Se trata de Canale, un símbolo de la capital del tomate. Sostienen que no hay dinero para las indemnizaciones.
Sin previo anuncio, ayer se decidió dar a conocer la decisión de la empresa IAM SA (Industrias Alimenticias Mendocinas) dependiente del grupo Canale, de cerrar de manera definitiva las puertas de la planta de procesado de tomate en Lamarque. Sesenta y siete personas quedan sin su principal fuente de trabajo y no podrán, al menos por ahora, cobrar su indemnización .
Si bien la firma había dado señales de estar en crisis en Valle Medio, no se esperaba que se llegase a esta decisión.
Ayer, en la puerta de la delegación de la secretaría de trabajo en Choele Choel, el abogado Favio Prado Muñoz, representante de los trabajadores sostuvo que "el impacto es directo sobre la economía del Valle Medio".
Esta industria era única en la localidad, y una de las 3 de la zona del Valle Medio.
"Se trata de una noticia muy desagradable, veníamos sosteniendo –a través del sindicato de la industria de la alimentación de Río Negro– conversaciones con la empresa para ver de qué forma podíamos mantener esa planta trabajando, pero lamentablemente se cierra".
"En audiencia nos enteramos de que ni siquiera tienen el dinero para pagar las indemnizaciones correspondientes así que estamos realizando el reclamo para ver si podemos canalizar este pedido al grupo responsable de esto que es el grupo "Canale"", dijo el abogado. "Por lo que tengo entendido –y es lo que se ha informado la persona que vino en representación de la empresa– sería sólo por ahora el cierre de la planta de Lamarque, manteniendo otras dos en funcionamiento", agregó.
Sobre los empleados, se señaló que "por ahora corren los plazos legales para el pago de la liquidación e indemnización, porque –además– se estaban pidiendo los retroactivos de los aumentos de las escalas salariales del año pasado que no se habían cumplido y el pago de algunas otras diferencias salariales. Y en principio tienen el plazo legal para cancelar eso. De no ser así obviamente el recurso que le queda al trabajador es la vía judicial. Estamos hablando de personal permanente que ha cumplido hasta 30 años de antigüedad o más algunos, a punto de jubilarse", agregó.
Si bien, la firma no dio a conocer lo argumentos concretos del cierre de la planta, el año pasado iniciaron un tramite de crisis prevencional de empresa aludiendo problemas económicos.
Con el boom de la producción tomatera en la zona, a fines de la década del 50, desembarcaron en el Valle Medio: Canale, Bestani, y Coronel Belisle. Fue tal el furor en su momento, que docentes que se desempeñaban en la Escuela 25 trabajaban en algún turno de la empresa, dado que esta no paraba en todo el día.
Al igual que otros cultivos estacionales, el tomate atravesó distintas crisis, algunas de ellas hirieron de muerte a algunas de estas fábricas, que fueron cerrando de manera paulatina. La última fue Canale.
La firma había dejado de producir a fines de la década del 90 y volvió a subir sus persianas en 2002. Ese año, desde la empresa se indicó que producirían cerca de 5 millones de kilos de tomate cubeteado. Además, la reapertura volvió a generar fuentes de trabajo directo en la localidad, el regreso de maquinaría que se había enviado a Mendoza, y el impacto económico indirecto. Esta vez, el proceso de cierre comienza a destejer al revés esta madeja: mano de obra desocupada, máquinas que serán desmanteladas para ser llevadas a otro lugar e impacto en lo social y económico de la ciudad.
En su momento, entre las circunstancias que habían obligado a tomar tal determinación se remarcó que en la provincia cuyana de Mendoza existían factores económicos más atractivos, pero además comprar materia prima del exterior era más rentable que producir.
Publicado en Diario "Río Negro".
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