Las perspectivas de los consumidores son cada vez más negativas. Además, no esperan que puedan darse cambios positivos en los próximos meses. La situación económica de los argentinos es cada vez más preocupante y los índices que miden las expectativas de la población dan cuenta de ellos.
Con una inflación récord en marzo, que llegó 4,7%, y un acumulado anual de 55%, la plata no alcanza y casi el 100% de la población cambia sus hábitos de consumo.
El Índice General de Expectativas Económicas (IGEE), que realiza la consultora Kantar sobre la base de la percepción de la población sobre la situación económica y laboral en el país, da cuenta de ellos.
El mismo mantuvo una tendencia negativa el mes pasado y cerró un primer trimestre en baja, con una caída de ocho puntos (dos en enero, cuatro en febrero y dos más en marzo). De esta forma, las expectativas económicas de la población vuelven a perforar el piso de la serie con 65 puntos.
Por otro lado, si bien el impacto de las medidas en la inflación parece ser escaso –y las propias autoridades insisten con que no es un plan antiinflacionario sino un “alivio”–, las expectativas económica de los argentinos están lejos de remontar.
Desde enero la situación se mantiene dramática en indicadores como la inflación que no cede, la caída del consumo, el incremento del índice de desocupación y la inestabilidad cambiaria.
“En marzo se deteriora el IGEE por tercer mes consecutivo, estableciendo un nuevo piso en la serie histórica. En esta oportunidad, el indicador que explica la evolución negativa del índice es la percepción de la situación laboral y la preocupación por los ingresos a futuro (caen 5 y 4 puntos respectivamente)”, afirman en Kantar.
El índice, que había tenido una contracción fuerte en 2018, arrancó este año en el punto más bajo de los últimos 15 años.
En cuanto a los indicadores que conforman el índice que se mantuvieron estables se encuentran la valoración de la situación económica y la evaluación del momento para la compra de bienes durables.
Por otro lado, desde la consultora recalcan que los indicadores se mantuvieron porque habían caído mucho en febrero, en especial la compra de bienes durables.
Sobre las medidas tomadas por los argentinos para enfrentar esta situación, el 96% declara haber reducido o abandonado alguna categoría de consumo o gastos, una cifra que es mayor a la que ya se registró en septiembre pasado, en medio de la crisis cambiaria, cuando se registró un 93 por ciento.
Sin embargo, no están tan dispuestos a resignar determinados servicios que poseen como la TV por cable o el plan celular. La prepaga y seguros son los más resguardados.
Igual, dos de cada tres argentinos (64%) redujo o suspendió algún servicio, cuando en septiembre de 2018 lo había hecho un 55 por ciento.
El informe detalla que hay un segundo conjunto de gastos donde predomina la necesidad de moderación: “No dejaron de realizar estas actividades, pero ya no las hacen con la intensidad de antes”, explican. En ese segmento hay cuatro categorías: ropa y calzado, salidas a comer, cine y teatro y remodelaciones en el hogar.
Un último conjunto de gastos restringido, para 9 de cada 10 argentinos, son los viajes al exterior y la compra de tecnología, entre otros consumos online.
Con respecto a la situación económica del presente y el futuro, el 73% de la muestra (1.000 casos) asegura que su percepción es negativa, con mayor incidencia de jóvenes y sectores económicos más bajos. (Fuente: iprofesional).
Publicado en ADN Río Negro", 21/04/2019.-
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