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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

miércoles, abril 28, 2021

La tentación populista del Doctor Fernández.

 


La tentación populista del Doctor Fernández.

Como sociedad atravesamos la cancelación de derechos y libertades y un mayor control social, males inevitables propios de una crisis extrema como lo es una pandemia. Pero hay males que son innecesarios: discursos de miedo y demonización, prioridades equivocadas, desprecio por la planificación, recetas antiguas y fallidas...

En su Diccionario (1981), Norberto Bobbio define al populismo como una pulsión latente que se adapta a doctrinas varias. En este sentido no sería, según el genial autor italiano, una ideología, o “elaboración teórica orgánica y sistemática”, sino un método. En el origen del término está la idea de pueblo, asumido como mito. Y en todas sus variantes empíricas, tan distintas entre sí, se repite la construcción del “anti pueblo”.

El concepto no perdió vigencia, a la vez que surgen nuevos fenómenos que parecen compartir con el populismo algunas de sus particularidades. Por ejemplo, la idea de “autocracias electivas” engloba a las derivas democráticas que han sido tan propias de esta era Covid. O el reciente modelo de biopolítica de Giorgio Agamben, y su figura del “estado de excepción”, la forma extrema que adoptan las democracias en contexto de pandemia.
El autor advierte que, en esas condiciones, la vida humana se reduce a una única variable (la biológica), siendo avasallada en sus otras dimensiones, en tanto sujeto de derecho. Parece ser, entonces, que la democracia pierde terreno frente a ejercicios del poder que, sutilmente, la desvirtúan. Sobre todo en momentos de crisis o excepción, esa tentación populista latente se expresa en actos, que las más de las veces pasan desapercibidos. Se podría decir que el populismo está en los detalles.
La tentación populista está detrás de todo intento de eliminación simbólica del otro bajo el disfraz de la legitimidad popular. Al rival derrotado en las urnas debe ser, además, invisibilizado. Para ello se monta un relato atractivo, de héroes, villanos y chivos expiatorios, respuestas simples, ilusión de totalidad, y el confort mental de las verdades absolutas que ofrece todo dogma.
Esto requiere de un poderoso mecanismo de difusión (vía un aparato mediático o redes sociales). Pero, sobre todo, los populismos son un cómodo remanso en donde mantener los privilegios a salvo. Y ese castillo de naipes, tarde o temprano, se derrumba.
Paulatinamente, las élites se encierran en una realidad paralela, lejos de la agenda y las urgencias de quienes dicen representar, de los problemas que deben resolver, y de los objetivos que, como promesa discursiva, se habían propuesto alcanzar.
En esta soledad del poder, improvisan, recortan derechos, estimulan la división como estrategia política y electoral, dan pocas explicaciones y clausuran el debate. Las decisiones de gobierno son intempestivas y por fuera de los procesos formales establecidos. Se gobierna al margen de las instituciones, el poder está en las sombras, y es discrecional.
¿Qué pasa hoy en Argentina?
El presidente Fernández anunció más restricciones y un nuevo cierre de escuelas para una zona genérica compuesta por dos distritos. Apeló a las fuerzas federales de ser necesario. Tomó la decisión, según dijo, en soledad y de forma inconsulta. De hecho desautorizó a tres ministros y a la propia evidencia empírica provista y hecha pública, horas antes, por su mismo gabinete. El resultado del anuncio fue la movilización de la comunidad educativa, un mayor descrédito de la palabra oficial, y la angustia colectiva.
A lo largo de la pandemia, y bajo un relato nacional y popular, algunos actores locales confundieron legitimidad con discrecionalidad, y política con privilegios. A la vez, en el tironeo entre el "vamos viendo" y el "vamos por todo" se suspende la planificación, que es esencial a toda gestión. La improvisación genera consecuencias sociales (pobreza), económicas (crisis y desconfianza) y políticas (falta de acuerdos).
Como sociedad atravesamos la cancelación de derechos y libertades y un mayor control social, males necesarios propios de una crisis extrema como lo es una pandemia. Pero hay males que son innecesarios: discursos de miedo y demonización, prioridades equivocadas, desprecio por la planificación, recetas antiguas y fallidas.
Autoritarismo en lugar de autoridad. Anécdotas, pensamiento mágico o adoctrinamiento, en lugar de evidencia y datos. Y un discurso prepotente (fruto de la impotencia), sacerdotal y paternalista que infantiliza al ciudadano.
Hay algo mejor que el miedo para incidir en las conductas colectivas: la construcción de vínculos de confianza. Se construye confianza dando el ejemplo, rindiendo cuentas, brindando información precisa, respetando procedimientos (aún, y sobre todo, en tiempos de crisis) en la toma de decisiones, cambiando a tiempo y pidiendo disculpas cuando es necesario.
La política puede entenderse como cooperación o como conflicto. Quienes gobiernan deben procurar consensos para ampliar su legitimidad y consolidar su poder real. Un gobierno que amplía su base de apoyo encuentra más oportunidades de ejercer cambios y llevar adelante las políticas que se proponga en forma duradera. Gobernar no es hablar a una tribuna sino al estadio entero. Gobernar es incluir.
El rumbo de una gestión se traza en lo simbólico, pero sobre todo en lo real, en los gestos pero más en las acciones. La intolerancia y la demonización del rival hacen perder tiempo y recursos para lo urgente y lo importante. Hoy la calidad de la convivencia democrática es clave para atravesar la pandemia, y más aún para el día después.
Sobre los grandes temas no puede haber divisiones ni mezquindades. A mayor disenso, mayor es la necesidad de diálogo. Y para esto hay que saber ceder. En la mesa de los acuerdos todos cedemos un poco, y gana el conjunto. Abandonar la tentación populista es un primer paso en el camino del consenso.

Christian Gribaudo es politólogo (UBA). Ex diputado nacional y ex presidente del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires.
Ilustración: Mariano Vior.
Publicado en Diario "Clarín", 26/04/2021.

2 comentarios:

La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.