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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, mayo 09, 2020

ARQUITECTURA OFICIAL por CARLOS SCHULMAISTER (Año: 2008).


ARQUITECTURA OFICIAL
 CARLOS SCHULMAISTER
La arquitectura es el reflejo notable y transparente de los vínculos entre sus producciones y sentidos, por un lado, y el poder, por el otro. La planificación urbanística como el diseño de edificios no es independiente de la ideología, de modo que más que hablar de arquitectura oficial vale abrirse a la consideración del contexto más amplio en el que ella se inscribe, es decir, la arquitectura capitalista.
Esta última mercantiliza no sólo la tierra, los materiales de construcción y la mano de obra del albañil y los técnicos sino, fundamentalmente, la de los intelectuales intervinientes en el proceso: arquitectos o ingenieros.
En 1961 Paul Baran ubicaba a éstos junto a otros profesionales como los contadores en la categoría de trabajadores intelectuales, en lugar de intelectuales a secas. La diferencia estribaba, a su juicio, en que el verdadero intelectual tiene un compromiso de denuncia, de contestación del sistema, es decir, no es un mero profesional técnico.
Por tanto, según sean nuestras profesiones también tendremos ciertas tendencias ideológicas. El arquitecto moderno, como el consumidor de imágenes, celebrará al ser humano cuando se extasíe ante las Torres Petronas, y el filósofo u otro profesional dedicado al pensamiento especulativo tenderá o estará más cerca de ver la tremenda contradicción entre la monumentalidad, como celebración del capitalismo actual, y el egoísmo de la explotación del hombre por el hombre. Así es como debería plantearse en el secundario la reflexión sobre el arte funerario de los egipcios; concretamente, al estudiar las pirámides. Tras la grandeza del faraón está la sangre de los que las construyeron...
Pero en esos tiempos la arquitectura no era una profesión liberal. Hoy es lo mismo, pero con apariencias de liberal. De modo que decir que la arquitectura oficial depende del político es una verdad a medias. Las decisiones técnicas son profesionales; la corrupción, obviamente, es del político, pero...
Pero los arquitectos, como los ingenieros, están de ambos lados del mostrador. No hay que olvidarlo. Por tanto, su complacencia con el poder se suma a los intereses y necesidades del político y los refuerza. Que esto sea así explica fácilmente la existencia de un señor arquitecto argentino totalmente distinto, como es Ramón Gutiérrez, y que haya otros como él en otras partes del mundo.
En ese sentido, la construcción de una cárcel se origina en una ley. El Ejecutivo dispone las partidas presupuestarias necesarias y los profesionales ya mencionados elaboran el proyecto, por supuesto que con todos los recaudos de actualización en la materia y contactos con colegas de todo el mundo.
Pero las cárceles que tenemos, irradiadas desde el centro del mundo, están perimidas desde todos los puntos de vista; comparadas con las nuevas no se diferencian en nada puesto que hoy se globaliza lo malo antes que lo bueno y persiste una concepción determinada de hombre que ha de ser allí encarcelado. He aquí la cuestión: a lo mejor la teoría más actualizada es conocida, pero los resultados siguen siendo los mismos (...). Por eso tenía razón Paul Baran con su clasificación. Por cierto, sin generalizaciones arbitrarias.
Pero de lo anterior se desprende algo más: esos profesionales, junto con otros, incluidos los filósofos y los cientistas sociales, no escapan al cuestionamiento desde comienzos del siglo XX acerca de la función de los intelectuales en general.
Digo "función", no "formación", por más que ésta también se halle inmersa en la crisis de la universidad en general. No por nada han aumentado las demandas por mala praxis contra arquitectos e ingenieros y, a diferencia de antes, muchas son ganadas por los demandantes.
La inmensa mayoría de los intelectuales (ahora sí en sentido amplio) funciona como legitimadora de las decisiones, necesidades y conveniencias del sistema global, local y mundial.
Por lo tanto, no es progresismo ni humanismo social construir casas baratas para los pobres en barrios de 1.200 unidades o más, como si fueran colmenas de abejas obreras, con trazas cuadradas como falanges militares, despersonalizadas hasta el paroxismo, impidiendo la existencia del barrio como espacio social donde se construyen relaciones humanas entre vecinos, fragmentando y atomizando a los seres humanos, inhibiendo los lazos y las interacciones y generando nichos de agresividad (leer las noticias) entre individuos concebidos como islas.
¿Por qué esto es así en todas partes? La optimización del espacio, mejor dicho, del derecho de propiedad, al servicio del lucro individual de los que más tienen y de los costos de producción, más las condiciones expresas y tácitas (prácticas ilegales e ilegítimas), explican el resultado final de amontonamientos de casas adocenadas, impersonales, uniformizadas.
Vivimos en un contexto de Tercer Mundo aunque no nos guste, y la arquitectura que tenemos no es la respuesta liberadora ni creativa que necesitamos sino la arquitectura capitalista que el Primer Mundo utiliza en su propio beneficio paliando nuestros problemas sociales en proporción a nuestro grado de desarrollo. Por ende, no es justa, adecuada ni conveniente.
Constituye una excepción a esa arquitectura capitalista para obreros-abejas el barrio de los docentes de Villa Regina, con su óptima resolución del espacio y un diseño de sectores que favorecen la diversidad y la interacción social entre sus miembros y con un marco estético estimulante.
Es conocido que la estandarización genera la indiferencia. Esto es el corolario del trato a los pobres como si fueran recursos de mano de obra barata y consumidores compulsivos.
Pero más triste es tratar así a los escolares y sostener que la monumentalidad no es un problema porque en el pasado grandes genios realizaron en esos contextos sus estudios y sus obras. Con ese criterio, que se haya sobrevivido a la Inquisición en Europa ya es suficiente para no cuestionar nada.
¿Alguien se imagina un jardín de infantes en un edificio de oficinas reciclado? Los hay. Pero ¿no sería mejor que las salitas fueran individuales, en un parque, o de a dos juntas, con gran desarrollo estético de formas y colores, incorporando la luz y el entorno adentro? ¿No sería más agradable permanecer unas horas allí que hacerlo en un mamotreto cuadrado de cemento y de color cemento con largas galerías?
Conocemos un Instituto de Profesorado de Enseñanza Primaria con una escuela primaria anexa, con siete divisiones, en el que se hicieron sendos baños para ambos sexos, ¡a compartir entre los niños, adolescentes y adultos en el turno matutino!
Tal imprevisión obligó a que los estudiantes de magisterio utilizaran el baño de los profesores, dos cubículos impenetrables separados mediante un estrecho corredor de una pileta y una kitchenette para preparar mate o té. En consecuencia, cuando alguien necesita usar el baño los que calientan el agua en la pava se tienen que alejar de allí, hasta tanto salga ese alguien del baño de enfrente... y para entonces ya se les hirvió el agua.
Allí también se construyó una galería o patio de juegos cubierto, con un techo muy alto del cual cuelgan los focos de la luz. ¡A medida que se fueron quemando fue disminuyendo la iluminación nocturna por imposibilidad de contar con escaleras gigantescas para subir y cambiarlos! Y como el Consejo no garantizaba su reposición se palió el problema instalando proyectores a media altura. Pero la iluminación empeoró.
¿No lo pudieron prever con anterioridad?
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 En: www.rionegro.com.ar  24/01/2008.

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