Armando Tejada Gómez.
Nació en el barrio La Medialuna, en Guaymallén, donde se juntan los
canales Cacique Guaymallén y Frías.
Hijo de Lucas Tejada, tropero (llevaba ganado
de Mendoza a San Juan y Chile, a través de la cordillera), y de Florencia
Gómez, casada a los 14 años. Hijo ante último de 24 hermanos en el seno de una
familia descendiente de huarpes el 21 de
abril de 1929.
A la muerte de su padre, con cuatro años, vive algunos meses
en el campo, con su tía Fidela Pavón, quien le enseña las primeras letras en un
breviario. Es esa la única instrucción que recibió.
Fue un hombre de muchos oficios poeta, letrista, escritor y locutor argentino,
relacionado con la música folclórica argentina. Prácticamente no fue a la
escuela y comenzó a trabajar a los 6 años, como canillita (vendedor callejero
de diarios), y luego lustrabotas su escuela fue la calle.
Es el autor de la
letra de "Canción con todos", considerado Himno de la Patria Grande
Nuestra América como la definía José Martí.
Cuentan que un día estando en La Habana (Cuba) escuchó la “Canción con todos” cantada por una plaza
infinita sin que se pronunciara su autoría (de la cual nadie sabía) y ahí se
dio cuenta de la magnitud trascendental de la misma.
Está incluido entre las cinco máximas figuras autorales del
folclore argentino por la Fundación Konex.
En 1950 obtiene un empleo como locutor en LV10 Radio de
Cuyo, que alternó con su trabajo como obrero de la construcción. Comenzó a
componer canciones junto al músico Oscar Matus, también mendocino con quien
escribiría canciones como "Los hombres del río", "Coplera del
viento", "Tropero padre", entre muchas otras.
Tuvo una intensa aunque fugaz participación en la UCR
Intransigente que lideraba el Dr. Arturo
Frondizi, pero rompió filas con el giro gubernamental hacia las posturas
desarrollistas que llamaban a la inversión extranjera. Integra una delegación
de parlamentarios e intelectuales argentinos en una visita a la República
Popular China en su 100 aniversario, la Unión Soviética, Checoslovaquia y
Francia. A su regreso se afilia al Partido Comunista. Armando Tejada Gómez
elegido diputado provincial. Se termina afiliando en el Partido Comunista.
En 1974 gana el Premio Poesía "Casa de las
Américas", La Habana, Cuba, con su libro Canto popular de las comidas. Viaja
nuevamente a la Unión Soviética, invitado al Festival Pushkin, Georgia. En
septiembre integra junto a César Isella y Los Trovadores la primera delegación
artística argentina que viaja a Cuba, después del levantamiento del bloqueo por
parte del Gobierno de Héctor Cámpora.
Cuando la Triple A (Alianza Anticomunista
Argentina) da a conocer su listado de artistas amenazados de muerte, y se
inicia el éxodo de decenas de ellos a España y México, ellos vuelven. Un poco
más tarde es amenazado de muerte junto a sus familiares y llama a una
conferencia de prensa en la sede de la SADE donde manifiesta que no abandonará
el país.
Fue creador de bellos poemas que distintos autores le
pusieran música como “Fuego en Animaná”, “Canción con todos”, “Zamba de la
distancia”, “Canción para un niño en la calle”, “Zamba del laurel”, “Trovador
del rocío”, “El mundo es un pañuelo”, “Resurrección de la alegría”, "Chaya
de la albahaca" (con Gustavo “Cuchi” Leguizamón), "Canción de las
simples cosas" (con César Isella), "Zamba azul" y "Regreso
a la tonada" (con Tito Francia).
En un reportaje de 1987 publicado de la página oficial de
Tejada Góméz decía:
Tiene el gusto verde. Mirá la metáfora, que lo parió! No es
que el vino sea verde, sino que tiene el gusto verde. ¿El gusto cómo va a tener
color? Decile a André Bretón que venga. ¿Quién inventó el surrealismo? No
vengan a joder! Decile a André Bretón, que lo quiero mucho, que lo admiro y
todo eso; ¿pero sabés qué? ¿quién inventó el surrealismo? ¡El pueblo!
Oración a la Bandera de Armando Tejada Gómez, conocido en
1977.
Quédate en el cielo, amor, no bajes.
Aquí abajo,los grises son tan grises que, de algún modo
gris, van a ultrajarte.
Y sos tan linda allá, tan nomeolvides, -simple ademán de
madre por el aire-
que si caes, amor, con la ternura con que caen las hojas de
los árboles;
si llegas a caer, acaso nunca vuelvas a ser tan cielo ni tan
madre.
