En la famosa plataforma hay un petitorio para evitar que el gravamen al vino se concrete. Suma adhesiones la propuesta.
Desde el miércoles hay una petición activa en la web
Change.org para solicitar que se saque de la reforma tributaria que el gobierno
nacional enviará al Congreso, el impuesto al vino.
La solicitud sostiene que el vino tiene beneficios para la
salud comprobados que es una actividad de base agraria y que ya realiza un
aporte fiscal de $18.000 millones de pesos anuales (dato 2016). A este monto se
pretenden sumar $5.400 millones de pesos más.
Este dato surge de una base de cálculo de ventas por $72.000
millones, de los cuales $54.000 millones corresponden al mercado interno.
"Argentina fue el primer país vitivinícola del mundo en
declarar al Vino como la Bebida Nacional a través de la Ley Nacional 26.870
aprobada por unanimidad en el Congreso de la Nación y refrendada por la
Resolución 253-E/2017, del Ministerio de Agroindustria de la Nación, que
establece un Plan Nacional de Promoción del Vino Argentino Bebida
Nacional", destaca la petición que busca adeptos.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, viernes 3 de noviembre de 2017.
A continuación el texto publicado en la web Change.org
CONSIDERACIONES ANTE EL PROYECTO DE LEY QUE PRETENDE GRAVAR
AL VINO ARGENTINO CON UN NUEVO IMPUESTO INTERNO
Los beneficios del vino para la salud, la base agraria de la
actividad, la amplitud territorial, el aporte tributario del sector, el peso de
sus mercados interno y externo son algunos de los argumentos que esgrime la
vitivinicultura argentina frente al proyecto que impulsa el Gobierno Nacional
de implementación de un impuesto interno del 10%.
La actividad vitivinícola ya realiza un aporte fiscal de
$18.000 millones de pesos anuales (dato 2016). A este monto se pretenden sumar
$5.400 millones de pesos más.
Este dato surge de una base de cálculo de ventas por $72.000
millones, de los cuales $54.000 millones corresponden al mercado interno.
La colocación de un impuesto interno puede tener dos
objetivos, desde el punto de vista conceptual:
Desalentar el consumo de un producto que por alguna razón se
considera nocivo
Gravar productos suntuarios con fines recaudatorios.
El proyecto de gravar con un impuesto interno a los vinos a
priori no parece responder a ninguna de estas razones. Respecto de la primera,
el primer cuestionamiento es sobre la supuesta nocividad del consumo del vino.
Pero aún en este escenario, podrían darse las siguientes dos situaciones:
Que el impuesto NO se traslade al precio y que la carga
impositiva impacte hacia adentro de la cadena y en particular, a la producción
primaria, el eslabón más débil.
Que el impuesto SÍ se traslade al precio final del producto,
lo que implicaría –dada la elasticidad de la demanda de vinos (-0,85)- que a un
incremento de 10% en el precio del vino, se verificaría una caída en el volumen
vendido del 8,5%.
Respecto del segundo punto, impuestos a productos
suntuarios, vale recordar que alrededor del 85% del mercado interno corresponde
a vinos de segmentos de precios bajos (45% de vinos fraccionados en cartón, 5%
en damajuana y el resto son vinos “finitos” en botella).
Argumentos a favor del vino argentino
El vino tiene efectos positivos en la salud
Son innumerables los estudios que confirman los beneficios
del vino para la salud humana. El sector vitivinícola realizó una investigación
que midió la capacidad antioxidante de los vinos argentinos. Comparados con
otros vinos (de Chile, Italia y Francia) los argentinos demostraron la mayor
contribución: se trata del aporte de sustancias antioxidantes (polifenoles,
flavonoides, entre otros) que retrasan el envejecimiento de las células y
tienen la capacidad de prevenir afecciones cardiovasculares. Esta investigación
fue realizada por la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad de Buenos
Aires, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y Universidad de
Glasgow, Escocia y se publicó en los Annales de la Academia de Ciencias de New
York, una de las publicaciones de mayor prestigio científico y académico y de
consulta mundial.
Por otra parte, la denominada “paradoja francesa” es base de
una enorme cantidad de estudios científicos en torno a la relación entre el
vino y la salud. En 1991, el científico francés Serge Renaud afirmó en EEUU que
el consumo moderado de vino podía reducir el riesgo de padecer enfermedades
coronarias. Luego, científicos explicaron que, gracias al consumo de vinos, los
franceses tienen bajos índices de enfermedades coronarias, a pesar de su dieta
alta en grasas saturadas,
En tanto, en 2017, investigadores de la Subdivisión Médica
de la Universidad de Texas, el Instituto Capital de Pediatría de Beijing y la
Universidad de Shandong en Jinan (China) confirmaron en un estudio realizado
sobre 333.000 personas durante 20 años que, en comparación con los abstemios,
los consumidores moderados de vino tenían un riesgo reducido de mortalidad por
todas las causas y, en particular, por enfermedades cardiovasculares.
