Cultivar verduras y hortalizas, al pie de la meseta de Somuncura, allí donde predomina la piedra basáltica y el coirón, para algunas familias es un sueño hecho realidad.
Sin fines de producción intensiva, aunque en algunos casos como modelo para que sea replicado por otros integrantes de las pequeñas comunidades, en los últimos meses técnicos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro, construyeron una quincena de invernaderos de pequeñas dimensiones, en los que pueden sembrarse verduras de estación.
Humberto Iglesias es uno de los referentes del Programa de Invernáculos para la Región Sur, que conduce el ingeniero agrónomo, Raúl Fernández. Iglesias contó a “Río Negro” que junto a sus compañeros recorren los parajes y proponen la instalación de estas estructuras que quedan al resguardo y bajo la responsabilidad de las propias familias.
Hasta ahora, los beneficiarios pudieron manejar con éxito las diminutas globas montadas y ya cosechan sus primeras producciones, que en algunos casos, generaron excedentes de consumo que pudieron ser vendidos o compartidos con otros pobladores.
“El Programa nació en el MAGyP pensando que en la región hay poco acceso a verduras, por lo que emprendimientos como éste, tienen suma importancia en cuanto a mejorar la calidad de la dieta y seguridad alimentaria de la población”, explicó el director de Agricultura, Raúl Fernández.
“Esta iniciativa, no sólo implica la colocación de la estructura sino la entrega de plantines, capacitación y seguimiento de los beneficiarios por parte de los técnicos del área de Agricultura”, agregó.
Se construyeron invernaderos en Cona Niyeu, Arroyo Los Berros, Sierra Pailemán, Valcheta, Sierra Colorada, Maquinchao y El Cuy. También se instalaron en la cárcel de Viedma, Comallo, Pilcaniyeu, Maquinchao y en la cárcel y un vivero de Bariloche.
El Programa también posibilitó la construcción de un invernadero en el predio de la Sociedad Rural de Viedma donde se ubica la Sede Atlántica de la Universidad de Río Negro. El mismo es utilizado por estudiantes de la carrera de Ingeniería Agronómica para llevar a cabo prácticas sobre producción de plantines.
Una familia que habita la zona rural cercana a Arroyo El Tembrao, al pie de la meseta de Somuncura en el este rionegrino recibió días atrás la sorpresa del arribo de los técnicos del Programa para instalar el invernáculo de 9 por 2 metros.
La orden había sido dado por una Defensora de Menores de San Antonio Oeste para que se otorgara esta posibilidad a estos pobladores entre los que hay una adolescente cuadripléjica.
“Además de ser un acceso al abastecimiento de verduras y hortalizas frescas, es una actividad que puede desarrollar la mujer de la casa, que se dedica exclusivamente a atender a su hija con discapacidad mientras el hombre cría chivas y ovejas en el campo”, explicó Iglesias.
En unas pocas horas, los técnicos hicieron los pozos, doblaron los caños de PVC, el hombre con un pequeño arado rotativo autopropulsado hizo los surcos y antes de que cayera el sol, el invernáculo estuvo listo. Un pequeño sistema de riego por goteo, con agua de pozo existentes y quedó todo en condiciones para iniciar la siembra.
Con abono de oveja y un poco de esmero, la estructura permitirá a los habitantes de esta inhóspita región cosechar en unos meses lechuga, brócoli, acelga y otras verduras de estación. Para la primavera aspiran a renovar especies con tomates, morrón, berenjenas, zanahorias y otras.
“”Para ellos fue como un sueño cumplido, la mujer estaba emocionada”, contó Humberto Iglesias, sin poder disimular el orgullo de sentirse útil para esa familia, habitante de una zona histórica y geográficamente postergada.
Publicado en Diario "Río Negro", domingo 13/05/2018.-
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