ACI prensa publicó un estudio citando a la Food and Drug Administration de EEUU. " El látex no es impermeable a las partículas del VIH".
Abel Albino generó ayer la polémica del día al asegurar en
la comisión del Senado en la que se debate la ley del aborto, que el
"profiláctico no sirve" porque el virus del sida "atraviesa la
porcelana" y además falla "en un 30 % de las veces" en la
prevención del embarazo.
"Sería un irresponsable si no lo dijese, porque no se
dice que eso puede fallar. No es una protección absoluta ni lo será jamás,
porque el virus del sida atraviesa la porcelana y la posibilidad de contagio es
muy grande, porque no siempre se pone el profiláctico uno cuando sale de
casa", dijo el doctor Abel Albino, contrario al aborto, ante el resto de
ponentes. , Albino, fundador de la Cooperadora para la Nutrición Infantil
(Conin), aseveró que "hay que educar para el amor no para el sexo animal".
"Tienen que entender que el profiláctico no la protege
de nada... porque el virus del sida atraviesa la porcelana. ¡El virus del sida
atraviesa la porcelana!", remarcó el médico, lo que provocó la reacción de
la presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, Mabel
Bianco, que a los gritos se levantó y se fue de la sala.
ACI prensa, el portal de la Iglesia Católica, respalda los
dichos del pediatra mendocino y cita estudios que, en teoría, demuestran que el
preservativo no tiene 100% de seguridad.
"El primer estudio serio sobre la fiabilidad de los
preservativos fue realizado en 1987 por la FDA (Food and Drug Administration)
entidad del gobierno de EE.UU. que se encarga de la aprobación de medicamentos,
prótesis, aditivos alimentarios, etc. Realizó una prueba de pérdida de agua, en
la que el preservativo se llenaba con 300 ml. de agua, y se observa durante un
minuto, para ver si pierde. Se acepta que tiene un nivel de calidad aceptable
cuando la tasa de fallo por permeabilidad al agua no excede en un 4 por 1000.
Los lotes que exceden este criterio son retirados de la venta. Se estudiaron
430 marcas con 102.000 preservativos, 165 fabricadas en EE.UU. con 38.000
preservativos, y 265 marcas extranjeras con 64.000 preservativos. Los
resultados fueron que no tenían un nivel suficiente de calidad el 12% de las
marcas de EE.UU. y 21% de las marcas extranjeras".
"En estas investigaciones de la FDA sobre la seguridad
de los preservativos como preventivo del SIDA, se afirmaba concluyendo que
"el uso del preservativo no se relaciona de forma significativa con la
protección contra el contagio". Rechazos producidos, por ejemplo en 1991,
incluían las marcas "Ramses Extra Strength" (marzo de 1991) debido a
"Cantidad inaceptable de orificios y fisuras de anillo", "Saxon
Wet Lubricated" (mayo de 1991) por no pasar el control de calidad de la
FDA, y las que citaba The New York Times en noviembre de 1991. En muchos países
en los que se han tomado la molestia de controlar la calidad, se han producido
rechazos de marcas. Aún, con todo, no deja de ser penoso que con un 4 por 1000
de casos de permeabilidad al agua, sean puestos a la venta", asegura el
portal.
"Al aceptarse esta tasa de defectos, la probabilidad de
fallo en una pareja que utilizase el preservativo como método anticonceptivo
sería de un 20,8 % anual si mantuviesen relaciones sexuales una vez a la
semana, y de un 41,6 % si mantuviesen relaciones sexuales dos veces por
semana".
ACi cita otros estudios. "En 1995 se retiraron de las
farmacias americanas unos preservativos de plástico de la empresa London
International Holdings Inc., después de haber estado a la venta desde 1991, año
en el que la FDA diera el visto bueno a las pruebas de laboratorio que
garantizaban la impermeabilidad del material utilizado (índice de fracaso menor
del 2%). Pruebas independientes realizadas por el Instituto Nacional de la
Salud Infantil y el Desarrollo Humano, arrojaron un índice de fallos mucho más
alto: el 14% (una de cada siete veces). Los preservativos de plástico son utilizados
por las personas alérgicas al látex (5-7% de la población)."
"En Francia, en abril de 1994, la revista del Instituto
Nacional del Consumo afirmó, en un número especial dedicado a los
preservativos, que de 28 marcas puestas a prueba, 12 debían "ser
evitadas" por inseguras frente al riesgo de contagio del SIDA. La prensa
francesa, haciéndose eco de la revista, dice que "en materia de
preservativos, aunque la reglamentación francesa está entre las más rigurosas
del mundo, no parece todavía suficiente cuando está en juego la vida". Los
resultados comunicados por la revista mensual 50 Millones de Consumidores
arrojan dudas sobre la calidad de los preservativos comercializados en Francia
por esas doce marcas: "algunos preservativos se rompen, otros son
porosos".