Déjanos a nosotros, los humildes,
los que nunca te usamos ni abusamos de tu inmenso silencio
planetario,
que cuidemos la altura donde habitas,
celestemente hermosa, como el aire. Déjanos a nosotros.
De los otros, es piadoso no hablarte.
Historia personal de la Paz.
Hermoso poema hasta diría intimista, sencillo. Este poema lo pudimos escuchar en la cancha de básquet del Club Atlético Regina junto con otros de la obra de Tejada Gómez allá por el ´85 en un
encuentro organizado por el Partido Comunista (P.C.) de Villa Regina que
conducía el vecino del barrio Villa Alberdi el recordado Rodolfo Felicevich.
Es de las historias que la historias oficiales no comentan.
Siempre hay un rey sobre un caballo
en las viejas ciudades;
lo custodian las fuentes y los niños
y un insólito pájaro.
Cuando los veo, pienso que la muerte
mira de las estatuas
armada hasta los dientes, con sus ojos
de bronce clausurado.
Si pregunto por ellos, me describen
galopes y batallas.
Nunca al caballo libre en las praderas
ni al señor en su casa.
Todos cuentan la historia por las guerras
en las viejas ciudades
y por más que pregunto nadie sabe
describir la morada
donde amasaba pan el panadero
y su mujer hilaba.
La historia que nos cuentan es la historia
de una que otra batalla,
pero jamás nos dicen que, entretanto,
el labrador sembraba
y que, segando el trigo de la vida;
los jóvenes se amaban
mirándose a los ojos, como miro
la paz en tu mirada,
mientras paseamos por la antigua plaza
con un rey a caballo
donde juegan los niños y las fuentes
son catedrales de agua.
La paz, amor,
es ese pájaro insólito que, a veces,
se posa en las estatuas.
Falleció el 3 de noviembre de 1992, en Buenos Aires.
ZAMBA DEL NUEVO DÍA.
Viene Oeste el color del vino, Sur el manzanar, dulce caña en el aire el Norte, verde el Litoral (fragmento).
ZAMBA AZUL (Zamba)
Letra: Armando Tejada Gómez Música: Tito Francia
Como un limpio amanecer era tu pollera azul... cielo por la zamba duende andaba el aire enredándote a mi voz mientras mi guitarra buscaba en el alba coplas que cantaran nuestro amor. Siempre te recordaré junto a tu paisaje azul... sombra que no olvido silueta del río vestida de trigo y luz cómo se dormía la tarde en tu pelo con un sueño inmensamente azul. Guardo aquel pañuelo azul que me diste en el adiós... te llevó la tarde rumbo a su misterio cuando agonizaba el sol pero te quedas ya quieta en el silencio adonde duerme el viento de mi voz. Dicen que el olvido es cruel que no vuelve del adiós... pero mi guitarra suena a zamba tuya cuando por la noche estoy buscándole grillos que canten tu nombre en la oscura voz del diapasón. La noche te vio bailar azul en los ojos del rocío, adónde iría el viento que tu voz quedó conmigo, luna, copla, río, aroma, valle azul de zamba, dulce región de mi soledad.
HOMBRE EN EL TIEMPO (FRAGMENTO).
Hombre de todas partes, el hombre soy,
memoria americana de la canción.
Y vaya donde vaya soy tierra que anda
con la raíz afuera del corazón.
Anduve con la sangre todos los siglos,
hay sangre mía en toda la eternidad.
Soy el tiempo que vuelve en cada niño
y, desde la ternura, vuelve a cantar.
ZAMBA DEL LAUREL.
Armando Tejada Gómez-Gustavo Leguizamón (dos potencias argentinas).
Si lo verde tuviera otro nombre
debería llamarse rocío,
si pudiera crecer, desde el agua al laurel
volvería a la infancia del río.
En lo verde laurel de tus ojos
el misterio del bosque se asoma
y la vida otra vez, vuelve flor de tu piel
bajo un sol de muchacha y aroma.
Déjame en lo verde celebrar el día,
porque por lo verde regreso a la vida,
yo muero para volver
juntando rocío en la flor del laurel.
Si lo verde supiera tu nombre
la ternura no me olvidaría,
porque viene de vos, puro y simple el verdor,
como el simple verdor de la vida.
Se me ha vuelto cogollo el silencio
de esperarte a la orilla del río
y me gusta saber que un aroma a laurel
te llenó de rocío el olvido.
