Fue el hombre que aplicó el sistema de huellas dactilares para el uso jurídico. Su descubrimiento es hoy utilizado en el mundo entero.
Por Luciana Sabina - Especial para Estilo.
“A nuestras fuentes características de país agrícola,
ganadero y de inmigración, empezamos a añadir singularidades de otro orden,
basadas en la ciencia, que, como el sistema dactiloscópico de clasificación de
delincuentes, adoptado en la república y generalizado con gran éxito en
Francia, Austria, Brasil y Ecuador primero, y después en toda la Europa y hasta
en la India, constituye también una justa fuente de notoriedad para la
civilización argentina”. Estas palabras, pertenecientes a la revista “Caras y
Caretas” del 24 de enero de 1903, reflejan con claridad la relevancia del
sistema dactilográfico de Juan Vucetich.
Había nacido el 20 de julio de 1858, en una isla del
archipiélago de Dalmacia. Llegó al país en 1882 e ingresó a la Policía de La
Plata seis años más tarde. Se casó tres veces, quedando viudo en dos
oportunidades.
La identificación de las personas por la impresión digital
era conocido desde tiempos antiguos. Los chinos usaban sus huellas digitales
para sellar contratos según la ley doméstica escrita en el año 702. En el siglo
XIX destacaron los estudios del inglés Francis Galton al respecto. Sin embargo
aplicarlo como un medio jurídico policial fue obra de Vucetich para la Policía
de Buenos Aires. Esto sucedió el primero de septiembre de 1891, cuando creó las
primeras fichas dactilares del mundo con las huellas de 23 procesados
bonaerenses. Por eso hoy se celebra Día
Mundial de la Criminalística.
Al observar las crestas papilares de las yemas de los dedos
podemos identificar la formación de cuatro tipos diferentes de arcos. Vucetich
notó estas variedades y las llamó Arcos, Presillas internas, Presillas Externas
y Verticilos. Las identificó con diversos números. Detrás de este procedimiento
simple se encuentra la clave de una formidable clasificación que aún
utilizamos.
Los resultados fueron inmediatos. En junio de 1892, en
Necochea, Francisca Rojas asesinó a sus hijos, Ponciano de 6 años y a la
pequeña Teresa de 4. Para simular un ataque se generó autolesiones en la garganta
y culpó a un vecino del aberrante crimen.
Dado que el hombre negó ser autor de tamaña salvajada, se
analizó una huella dactilar ensangrentada encontrada en la escena. La misma
pertenecía a Francisca, que en declaraciones negó haber tocado los cadáveres.
Confrontada, confesó. Señaló que en sus aspiraciones románticas, los niños eran
un estorbo y decidió deshacerse de ellos.
A partir de entonces, este croata nacionalizado argentino,
ocupó espacio en la prensa de todo el planeta y visitó otras latitudes siendo
recibido con honores. En octubre de 1913 un periódico español especializado en
criminología señaló:
“El Profesor Vucetich, director del Servicio de
Identificación Judicial de la República Argentina, es hoy nuestro huésped.
Vucetich es una de las más puras glorias de la Técnica Policial, inventor del
sistema de clasificación dactiloscópica que lleva su nombre y adoptado por casi
todos los países cultos. Se debe considerar como el verdadero inventor de la
Dactiloscopia (...). Hablando con él y escuchándole hemos sentido la intensa
emoción que producen las cosas grandes”. (Diario La Policía Científica, Madrid,
25 de Octubre de 1913).
Nuestro protagonista no sólo visitó países europeos, viajó
por Estados Unidos, Japón y China. En Pekín enseñó la dactiloscopia a jueces y
alto funcionarios. En Francia, luego de realizar una crítica constructiva al
sistema, logró implementar el suyo. Sus triunfos generaron malestar en muchos
compañeros y luego de tensas disputas fue apartado de la policía. Como suele suceder
con nuestros grandes, murió castigado por la amargura y la ingratitud en el
pueblo de Dolores, en enero de 1925.
Uno de sus colegas europeos, Reyna Almandos, declaró: “si
España, Inglaterra y Francia pueden vanagloriarse por ser la cuna de poetas,
pintores, expresiones supremas del arte, la Argentina es patria de un
innovador, de un revolucionario en la ciencia, Juan Vucetich”. Pero nuestro
país no supo darle el reconocimiento que merecía.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, domingo 1º de Septiembre de 2019. Imagen del mismo medio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.