LA TAPA DEL GRÁFICO DE LA ÉPOCA CUANDO MIGUEL ÁNGEL CASTELLINI GANABA EL TITULO EN ESPAÑA Y LA PAMPA FESTEJABA EL TRIUNFO DEL PRIMER CAMPEÓN MUNDIAL QUE DABA ESTA PROVINCIA ARGENTINA.
Las confesiones de Castellini, a cuatro décadas de consagrarse campeón mundial de boxeo.
Docencia, recuerdos y anécdotas de un gran representante argentino, luego de 40 años de su victoria sobre el español José Durán, en Madrid.
El pampeano Miguel
Ángel Castellini está próximo a cumplir 70 años. Lo enorgullece describir su
propio gimnasio de boxeo recreativo y comentar las ventajas que ofrece entrenar
allí, donde casi 2000 afiches de grandes peleas le dan color a un ámbito único y
especial, musicalizado por el ritmo de los puchingballs, el eco de los golpes
que rebotan en las bolsas de arena y el sonido repetido del salto a la soga.
No disimula sus nervios cuando vuelve a mirar el póster del
combate que lo consagró campeón mundial y espía su fecha, constantemente. Las
letras gastadas titulan: "8 de octubre de 1976. José Durán (España) vs.
Miguel Castellini (Argentina). 15 rounds. Campeonato Mundial Mediano Jr (AMB).
Palacio de los Deportes de Madrid." Pasado mañana se cumplirán 40 años de
aquella aventura, una hazaña inmortalizada en la tapa de los diarios argentinos
cuando los consagrados volvían al Luna Park en el autobomba más grande de la
ciudad, que recorría la calle Corrientes y permitía a los oficinistas dejar por
un momento el empleo para vivar al púgil coronado. Otros tiempos, otro país,
otro mundo.
Lejos de los matices característicos de los viejos
campeones, Castellini exhibe hoy una imagen impecable. Sus músculos marcados
disimulan un estado de emoción permanente, distante del andar furioso de aquel
noqueador que recibió el apodo de Cloroformo. Casado con Karina, vive una vida
tranquila y sin apremios.
-¿Qué significa este aniversario?
-¡Emociona! Trae muchos recuerdos. Todos evocan la fecha. Tu
gente, tus amigos, tus alumnos. Tenía 29 años y estaba impecable, contento,
feliz; bien preparado. Uno sabe cómo está al subir al ring. Esa noche yo sabía
que estaba para ganar. Ya en el tercer round, cuando derribé a Durán con un
derechazo, me di cuenta de que le quitaría su corona. Fue bueno ganar en
Madrid. Respetaron la diferencia, no me robaron. Los españoles no me
presionaron, fueron educados conmigo. Fuimos campeones porque tuvimos un equipo
bueno. Con Tito Lectoure, mi manager, supimos esperar las distintas
postergaciones: primero fue el japonés Koichi Wajima, que se lesionaba, y
cuando estábamos en Europa, Durán nos hacía esperar.
-¿Como vivía las recepciones populares tras el triunfo?
-Era único. Es lo que más me emociona recordar. Hice el
mismo recorrido que paseó a [Víctor] Galíndez y a [Carlos] Monzón. La gente no
dejaba de aplaudir en las calles. ¿Sabe lo que significa eso?
-Usted pudo dar más en su carrera...
-Sí, y me lo reproché por mucho tiempo. Hubo un hecho del
cual nunca me pude recuperar. La gente no lo comprendió ni lo entendió. Ir a
pelear a Managua, en años difíciles para la paz interna de Nicaragua, fue un
error tremendo. Lectoure creyó que noqueaba a Eddie Gazo, fácil, pero no tenía
idea dónde nos metíamos. En el segundo round fue a nuestro rincón un militar,
tiró tres tiros al aire y dijo «Si no te gana Gazo, yo te mato a balazos». Todo
fue así; peligroso, horrible. Después, jamás volví a ser el mismo. Perdí el
título y el futuro. Allí se acabó mi carrera. Siempre pensé y reflexioné mucho
sobre cada paso. También me jugó en contra.
