http://www.novargentina.com - El fin de semana que pasó estuvo cargado de imágenes, fotos, videos y comentarios sobre el casamiento entre Meghan Markle y el príncipe Harry, en Inglaterra. Casi a modo de cadena nacional, los principales canales de noticias transmitieron las 24 horas, analizando los vestidos, los peinados, los presentes y los ausentes en dicha celebración.
En ningún momento se mencionó a los caídos en la Guerra de Malvinas, ni el hundimiento del crucero General Belgrano, ni la lucha por la soberanía y, mucho menos, el robo de tierras nacionales por parte del Reino Unido. Tan solo se limitaron a admirar las cuestiones más banales de un acontecimiento que poco debería importarnos como argentinos.
Mientras en nuestro país nos golpea una crisis que, paulatinamente, amenaza con repetir episodios trágicos de la historia, medios oficialistas y opositores al gobierno quedaron embobados por los sucesos de una boda real celebrada a miles de kilómetros y que poco repercuten en nuestra realidad cotidiana. Muy por el contrario, sirve de cortina de humo para tapar las dificultades económicas que atraviesa la nación.
Parece que todavía no aprendimos como sociedad a mirarnos a nosotros, a comprender nuestros procesos históricos, a respetar a nuestros héroes que dejaron la vida en las Islas Malvinas enfrentando a un poderoso y codicioso imperio, a despreciar las celebraciones de un par de príncipes y reyes ajenos a nuestra idiosincrasia.
La necesidad de no ser menos, de poner a Europa en el eje de nuestras prácticas, hace que de alguna forma le faltemos el respeto a nuestra historia reciente y a esos cientos de jóvenes que fueron obligados a ir a una guerra que lo único trajo fueron enormes pérdidas. Deberíamos poner la conciencia nacional por encima de cualquier Boda Real y muchos más, si ese casamiento se celebra en Inglaterra.
Publicado en https://malvinasgpico.blogspot.com.ar/
Foto Archivo.
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