excusa de no darle “información premasticada (SIC) a la nube de periodistas europeos que preparan instant books” sobre la vida del Papa Francisco. Explicación tan insólita como ridícula. Si fuera cierto, Horacio Verbitsky estaría inaugurando de esa manera una nueva forma de relacionarse con la información por parte de los cronistas: ocultarla. El mismo que escribió “Un mundo sin periodistas”, como síntesis de los deseos de los gobernantes ahora cambia el rumbo y toma la vanguardia que tanto le gusta. ¿Tendrá pensado quemar algunos de sus propios libros para evitar que le roben su trabajo que no le gusta “regalar”, tal como confesó.
¿Que pasaría si todos los periodistas toman el ejemplo de Horacio y borran sus trabajos para “no darle información premasticada” a nadie.¿Que tal si los editorialistas que escribieron loas a la dictadura retiran de circulación esas pruebas? La utilización de todo tipo de archivos y el resto de los periodistas son una de las fuentes informativas que suelen servir para iniciar el camino de cualquier investigación de prensa. ¿O Verbitsky nunca citó el trabajo de algún colega para sus notas? Miles de veces. Una viene a cuento porque levantó información de un libro que escribí en sociedad con José Antonio Díaz en 1989 que se llama: ” El heredero de Perón: Menem, entre Dios y el Diablo.” El ex presidente riojano lo llevó a juicio e intentó silenciarlo porque Verbitsky había contado, entre otras cosas, que mientras estuvo preso en la cárcel Magdalena, se quebró y lloró desconsoladamente, la noche en que le informaron que había muerto su madre Mohibe Akil y por orden del general dictador Albano Harguindeguy no le iban a permitir viajar a La Rioja a darle el último adios. Son increíbles las vueltas que tiene la vida. La jueza que lo absolvió con un impecable fallo a favor de la libertad de prensa fue la doctora María Laura Garrigós de Rébori, actual integrante de Justicia Legítima. Y dos de los testigos que aportó la defensa de Verbitsky fueron Mariano Grondona y quien esto escribe. Verbitsky citó aquel libro que le dió “información premasticada” y yo corroboré que todo era cierto. Ya murieron y por eso podemos revelar nuestras fuentes. Jorge Vázquez y Diego Ibañez, los compañeros de celda de Carlos Menem nos habían contado con lujo de detalles aquel momento. Menos mal que no se nos ocurrió borrar los originales y sacar de circulación los libros. La cita de Verbitsky hubiera quedado sin sustento, pedaleando en el aire.
No creo que este tema sea algo menor. O merezca apenas un recuadrito titulado: “Fui Yo”, como intentó resolver la controversia la estrella de Página 12. Sobre todo porque lo que el diario bloqueó de su versión digital no son textos menores. Son aquellos en los que colocó al entonces cardenal Jorge Bergoglio en el lugar de colaboracionista del terrorismo de estado. Eran tiempos en que Estela Carlotto y Cristina nutrían su pensamiento de esas palabras. Eran tiempos en que Néstor y Cristina habían colocado al entonces arzobispo de Buenos Aires en el lugar de ” jefe de la oposición y diablo con sotana”. Luego se produjo el milagro mas importante del Papa: hizo mas papistas que el mismo a los kirchneristas que eran sus principales enemigos.
El kirchnerismo logró dinamitar incluso los códigos periodísticos mas aceptados y compartidos, los que sostuvieron este oficio maravilloso a lo largo de los años. El intento de aplicación de la ley antiterrorista a un colega de Santiago del Estero, el procesamiento de otro de Bahia Blanca porque se negó a revelar sus fuentes, el escrache y los ataques sistemáticos desde el aparato propagandístico del estado, la extorsión con pubicidad oficial y a los anunciantes privados, la utilización de la AFIP y la SIDE como instrumentos de espionaje y castigo, en fin, la lista es larga y nefasta.
