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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

viernes, julio 06, 2018

El abuelo de Perón por JORGE CASTAÑEDA.

Supo decir el general Perón a su principal biógrafo Enrique Pavón Pereyra que “La vida de mi abuelo, Liberato Tomás Perón, estaba sembrada de honores: fue senador nacional (mitrista) por la provincia de Buenos Aires; había participado en la batalla de Pavón. Presidente del Departamento Nacional de Higiene, que él mismo había creado; y practicante mayor del Ejército en la Guerra del Paraguay. También desempeñó varias misiones en el extranjero, especialmente en Francia, donde vivió varios años”.
Según Juan Cruz Romero, “Había nacido en Buenos Aires el 17 de agosto de 1839, en pleno período de la Confederación rosista, en el hogar formado en 1833 por don Tomás Marius Perón y doña Ana Hughes, una londinense, hija a su vez de don Esteban Hughes y doña Isabel Mackenzie”.
Se sabe que no bien terminó sus estudios en el viejo Colegio Nacional y preparado su ingreso en la Facultad de Medicina, en 1860, debió interrumpir su curso para cumplir deberes en la campaña del Paraguay.
Los registros de la facultad documentan el término de su carrera en 1867, con una tesis sobre “Envenenamiento por ácido arsenioso” y un padrino de fama, como fue el doctor Leopoldo Montes de Oca, donde fue el único graduado.
Según un testimonio de Horacio Pirovano se destaca en una carta a Eduardo Wilde “la pericia y el sacrificio con que actuaba el futuro médico Tomás Liberato Perón.
“Siendo un joven de 29 años, ocupó una banca en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, lo que fue aprovechado por él para buscar el bien de sus conciudadanos señalando al gobierno los problemas atinentes a la higiene y la salud públicas, a las condiciones de trabajo en los saladeros y graserías existentes por entonces en las márgenes del Riachuelo, observando el peligro de su ubicación, frontera a la ciudad, que luego habría de comprometer trágicamente la epidemia de 1871”, según apunta Gastón Federico Tobal.
En verdad la principal vocación del doctor Perón era la docencia.
“Tenía sólo 23 años cuando, en 1863, Miguel Puiggari lo hizo nombrar como encargado de uno de sus cursos de Química, siendo rector de dicha universidad el admirado Juan María Gutiérrez”.
Belisario Montero en su interesante libro “La enseñanza de la vieja química” se detiene a exaltar la figura luminosa del maestro y ofrece pormenores de sus enseñanzas sobre los átomos: “Seguíamos con inocente atención y mucha fe dogmática esta danza de los átomos invisibles, de sus afinidades, atomicidades y estructuras”.
Según recuerda Juan Cruz Romero, “Otro alumno del doctor Tomás Liberato Perón fue Exequiel Ramos Mexía” y de él rescata Tobal el siguiente recuerdo: “Hubo disturbios en la universidad cuando algunos alumnos revoltosos atacaron a ciertos profesores, pero esos mismos alumnos se mostraron aplicados y estudiosos en las clases de Química que dictaba Perón y en las de Física, a cargo de Bernardino Spelluzzi”.
El mismo Juan Perón expresó que “Hasta donde llega mi conocimiento, todos los antepasados de esa rama fueron argentinos y fundadores de lo que en tiempos de la colonia se llamaba el Fortín de Lobos”.
Y aporta el valioso dato de que “Tomás Liberato se había casado con doña Dominga Dutey. La sangre vasco-francesa de mi abuela se mezclaba con la estirpe sarda de los Perón, emparentada a la vez por línea materna, a los Hughes y los Mackenzie, de origen británico o, con mayor propiedad, de la étnica escocesa”.
“La remanida frase del ‘crisol de razas’ -escribe el general Perón– como substancia generadora de nuestro pueblo, se hace patente en el análisis introspectivo de pasado de cada uno de nosotros. Mi familia no escapó a la regla. La cultura ancestral del Viejo Mundo se mezcla con pasiones localistas, traducidas en actitudes cotidianas”.
Y que la frase precedente sirva de colofón a esta pequeña semblanza del casi olvidado Dr. Tomás Liberato Perón.
Publicado en Diario "Río Negro", viernes 6 de julio de 2018.

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