¿POR QUÉ UN CONEJO DE PASCUA? ¡PARA DESPLAZAR AL CORDERO!
Estamos en Pascua, y ya se ven de nuevo las imágenes de los huevos de pascua… acompañadas por un conejo. ¿Qué tiene que ver un conejo con la pascua? Pues nada, absolutamente nada. Se trata de un intento por desvirtuar la celebración de la Pascua. Lo del “conejo de Pascua” es similar a lo de Santa Claus. En navidad es común ver al anciano barrigón, vestido de rojo, el cual trae regalos. No son pocos los que piensan que Santa Claus es el centro de la navidad. Lo mismo pasa con el conejo de Pascua, su figura distrae del verdadero centro de esa celebración, que no es otro que el cordero pascual, o sea Cristo.
Algunos dicen que se debe a una historia de un conejo que quedó atrapado dentro del sepulcro de Jesús, y que presenció la resurrección, y que por eso el conejo hoy lo vemos en la pascua, repartiendo huevos en señal de alegría. Otros dicen que el conejo era usado para las catequesis, para explicar cómo los cristianos debemos saltar en el camino a la santidad. Otros dicen que pascua en hebreo significa “salto”, y ya que los conejos saltan, entonces de ahí surge el conejo. Una leyenda más es la de una mujer, cuyos hijos andaban buscando huevos de pascua ocultos y, al ver a un conejo salir de un hueco donde estaba un huevo, creyeron que el conejo era el que había ocultado los huevos. Son tantas historias y leyendas, y ninguna le puede dar firme soporte al conejo de pascua.
Los huevos de pascua tienen origen en el cristianismo. Sobre esto puede leerse en esta publicación:
https://www.facebook.com/mariamorapronobis/posts/2333808896722038
No así el conejo, a pesar de las simpáticas explicaciones que tratan de buscarle lugar a ese personaje orejón dentro de la pascua. El conejo sigue siendo un elemento ajeno a esa celebración. Si bien es cierto que los conejos pueden fácilmente asociarse con la fecundidad, no es verdad que fuera animal de culto, o que perteneciera al ritual de la diosa Ostara, o Eostre. El verdadero fin de introducir un conejo en la pascua es desviar la atención del centro de la misma. Lo que el cristianismo ha tenido desde siempre es un cordero de pascua. Forzar la figura de un conejo dentro de la pascua, sirve para desplazar al cordero, tal como lo han logrado con Santa Claus, cuya figura desplaza a Cristo en muchos hogares en navidad.
Vemos entonces que se busca quitar de su merecido lugar al Cordero de Dios, a Jesús, que es el cordero pascual, para colocar ahí a un personaje que no tiene nada que ver con la resurrección: un conejo con una canasta de huevos. Así es como muchos, cuando es pascua, piensan más en un conejo, que en el Cordero que murió en la cruz por nosotros.
Fuente de información e imagen: Soy católico y mariano/Facebook.
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