El 30 de marzo hubo una feroz represión en la Plaza de Mayo
por la marcha de la multipartidaria encabezada por Saúl Ubaldini que agitó la
consigna “Paz, pan y trabajo”. Y en algunas pancartas se leía: "Abajo la
dictadura militar". El plan era entregar un petitorio en la Casa Rosada.
Pero no llegaron… Brutal represión policial en la Plaza de Mayo. Un muerto y
diez heridos.
En Mendoza, luego de tres horas de lucha, un obrero textil
muerto: José Benedicto Ortiz. En todo el país, 2.500 heridos y 4.000 detenidos.
Entre ellos, Saúl Ubaldini, Adolfo Pérez Esquivel (premio Nobel de la Paz), y
un grupo de Madres de Plaza de Mayo.
Nadie pensaba que en ese contexto se iba a declarar una
guerra y mucho menos que Galtieri llenaría unos días después la plaza en la que
sería aclamado.
Contra todo pronóstico, el 2 de abril, tropas argentinas
desembarcan en Port Stanley, rebautizado Puerto Argentino.
El 2 de abril de 1982 se ve a Leopoldo Fortunato Galtieri
levantando la mano desde la balcón ante una Plaza de Mayo desbordada por la
multitud. Se pueden ver las banderas y carteles que dicen “Gracias” o “Primero
la Patria”.
El 10 de abril de 1982 alrededor de 300.000 personas llenan
la Plaza de Mayo en Buenos Aires en respaldo a la reocupación argentina de
Malvinas.
A continuación una nota del 11/4/1982 del Diario "El País" de España.
Gigantesca manifestación en Buenos Aires de apoyo a la Junta
Militar.
por JUAN GONZÁLEZ YUSTE
Buenos Aires 11 ABRIL 1982
Una gigantesca manifestación popular de apoyo a la
reconquista de las islas Malvinas se celebró ayer en el centro de Buenos Aires,
coincidiendo con la intensa actividad negociadora desarrollada en la capital
federal argentina por el secretario de Estado norteamericano. Las gestiones de
Alexander Haig no habían producido resultados aparentes cuando quedaban poco
más de veinticuatro horas para el comienzo del anunciado bloqueo británico del
archipiélago.La manifestación fue convocada para que coincidiera con la
entrevista que celebraron durante la mañana de ayer en la Casa Rosada el
presidente argentino, general Leopoldo Galtieri, y el jefe de la diplomacia
norteamericana.La totalidad de los partidos políticos y centrales sindicales se
sumaron a esta convocatoria. Muchas personas pernoctaron en la histórica plaza
de Mayo para ocupar los mejores lugares, y decenas de miles de argentinos se
concentraron en ella portando banderas azules y blancas y gritando incansablemente
"¡Viva la patria!".
Mientras tanto, los diez países de la CEE decidió ayer
interrumpir las importaciones de productos argentinos y en Londres existe gran
tensión a medida que se aproxima el momento en que los submarinos británicos se
acercan a las costas de las Malvinas. El Gobierno argentino condenó ayer las
medidas adoptadas por la CEE alegando que "violan los principios
económicos internacionales", y anunció que "apelará a la solidaridad
de los países en vías de desarrollo para que se asocien a las reclamaciones que
presentará ante las instancias internacionales". El Gobierno cubano
anunció ayer su apoyo a Buenos Aires.
La Marcha de las Malvinas, que los niños argentinos aprenden
en la escuela, y el himno nacional fueron cantadas una y otra vez por la
multitud. Las pancartas dejaban pocas dudas sobre los sentimientos de los
manifestantes: "Soberanía o guerra", "No ceder" y
"Muerte a los cerdos de la Thatcher" eran algunas de ellas.
Enronquecidas de tanto gritar "Ar-gen-ti-na",
muchas personas no podían contener las lágrimas al cantar el himno nacional.
Tampoco faltaron momentos de humor entre los manifestantes, que con frecuencia
se ponían a brincar al ritmo del estribillo "Uno, dos y tres, el que no
salte es un inglés", o que coreaban eslóganes como "Haig, Haig, Haig,
esto es lo que hay", o "Si los ingleses vienen con la flota, nosotros
no estamos en pelotas".
EL GENERAL GALTIERI ADVIERTE A LOS BRITÁNICOS: "SI
QUIEREN VENIR, QUE VENGAN: LES PRESENTAREMOS BATALLA".
Las minorías étnicas argentinas, desde los armenios hasta
los españoles o chilenos, estaban presentes en la plaza de Mayo. El influyente
centro gallego de Buenos Aires se adhirió a la manifestación y varias banderas
españolas eran visibles en la misma. El presidente de la República tuvo que
salir al balcón de la Casa Rosada, una vez finalizada su entrevista con el
secretario de Estado norteamericano, ante las llamadas de la multitud. Desde el
balcón, el general Galtieri, que no expresó ningún comentario sobre el
resultado de las negociaciones con Alexander Haig, advirtió al Reino Unido y a
su flota: "Si quieren venir, que vengan. Les presentaremos batalla".
https://elpais.com/diario/1982/04/11/internacional/387324002_850215.html
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