Un servicio de la agencia "UN Wire" informó
(16-2-2000) que un grupo de consumidores de Hong Kong, había encontrado muchos
defectos en los preservativos. Según el Consejo de Consumidores de Hong Kong
más de la tercera parte de los preservativos adquiridos en el territorio son
inseguros. El Consejo compró unos 27.000 preservativos de 66 marcas diversas
para su examen.
Luego desliza que hay una campaña de las empresas de látex
para "vender al máximo".
"En España, no hubo legislación de control de
"calidad" de los preservativos hasta Noviembre de 1991 (normas UNE),
con lo que se podía vender sin ninguna exigencia ni fecha de caducidad. La
Unión de Consumidores hizo un estudio en 1990 de diversas marcas utilizando el
mismo test de agujeros al agua, y el 27% de las marcas no tenían un nivel
suficiente de calidad. En Marzo de 1992 se publicó otro estudio de la Unión de
Consumidores realizado con 10.000 preservativos de los 20 modelos que se
venden, que representan el 75% del mercado, y la conclusión fue que el 50% no
superó las pruebas realizadas con los criterios de la Unión Internacional de
Consumidores, a pesar de que el 96% cumplía las normas UNE aprobadas. El 23 de
Mayo de 1994, la Directora General de Farmacia y Productos Sanitarios, Regina Revilla,
como consecuencia de una campaña de revisión del mercado tuvo que anunciar la
inmovilización de hasta 32 marcas de preservativos. Todas las marcas implicadas
incumplían las especificaciones técnicas dispuestas por el R.D. 1688/1991 de
22-11. En Abril de 1998, en la revista Ciudadano, se ponía de manifiesto que de
un estudio realizado con gran cantidad de preservativos vendidos en los Sex
Shop, esas empresas que tanto contribuyen al SIDA, el 51% no cumple las normas
técnicas. Es un signo de lo que quieren al fin y al cabo las empresas del
látex: vender al máximo".
"Las pruebas de permeabilidad han mostrado que el látex
no es impermeable a las partículas del VIH; Carey y al. realizaron un estudio
sobre la efectividad de los preservativos de látex bajo condiciones simuladas
de uso, determinando que el preservativo reduce el riesgo de transmisión del
VIH, pero no lo elimina totalmente, ya que observaron 29 fugas de tamaño del
VIH en 89 preservativos examinados".
La gente se pregunta qué pasa con los guantes que usan los
médicos para operar. La agencia de la Iglesia dice que muchos médicos se ponen
dos. "Los guantes quirúrgicos de látex, necesarios para el control de la
infección, a menudo son permeables: no es raro que los cirujanos se encuentren
sangre en las manos, y la solución práctica es llevar dos pares de guantes.
Esta costumbre no parece práctica ni aceptable con los preservativos".
Así sigue la nota completa que lo tacha de
"inútil" y habla de condonmanía
"Otro estudio sobre la eficacia preventiva de los
preservativos fue publicado en noviembre de 1994 por un experto holandés, el
Dr. Johanes Lelkens, profesor emérito de anestesiología en la Universidad de
Maastricht, quien advertía que los profilácticos más seguros no se libran de
agujeros ranuras y orificios mucho más grandes que el tamaño de los virus. Según
el Dr. Lelkens, los preservativos no logran evitar embarazos en un 12%, y su
tasa de fallo es mucho mayor a la hora de frenar el virus del SIDA, cuyo tamaño
es treinta veces menor que la cabeza de un espermatozoide. El VIH es un pequeño
disco de 0.1 micras de diámetro. Actualmente los tests eléctricos de
permeabilidad de los preservativos son capaces de localizar agujeros de entre
10 y 12 micras, es decir, agujeros de 100 a 120 veces más grandes que el virus
del SIDA.
¿Qué ocurre con los agujeros más pequeños?. Simplemente los
test no los localizan. En 1990, los profesores G.B.Davis y L.W.Schoroeder
realizaron orificios de 1 micra de diámetro ( 10 veces mayor que el tamaño del
VIH) a preservativos que habían pasado los test de control. El 90% de ellos volvieron
a pasar la prueba como si no tuvieran agujeros. El experimento similar dirigido
por R.F. Carey en 1992 llegó a conclusiones similares. En 1992 Carey introdujo
microesferas de poliestireno del diámetro del VIH en preservativos que habían
superado el test antes citado de la Federal Drugs Administration (USA). Los
sometió a variaciones de presión análogas a las que se producen en una relación
sexual: un tercio de ellos perdió entre 0.4 y 1.6 nanolitros. En una relación
sexual de dos minutos con un preservativo que pierde 1 nanolitro por segundo,
pasarían 12.000 virus.
Pero no hace falta practicar los agujeros: en muchos casos
ya existen. Así lo constató C.M.Roland, del "Naval Research
Laboratory" de Washington: "la superficie de los preservativos aparece
como una superficie cubierta de cráteres que tienen un diámetro de alrededor de
15 micras, y con una profundidad de 30. Más importante aún para la transmisión
del SIDA es el descubrimiento de canales de 5 micras de diámetro que traspasan
la pared de parte a parte. Es decir, que existen pasillos que comunican el
interior y el exterior del preservativo con un diámetro de 50 veces mayor que
el VIH." Esto mismo también fue confirmado por el científico Cecil H. Fox,
del Instituto Nacional de Salud de Maryland, y afirmaba que en el látex, la
goma del preservativo existen poros que permiten el paso del VIH, visibles por
microscopía electrónica.
