GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...
...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, noviembre 08, 2016

Lealtad con uno mismo por Alfredo Leuco.

Le quiero contar algo curioso que me pasó. Dos amigos que no se conocen entre sí me mandaron el mismo poema. Uno de ellos está luchando a brazo partido contra un maldito cáncer y el otro cambió sus creencias históricas y saltó de la militancia política socialdemócrata a la devoción por el Cura Brochero. En el medio le pasó algo tremendo en su vida que prefiero no contar. Lo obligó a reciclarse. Decidió empezar una nueva vida.
Los dos andan por los 60 años. Cuando vi el título del poema ya me pareció un desafío apasionante. Se llama: “Lealtad con uno mismo”. Yo lo traduje al idioma de Litto Nebbia y dije: “solo se trata de vivir”. El autor de ese texto iluminado es Mario de Andrade, un escritor y musicólogo brasileño fundador de la corriente modernista de ese país.
De él, solo había leído “Macunaíma” allá por los 70. Era la historia heroica de un indio del Amazona que de alguna manera invade y derrota a la cultura europea. Leyendas, coloridos y fantasías de la mano de lo que se conoció mundialmente como el realismo mágico con Gabriel García Márquez. Después se hizo la película y los jóvenes de entonces nos prendíamos por horas en el debate de su contenido revolucionario. De paso mirábamos las chicas que luego iban a ser objeto de nuestros intentos de seducción. Teníamos el pelo largo y la rebeldía como bandera.
Macunaíma es considerada una de las obras capitales de la literatura brasileña.
Mario de Andrade fue un niño prodigio en el piano y leía en francés a Rimbaud cuando tenía edad para jugar a los autitos con sus amigos de la calle Aurora al 320 donde vivía en San Pablo. Hoy la biblioteca municipal de esa megalópolis lleva su nombre: Mario Raúl de Morais de Andrade.
Mario murió en 1945 y apenas tenía 52 años y una sabiduría y un talento fuera de serie. Hace 71 años que falleció de un infarto del miocardio y sin embargo escribió un poema que considero una suerte de hoja de ruta para ser feliz. Algunos dirán que es un poema de autoayuda. Yo creo en las cosas sencillas de la vida. En lo que Facundo Cabral pregonaba cuando cantaba: “vuele bajo porque abajo está la verdad”.
Le pido que escuche con atención este poema titulado: “Lealtad con uno mismo”. Vale la pena. No se va a arrepentir. Ahí va:
Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a manipuladores y oportunistas.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Sin muchos dulces en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una.
Lealtad con uno mismo.
¿Qué me cuenta? Una maravilla que me hizo reflexionar de tantas urgencias y ansiedades inútiles. Eso de correr para cualquier lado. De llegar siempre tarde a donde nunca pasa nada.
Creo haber aprendido de Mario de Andrade que hay que vivir intensamente lo que nos queda de vida sobre todo porque no sabemos cuánto nos queda de vida. Eso significa huir de burócratas que todo lo formatean como una estadística y que son capaces de medir hasta la bronca y los sentimientos. Basta de bancarse a los que hacen que hacen a los que fingen lo que no son. No tengo tiempo ni ganas de bancarlos. Me gané el derecho a mandarlos al carajo. Me tienen hartos los envidiosos, los que siempre se sienten mejores que los mejores pero que son un compendio de excusas. Esa cultura tan argentina que dice: Yo jugaba en las inferiores de Boca, Papa. Era mejor que Maradona. Pero mis viejos me mandaron a estudiar. A veces me canso hablar de lo que pasa y no de lo que nos pasa. O de lo que me pasa. Con esa receta que me dio el doctor Daniel López Rossetti: “Aumentar la dosis de sano egoísmo personal”.
Eso es que nuestra búsqueda es la utopía de encontrar nuestro lado más pájaro del alma. Y enseñarle eso a nuestros hijos. Para reírse de las torpezas que cometemos todos los días. Para celebrar que somos imperfectos. Para apostar a ser mejores en la ética y la estética. La belleza es un derecho humano. Y combatir a los corruptos es una obligación moral.
Andrade me hizo acordar de aquella reflexión que me ayudó a vivir.  Dice así:
Cuando llegues a la cima:
Tómate un tiempo para disfrutar,
El camino ha sido largo y difícil;
Tómate un tiempo para ayudar a otros, mucho es lo que se te ha concedido;
Tómate un tiempo para compartir tu triunfo, quienes te aman también subieron a tu lado;
Tomate un tiempo para mirar de donde partiste, te juzgarás con menos severidad.
Tómate un tiempo para descansar un poco, hay una nueva cumbre por conquistar.
Yo entendí que Mario de Andrade y mis amigos que me mandaron el poema me estaban diciendo: “camina por la vereda del sol. Aprende que con poco se puede ser muy feliz. Y sobre todo que el secreto de la vida es ser leal con uno mismo. No mentirse ni engañarse. Hacer lo que se quiere y lo que se puede. No siempre lo que se debe.
La frase que más me conmovió del poema lo dice todo: Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una.
¿No le parece?.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.