Meseta rocosa, reino de la piedra, de la arcilla, de la
arena y de la sal. Con una altura irregular de 130 a 160 metros , con una
dimensión aproximada de 1800
metros de frente sobre el mar y una profundidad costa
adentro de unos 800
metros promedio, con el mar de la Bahía sin Fondo por un
lado y la inmensidad monótona de la estepa patagónica por el otro, se levanta
la formación ¿natural? del Fuerte Argentino en el Golfo de San Matías.
Centinela legendario, ¿Muelle? ¿Castillo? ¿Fuerte? ¿Otrora una isla rodeada de
mar? ¿Lugar de entrada de los caballeros templarios con la reliquia del Santo
Grial? Fantasías. Leyendas. Indicios. Teorías. Búsquedas.
“Una vez sobre el Fuerte Argentino, mi espíritu sintió una
nostalgia incontenida, una infinita emoción agridulce, como si el pasado humano
estuviera concentrado en la entraña misma de la tierra” escribió la
historiadora Josefina Gandulfo Arce en su libro sobre Las Grutas.
¿Era una isla el Fuerte Argentino rodeada de mar? ¿O era una
isla rodeada de agua dulce por la desembocadura del Río Negro? El historiador
Raúl Entraigas en su interesante libro “El fuerte del Río Negro” cita que este
río era tan desconocido que Floridablanca expresa que “En la Bahía sin Fondo o
Punta San Mathías desagua el río Negro o de los sauces”. Y Entraigas aclara que
“Por otra parte, casi todos creían que el río de los sauces desembocaba en San
Antonio y que en otras épocas, seguramente el Golfo de San Matías habría sido
su boca”.
¿Había en el Fuerte Argentino hombres desconocidos que lo
poblaban? El Virrey Juan José de Vértiz le advierte a Juan de la Piedra en su
extensa instrucción sita en el Legajo 331 del Archivo de Indias en el General
de la Nación que “entre el Negro y el Colorado viven los indos de nación
Tegüelchú vaxo el mando del cacique Negro, el cual ya tiene permiso de venir a
la Capital, que le den cartas para Buenos Aires. Los emisarios del cacique
Negro aseguran que en la isla que hay dentro de la Bahía sin Fondo, están
poblados ciertos indios o gentes no conocidas de quienes viven muy recelosas”.
Y pide que investiguen eso. Le pide se entere, por medio de los aborígenes, si
llegan barcos allá, y si tienen noticia de que haya extranjeros en el interior
del país.
¿Quiénes eran estos desconocidos que habitaban la isla del
Fuerte? Los osados que buscan en la Patagonia el derrotero del Santo Grial
traído por los caballeros templarios para protegerlo citando antiguas zagas mitológicas
aseguran que el mismo era una antigua fortaleza habitada por “hombres blancos”
y afirman que en los antiguos manuscritos del caballero Perlesvaus, éste al
llegar a las costas patagónicas en el Golfo de San Matías muestra su sorpresa
porque “El castillo se divisa sobre una ínsula en el mar. El aspecto del fuerte
al acercarse desde el mar es el de una isla. Y afirman que en cuanto la nave
tomó puerto debajo del castillo, el mar se retiró de modo que la nave quedó en
tierra seca”. Un dato más dicen los investigadores sería que se trata de la
Bahía sin Fondo porque “la diferencia de mareas toma por sorpresa al piloto de
la nave, dado que la diferencia entre pleamar y bajamar delante del Fuerte
Argentino suele ser de hasta 10 metros, algo totalmente inusual en el resto del
mundo”.
Otro aporte a este misterioso promontorio lo dan las
“planches” del Atlas confeccionado por el francés Martín de Moussy (geógrafo y
científico contratado por el gobierno de la Confederación) que en el punto
geográfico del Fuerte está marcado con dicho símbolo con la leyenda “Ancien
Fort Abandonné” o sea antiguo fuerte abandonado.
Destacamos que los precisos estudios geográficos del Dr.
Jean Antoine Víctor Martín de Moussy, en especial su “Desccription Geographique
et statistique de la Confederatión Argentine” publicada en tres tomos y un
atlas fue imprescindible para futuras investigaciones sociales.
Lo notable del caso es que el mismísimo Julio Verne al
escribir sus libros ambientados en la Patagonia, la cual no conocía, se valiera
del trabajo del médico francés.
Es así que menciona entre los antecedentes de viajeros y
exploradores franceses a “Alcides D’ Orbigny y a mi honorable colega el doctor
Martín de Moussy”.
Por tradición oral algunos antiguos pobladores del predio
aseguran que “tiene el lugar una historia antiquísima y que antiguamente era un
fuerte que en la cara que daba al mar tenía cañones emplazados”
Visto desde arriba el Fuerte Argentino se asemeja a un par
de alas de un pájaro inmenso dirigiéndose hacia el mar.
Actualmente hay una búsqueda de material relacionada con el
Fuerte, los templarios y la gesta del Gríal y empresas de turismo que salen
desde Las Grutas para visitarlo y luego entregar a los visitantes de un
Certificado de Caballero Templario como recuerdo de la excursión.
¿Otro misterio en plena Patagonia argentina? ¿Otra leyenda?
¿Otra impronta mágica y mística para esta tierra de aventuras?
Que los osados saquen sus propias conclusiones.
Imágen internet de GUILLERMO PIRRI ARGENTINO.
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