Cuentan que a Armando Tejada Gómez nace de la pregunta de una sus hijas quien de manera insistente le indagaba acerca de cómo debería llamarse lo verde si tuviera otro nombre, a lo que Armando respondió: ... Si lo verde tuviera otro nombre, debería llamarse rocío... (internet).
“Subo desde el sur / hacia la entraña América y total, / pura raíz de un grito / destinado a crecer y a estallar” (“Canción con todos”, 1969).
RESURRECCIÓN DE LA ALEGRÍA (fragmento).
Resurrección de la alegría,
estoy de fiesta con mi sangre.
Porque el que nace a la ternura
vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida
y lleva un niño en la mirada.
ZAMBA AZUL (Zamba)
Letra: Armando Tejada Gómez Música: Tito Francia
Como un limpio amanecer era tu pollera azul... cielo por la zamba duende andaba el aire enredándote a mi voz mientras mi guitarra buscaba en el alba coplas que cantaran nuestro amor. Siempre te recordaré junto a tu paisaje azul... sombra que no olvido silueta del río vestida de trigo y luz cómo se dormía la tarde en tu pelo con un sueño inmensamente azul. Guardo aquel pañuelo azul que me diste en el adiós... te llevó la tarde rumbo a su misterio cuando agonizaba el sol pero te quedas ya quieta en el silencio adonde duerme el viento de mi voz. Dicen que el olvido es cruel que no vuelve del adiós... pero mi guitarra suena a zamba tuya cuando por la noche estoy buscándole grillos que canten tu nombre en la oscura voz del diapasón. La noche te vio bailar azul en los ojos del rocío, adónde iría el viento que tu voz quedó conmigo, luna, copla, río, aroma, valle azul de zamba, dulce región de mi soledad.
HOMBRE EN EL TIEMPO (FRAGMENTO).
Hombre de todas partes, el hombre soy,
memoria americana de la canción.
Y vaya donde vaya soy tierra que anda
con la raíz afuera del corazón.
Anduve con la sangre todos los siglos,
hay sangre mía en toda la eternidad.
Soy el tiempo que vuelve en cada niño
y, desde la ternura, vuelve a cantar.
ZAMBA DEL LAUREL.
Armando Tejada Gómez-Gustavo Leguizamón (dos potencias argentinas).
Si lo verde tuviera otro nombre
debería llamarse rocío,
si pudiera crecer, desde el agua al laurel
volvería a la infancia del río.
En lo verde laurel de tus ojos
el misterio del bosque se asoma
y la vida otra vez, vuelve flor de tu piel
bajo un sol de muchacha y aroma.
Déjame en lo verde celebrar el día,
porque por lo verde regreso a la vida,
yo muero para volver
juntando rocío en la flor del laurel.
Si lo verde supiera tu nombre
la ternura no me olvidaría,
porque viene de vos, puro y simple el verdor,
como el simple verdor de la vida.
Se me ha vuelto cogollo el silencio
de esperarte a la orilla del río
y me gusta saber que un aroma a laurel
te llenó de rocío el olvido.
Armando Tejada Gómez-Gustavo Leguizamón (dos potencias argentinas).
Si lo verde tuviera otro nombre
debería llamarse rocío,
si pudiera crecer, desde el agua al laurel
volvería a la infancia del río.
En lo verde laurel de tus ojos
el misterio del bosque se asoma
y la vida otra vez, vuelve flor de tu piel
bajo un sol de muchacha y aroma.
Déjame en lo verde celebrar el día,
porque por lo verde regreso a la vida,
yo muero para volver
juntando rocío en la flor del laurel.
Si lo verde supiera tu nombre
la ternura no me olvidaría,
porque viene de vos, puro y simple el verdor,
como el simple verdor de la vida.
Se me ha vuelto cogollo el silencio
de esperarte a la orilla del río
y me gusta saber que un aroma a laurel
te llenó de rocío el olvido.
Cuentan que a Armando Tejada Gómez nace de la pregunta de una sus hijas quien de manera insistente le indagaba acerca de cómo debería llamarse lo verde si tuviera otro nombre, a lo que Armando respondió: ... Si lo verde tuviera otro nombre, debería llamarse rocío... (internet).
“Subo desde el sur / hacia la entraña América y total, / pura raíz de un grito / destinado a crecer y a estallar” (“Canción con todos”, 1969).
RESURRECCIÓN DE LA ALEGRÍA (fragmento).
Resurrección de la alegría,
estoy de fiesta con mi sangre.
Porque el que nace a la ternura
vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida
y lleva un niño en la mirada.
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