El vino es el producto de una actividad de base agraria
Argentina se encuentra entre los principales países
vitivinícolas. Está en el 6° puesto en producción de vinos (con 11,8 millones
de hectólitros) y en el 7° lugar en la superficie implantada, con más de
230.000 hectáreas.
Dimensión de la vitivinicultura argentina:
Incluye a más de 17.600 productores primarios distribuidos
en más de 25.000 viñedos;
Son 864 los establecimientos elaboradores en todo el país;
La vitivinicultura genera más de 106.000 puestos de trabajo
directos y 280.000 indirectos;
La producción vitivinícola genera 1 empleo por cada 0,6
hectárea, mientras que el maíz general 1 empleo cada 10 hectáreas; el trigo 1
cada 20 hectáreas y la soja genera 1 empleo cada 50 hectáreas.
El aporte tributario de la cadena vitivinícola ya es muy
significativo
La industria vitivinícola argentina tiene en la actualidad
una carga impositiva que representa casi el 25% del total de las ventas. Este
porcentaje sólo considera el impacto de los impuestos directos: Impuesto al
Valor Agregado (IVA), Ingresos Brutos, Impuesto a las Ganancias, Débitos y
Créditos.
Dependiendo el caso, si se toma en cuenta el resto de los
impuestos provinciales no directos y municipales según la localidad, la carga
impositiva podría llegar al 35%.
La vitivinicultura es una economía regional de amplia
distribución territorial
La vitivinicultura se desarrolla predominantemente en el
Oeste argentino, desde Jujuy hasta Chubut y con oasis emergentes en la Pampa
Húmeda, Córdoba y Buenos Aires. Esta enorme extensión permite que el país tenga
una oferta de vinos diversa, fruto de terruños diferenciales y condiciones
climáticas muchas veces desfavorables.
El vino es un producto de alto valor agregado generado en
origen y esto lo diferencia de otras bebidas. En el mundo, los países vitivinícolas
fundamentan su oferta con base a distinciones en términos de terruños y
culturas agrícolas.
Mercados
Cerca del 80% de la producción de vinos argentinos se
consume en el mercado interno. El resto se exporta a 118 países.
Algunos aspectos importantes del mercado interno:
Forma de consumo: a diferencia de otras bebidas alcohólicas,
Argentina se caracteriza por un consumo ligado al vínculo social que se produce
mayormente en el hogar: según el estudio “Perfil de los consumidores de vinos y
bebidas sustitutas” (realizado por Knack Argentina) 8 de cada 10 argentinos
beben vino en el hogar.
Edad de consumidores: el mismo estudio de Perfil de
consumidores indica que del total de consumidores estudiados de vino el 41% se
encuentra por debajo de los 35 años, mientras que en el caso de la cerveza y el
fernet los valores son 50% y 59% respectivamente. Es llamativo el valor de los
energizantes: 86% de los consumidores de energizantes tienen menos de 35 años.
Con relación a las exportaciones:
El complejo vitivinícola es una de las 10 principales
cadenas exportadoras del país.
Son casi 500 exportadores que llegan con sus vinos a 118
países.
Las exportaciones representan casi U$S 820 millones y 257
millones de litros.
Los principales mercados para los vinos argentinos son:
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Países Bajos.
Marca país
Argentina fue el primer país vitivinícola del mundo en
declarar al Vino como la Bebida Nacional a través de la Ley Nacional 26.870
aprobada por unanimidad en el Congreso de la Nación y refrendada por la
Resolución 253-E/2017, del Ministerio de Agroindustria de la Nación, que
establece un Plan Nacional de Promoción del Vino Argentino Bebida Nacional.
El vino es también turismo: existen en la Argentina cerca de
200 bodegas con apertura turística que reciben más de 1 millón de visitantes
por año.
El vino es uno de los pocos productos que salen al mundo con
una etiqueta que se traduce en marca país. El vino argentino –junto a la carne,
el tango, el mate y el fútbol- es embajador, expresa la cultura argentina, su
identidad, sus paisajes y su gente.
Argentina lidera el ranking de Marca País en Latinoamérica,
es decir que es considerada la marca más valiosa de la región. En la
conformación de esta marca, la experiencia turística y gastronómica tiene un
rol preponderante; a eso se suma la declaración de Buenos Aires como Capital
Gastronómica Iberoamericana.
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