Un coirón que hace la diferencia. Plantas más grandes y más resistentes a la sequía. Es el resultado de un ensayo del INTA Bariloche, que encontró cualidades muy particulares en los ejemplares de la Meseta Somuncura. Significa un avance importante para la explotación agropecuaria.

Los pastizales naturales de Patagonia Norte son el recurso forrajero más importante para el ganado doméstico, principal actividad agropecuaria de la región.

Por lo tanto, resulta fundamental realizar estudios que integren aspectos genéticos, ecológicos y fisiológicos de las principales especies nativas. De esta forma, podemos caracterizar la capacidad de adaptarse frente a diversas condiciones ambientales. En este sentido, el INTA Bariloche identifica plantas que posibiliten a futuro, desarrollar un cultivo como el Coirón blanco.

El avance de la desertificación, los suelos susceptibles a erosión y la fragilidad de los sistemas áridos y semiáridos frente a cambios en el régimen de lluvias y temperatura, requieren la búsqueda de nuevas tecnologías que permitan disminuir el deterioro de los pastizales naturales.

Este contexto, sugiere que la domesticación para el cultivo de especies forrajeras nativas permitiría la mejora de la productividad y la recuperación de pastizales con ciertos niveles de degradación.

Domesticar es obtener un cultivo a partir de material silvestre y, cuando se trata de forrajeras nativas, se busca fundamentalmente rendimiento del forraje, buena producción de semilla, calidad nutricional, resistencia al pastoreo y en nuestros ambientes, tolerancia a la falta de disponibilidad de agua.

Una de las forrajeras nativas de los pastizales de Patagonia Norte es Festuca pallescens, llamada comúnmente coirón blanco o coirón dulce. Esta especie presenta varias características que la hicieron interesante para comenzar un programa de domesticación. Por ejemplo, tiene una participación destacada en la dieta de ovinos, bovinos y caprinos (superior al 20%) y elevada productividad; produce gran cantidad de semillas y puede desarrollarse en una amplia variedad de ambientes en nuestra región, tolerando altos niveles de salinidad.

Con el fin de identificar plantas adaptadas a diferentes condiciones ambientales que permitan a futuro desarrollar un cultivo en el INTA Bariloche, se estudiaron distintos sitios de Patagonia Norte donde esta especie se desarrolla. Se encontraron algunos resultados interesantes, por ejemplo, las plantas de la Línea Sur rionegrina produjeron mayor cantidad de hojas y su forma resultó más achaparrada que las plantas de la zona cordillerana. Además, la coloración fue variable y, en el caso particular de Pilcaniyeu, las plantas produjeron muchas cañas florales con gran cantidad de semillas. Sin embargo, las características más notorias se encontraron en las plantas de dos sitios de la Meseta de Somuncura, que resultaron muy diferentes a todas las demás.

La Meseta de Somuncura es una extensa altiplanicie basáltica formada hace millones de años, con un ambiente árido a semi-árido que condiciona la flora y fauna que en ella habitan hasta el punto de encontrar especies que sólo se desarrollan en este ambiente (especies endémicas). Su distintiva biodiversidad y las evidencias de un posible poblamiento Americano hacia fines del Pleistoceno la convierten en un Área Natural Protegida de gran interés biológico y cultural. Sumado a las tantas particularidades de la Meseta, algunos coironales de esta región presentaron muchas características distintivas.

En primer lugar, las semillas de estos coironales son más grandes y con una gran capacidad para germinar. Las plantas presentan mayor tamaño y resultaron ser muy conservadoras en el uso del agua disponible en el ambiente, tolerando situaciones de muy baja disponibilidad de agua en el suelo. Estas últimas características las harían resistentes a largos períodos de sequía. Por otro lado, genéticamente son muy diferentes al resto de las plantas estudiadas del coirón blanco, pareciéndose al corión huecú, otra especie de festuca de ambientes áridos.

En definitiva, estas “festucas diferentes” presentan una serie de características que resultan de gran interés forrajero para los ambientes áridos y semiáridos de Patagonia Norte, sobretodo en un contexto de cambio global donde los largos períodos de sequía constituyen una amenaza constante.

“El coirón blanco presenta una serie de características de gran interés forrajero para los ambientes áridos de Patagonia Norte”.

Aldana López, área de Recursos Naturales Conicet - INTA Bariloche.

Datos.

20%

La participación que tiene el coirón blanco en la dieta de ovinos, bovinos y caprinos de la meseta patagónica.

Tamaño

La principal característica de semillas y ejemplares de la Meseta de Somuncura.

CONICET - INTA EEA Bariloche.

Publicado en Diario "Río Negro", domingo 13 de mayo de 2018.-