El agua que habremos de beber por Elvio Mendioroz.

La pretendida instalación de un reactor nuclear chino en la costa atlántica centró la atención y el obvio rechazo de la población rionegrina.

Pero también pasa que en el mismo transcurso de tiempo, a conciencia, y en un pernicioso silencio al respecto, el río Negro y su cuenca aguas arriba, continuó y continúa en su desidioso e incongruente proceso humano de lograr su putrefacción cloacal y su contaminación agrotóxica, industrial e hidrocarburífera, tras resignar el agua del río para el fracking de Vaca Muerta y Allen.

¿Qué mas decir sobre el proceso de muerte de nuestro río..? ¿Cómo obrar en consecuencia para su remediación…? ¿Reclamar, manifestar, denunciar..? Todas estas alternativas ya fueron puestas en práctica sin resultado oficial alguno.

Fundado en ya tantos años de reclamar por la vida de nuestro río, me atrevo a brindar estas sugerencias de acción social para lograr su precisa e inmediata remediación:

– El Estatuto de la AIC ha de prevalecer en su tarea y asignación de fondos, a la función vital de la naturaleza del agua de la cuenca, antes que su provisión para la generación abiótica de electricidad, gas, petróleo y o metales. El agua es de la vida; y para la vida, y no más…

– Se ha de incrementar el caudal mínimo de agua volcada por las represas de 300 a 600mts3xseg. a fin de recuperar y sostener la capacidad homeostática de la naturaleza del río, hoy por completo eutrofizado, podrido en algas.

– El volcado final de todas las cloacas ha de ser trasladado a la zona de bardas para riego forestal. Ya no más el anacronismo del “río cloaca”.

– Los agrotóxicos deben ser controlados por Salud Pública. Hormonas, fertilizantes y venenos agroquímicos son antes una cuestión vinculada la salud de las personas que con la producción frutícola agropecuaria.

– Se ha de prohibir el abastecimiento de agua para el fracking de Vaca Muerta y Allen. Saquen todo el gas y petróleo que quieran, pero no con agua. Agua por petróleo, nó!!

Rechacemos entonces el reactor nuclear, y obremos a la par para que la naturaleza del agua que habremos de beber sea tan vital como saludable.

Publicado en ADN Río Negro, 20 de enero de 2018.