“Estamos condenados a elegir” decía el viejo maestro Jean Paul Sartre. Y en la conciencia de esa elección está la levadura que propicia nuestra singularidad como humanos.
No hay forma de saltar ese dilema, ya que siempre deberemos elegir, aun cuando nos resistamos a tomar una determinación, el solo hecho de no hacerlo ya es toda una elección. Y cada decisión no se hace en el limbo, sino siempre “soy yo y mi circunstancia” como le gustaba proclamar a Ortega y Gasset. Y la circunstancia es fundamental, es la fuerza apelativa de nuestras decisiones, el motor y el cepo. De allí que haya resoluciones que son casi automáticas o que requieren pocas cavilaciones: por ejemplo si hago arroz o tallarines en el almuerzo, si me voy de vacaciones al mar o la cordillera, etc.
Siempre recuerdo ese extraordinario cuento de Kafka, “Un médico rural”, cuyo protagonista acude al llamado de un enfermo que vive muy lejos de su casa. Ese hecho tan nimio se vuelve una verdadera pesadilla que queda resumida en la frase final del cuento: “Basta acudir una vez a un falso llamado de la campanilla nocturna para que lo irreparable se produzca”. Una pequeña decisión trae consecuencias enormes. A veces uno puede revertir lo decidido, pero en muchos casos es poco posible.
Es que decidir implica siempre abrir puertas, sin embargo por cada puerta abierta hay una o muchas que se cierran y la topografía de nuestra vida se puede trazar por las puertas que abrimos o bien por las que cerramos. En esta infinita madeja de decisiones que nos viene de Adán hay algunas que hemos heredado y que han condicionado en muchos aspectos nuestra vida, por ejemplo el hecho de que nuestros padres decidieran mudar de país, de provincia, de ciudad. Ese hecho desata un haz de consecuencias futuras: gracias a aquella decisión tuvimos esos amigos en el colegio, conocimos a nuestra/o novia/o, conseguimos determinado empleo, amamos u odiamos ese paisaje.
El acto de elegir conlleva siempre una dosis alta de misterio e imprevisibilidad, y si no mirá hacia atrás, y fijate en el recorrido que has hecho para llegar hasta aquí.
Elegir o elegir, esa es la cuestión.
* PUBLICADO EN DIARIO "RÍO NEGRO".
Domingo 26 de Septiembre del 2021.
https://www.rionegro.com.ar/de-sartre-a-kafka-los-dilemas-en-la-literatura-1973840/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.