-Fue campeón en simultáneo con Monzón y Galíndez...
-Galíndez era todo para mí. Como un hermano. Monzón era
distinto. Su vida no mereció terminar como terminó. Carlos tenía dos caras.
Una, la de un muchacho que salió de una pobreza tremenda y consiguió llegar
hasta lo más alto desde tan abajo que cuesta creerlo. La otra, la del famoso
que no respetaba nada porque nadie se animaba a ponerle freno. Si lo hubiesen
hecho, aún viviría. Compartí la gran foto del momento junto a ellos, pero jamás
me creí tan grande, porque, simplemente, no lo fui. Uno debe ser ubicado y
humilde siempre. Creo que lo fui y es el mejor legado para mis hijos Aldan,
Miguel y Maximiliano, en esta vida. A los jóvenes hay que cultivarles la
humildad, que no sea un freno para que cuando llegue el ocaso, sino una
cuestión de educación y respeto. Ayuda a llegar al objetivo.
El 7 de abril de 1973, su pelea con Doc Holliday en el Luna
Park fue comentada por Julio Cortázar para El Gráfico. "Ha sido un
orgullo. Fue impresionante en ese momento. Para mí, de boxeo sabía poco pese a
que le gustaba mucho. Cuando salió la revista, Lectoure me dijo «Es un buen
escritor»", recuerda quien, junto con Monzón, el piloto Carlos Reutemann y
el tenista Guillermo Vilas era agasajado en la Costa Azul por los actores
franceses Alain Delon y Jean Paul Belmondo, fanático del boxeo y de lo
argentino.
-Hoy se habla mucho de pobreza y poco de disciplina. ¿Qué
piensa?
-Antes, el pobre luchaba más. El boxeador siempre tuvo una
cultura chiquita, pero fue sumiso y respetuoso. Hoy, hablar de disciplina es
difícil; se está perdiendo. Va de la mano de la educación. Y esto es clave para
llegar a la meta.
-¿Usted propaga la cultura física y la práctica del boxeo
recreativo?
-Hace más de 35 años que empecé con los gimnasios para todas
las edades. Me fue y me va bien. Tuve buenos consejeros y asesores comerciales.
Algunos me agradecen porque encontraron en el deporte las soluciones que no les
daba la psiquiatría. Soy feliz cuando trato de sacar lo mejor de cada alumno. A
veces viene gente a pedir que entrene a un profesional y le digo que ya no
tengo nada que ver con el negocio del boxeo, al que miro poco y casi ni me
interesa. Nosotros comenzamos con las clases de boxeo femenino y jamás creímos
que iba a llegar donde llegó. ¡No me gustan las peleas de mujeres!
La ficha de Miguel Ángel Castellini
Fecha de nacimiento: 26 de enero de 1947 en Santa Rosa, La
Pampa.
Logros: Fue campeón argentino mediano junior en 1972. Ganó
el título mundial mediano junior de la AMB el 8 de octubre de 1976 en Madrid,
ante el español José Durán, por puntos en 15 rounds. Perdió la corona el 5 de
marzo de 1977 ante el nicaragüense Eddie Gazo, en Managua, por puntos en 15
asaltos.
Mejores victorias: Ramón La Cruz, Carlos Marks, Raúl Soriano
y Eddie Gazo (desquite).
Récord: Disputó 93 peleas entre 1965 y 1980. Ganó 73 (48
K.O.), perdió 8 y empató 12.
Entrenadores: Ademar "Chito" Tévez, Vicente
Espinoza, Diego Corrientes, Víctor Arnoten y Juan Carlos Pradeiro.
Publicado en Diario "La Nación", jueves 6 de octubre de 2016.
Mi Idoloooo Miguel
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