Pero la auto censura reconocida de Verbitsky, agrega un elemento novedoso. Igual que la despreciable necrológica que el mismo diario publicó contra Pepe Eliaschev. No esta mal tener una mirada crítica de una persona muerta. Un fallecimiento no puede cambiar la opinion que se tenía de esa persona en vida. Yo fuí muy duro con Néstor Kirchner el día de su muerte. No creo que las personas que fueron malas se conviertan en buenas por el solo hecho de dejar de respirar. Lo que si creo es que en situaciones tan extremas hay que poner los huevos y la firma sobre la mesa. De hecho, tuve que pagar las consecuencias por no callar mi opinión ni siquiera en un momento tan doloroso para su familia y sus militantes. Trescientas personas desaforadas con bombos y palos estuvieron en la puerta de la radio amenazando y gritando que era yo el que tenía que morir. Tuve que salir custodiado por la policía junto a Fernando Bravo. Fue horrible. Pero pagué el costo de decir mi verdad.
Lo que si es de pésimo gusto, casi una traición a la condición humana, es matar a un muerto sin hacerse cargo de lo que se dice. La página 33 de página 12 merece estudiarse como una de las bajezas que se puede cometer en nombre de la revolución kirchnerista. Nadie suscribe la nota que titulan: “Un periodista con oscilaciones”. Se entiende entonces que esa es la opinión de los editores del diario alimentado con cataratas de publicidad oficial pero que no logra acusar peso en la balanza de las venta en los kioscos. El panfleto anti Eliaschev cita varias veces a Horacio Verbitsky. Allí “denuncia” que Pepe escribió en la revista de Montoneros y que alguna de sus opiniones estuvieron a la izquierda de la izquierda y justificaban la lucha armada. Por eso dicen que pasó de un extremo al otro. “De la izquierda proguerrillera y peronista hasta posiciones conservadoras antikirchneristas”. Lo acusan de travestismo y de negar su propia historia cuando fue notoria la profunda y sincera autocrítica que Pepe hizo de aquella experiencia y su adhesión fervorosa y sin fisuras a la democracia republicana y pacífica. Para Página 12, parece que aprender de los errores que llevaron a una generación a la muerte producto de un militarismo y un foquismo criminal, es renegar de su pasado. En realidad la reconversión de Eliaschev como la de tantos jóvenes de aquella época, se trata del reconocimiento mas sensato de un hombre que revaloriza la democracia, la libertad y el debate para siempre. Por aquellas ideas, Pepe fue amenazado por la Triple A y debió exiliarse. Luego la dictadura de Videla censuró sus apariciones radiales desde Estados Unidos. El kirchnerismo lo silenció y lo eyectó de radio Nacional por orden directa de Néstor Kirchner (testimonio de Luis Juez que estaba presente en el lugar) y el sector de la colectividad judía que tributa a los K no dejó de ensuciarlo cuando llevó su primicia internacional sobre el pacto de Timmerman y los iraníes a la tapa de este diario. Fue desmetido y atacado por el canciller de la traición y varios de sus amanuenses comunitarios. Luego, todo se confirmó, con lujo de detalles y nadie tuvo la dignidad de pedirle disculpas.
Al revés de Pepe Eliaschev, a Horacio Verbitsky le salvó la vida y lo ayudó a irse por un tiempo de país, un alto oficial de la Fuerza Aérea. Y eso que Verbitsky no era un mero redactor de “El Descamisado”. Era uno de los responsables de la temible estructura de inteligencia del grupo guerrillero.

Aprovechen a tomar nota los colegas. Sobre todo respecto de la forma en que Horacio Verbitsky fue protegido por parte de la Aeronáutica durante el genocidio. Esta nota será borrada de la versión digital de Perfil en las próximas horas. No me gusta regalar mi trabajo ni darle información premasticada a nadie. Fui Yo.

Publicado en http://alfredoleuco.com.ar/
Fotos: web - cuadro de imagen: Blog de la Patagonia.

Alfredo Manuel Lewkowicz (Córdoba, 9 de abril de 1955),más conocido como Alfredo Leuco, es un periodista argentino. Desde 2010 conduce "Le Doy mi Palabra" por la señal de cable Canal 26. Escribe en el Diario Perfil y La Nación (Wikipedia).

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