Inútil.
Si tanto se ha hablado del preservativo, si tantas campañas
se han hecho, ¿cuál es el problema?, ¿por qué sigue el SIDA transmitiéndose?,
¿por qué preocuparse? Pues porque se comprueba que esa no es la solución. En la
psicología masculina hay un rechazo inconsciente a reducir la sensibilidad, y
además en plenos momentos de pasión "parar" para ponérselo, aunque se
esté totalmente concienciado, muchas veces no se hace. Pasa como con el coitus
interruptus, que es un método no aprobado por la OMS, ya que en teoría es
seguro, pero en la práctica no funciona.
Parecen descubrirse intereses políticos en las campañas
sanitarias contra el SIDA, manipulando la verdad y engañando a los enfermos: la
verdad no está en los preservativos, ni en las jeringas desinfectadas. Estas
son mentiras, mentiras a veces pronunciadas por motivos políticos por parte de
los responsables, y sin embargo al ciudadano se le oculta que a los enfermos de
SIDA les espera la muerte, y muchos de ellos morirán en la miseria, en el
abandono, cubiertos de heridas, tal vez enloquecidos.
La revista JANO, revelaba que cuando hay conductas de riesgo
no se escucha la recomendación de usar preservativos, según los datos de
diversos estudios. Un editorial de ésta revista decía: "Hay que situarse
en el ambiente en el que suelen vivir frecuentemente esas personas. Para un
drogadicto que esté viendo morir a su alrededor a sus amigos y conocidos por
sobredosis, hepatitis-B u otras infecciones, enfermar de SIDA es un riesgo más
que no le lleva a cambiar de conducta. En el ambiente de miseria física, mental
y moral en que se mueven tiene poca trascendencia que exista una posibilidad
más de defunción".
En la revista Área+ de Junio de 1997 se dice que las que
"las prostitutas, después de mucho insistir, suelen usar los preservativos
con sus clientes, si estos no insisten en lo contrario, pero lo más normal es
que no lo hagan con su pareja porque es una forma de diferenciar el sexo por
dinero del sexo por amor. El tema del preservativo es uno de los temas más
difíciles". En esta misma revista Rafael Manzanera reconoce que en el tema
de los preservativos "nos hemos equivocado, porque hemos pretendido hacer
unas campañas de prevención a partir de nuestros propios presupuestos
ideológicos, intelectuales y culturales, que no tienen nada que ver con los de
las personas que viven a diario sobre una cornisa a una altura de siete pisos.
Y la realidad nos dice que los nuevos casos de SIDA son principalmente de
componente heterosexual, muy vinculadas a parejas UDPV".
Francisco Parras, director del Plan Nacional sobre el SIDA,
declaró en marzo de 1999 que "le apena que exista todavía gente que tiene
contactos con profesionales del sexo masculino o femenino, y se niegan a
utilizar el preservativo". Por su parte, el 1996 el Plan Nacional sobre
Drogas realizó una encuesta para ver el uso del preservativo en las relaciones
sexuales ocasionales, y halló que: "únicamente el 37.7 % de los que
mantuvieron relaciones sexuales ocasionales en ese año, habían utilizado
preservativo sistemáticamente, y entre los casados sólo el 13,4 % ".
En agosto de 1998 el Ministerio de Sanidad de España publicó
un estudio en el que se determinaba que el 80% de los españoles conocen
correctamente los mecanismos de transmisión del SIDA. También reconoce que los
jóvenes y las mujeres siguen asumiendo riesgos en las "relaciones"
imprevistas, a veces por presión de su "pareja". Para Sanidad resulta
una paradoja, que aún sabiendo que con los preservativos están más protegidos,
hay jóvenes que asumen riesgos. La conclusión que saca Sanidad, fiel a sus
principios, es que hay que bombardear aún más; no se plantea que en la educación
de costumbres esté la solución, no. Todos somos muy dados a jugar con el
riesgo, lo malo es que se hace realidad esa sentencia tradicional de la India:
"Una vez que se está en la boca del tigre, es inútil tomar
precauciones".
Las encuestas que aportaba Sanidad en Julio de 1999 en la
presentación de la campaña de aquellas fechas, señalaban que más de la mitad de
los jóvenes españoles entre 15 y 19 años mantenían relaciones sexuales con
parejas ocasionales. De ellos, el 30 por ciento de los varones y el 41 por
ciento de las mujeres no usaron preservativo. Según la directora del Centro de
Enfermedades de Transmisión Sexual de Granada, a pesar de las campañas de
promoción llevadas a cabo, en el caso de los primeros contactos sexuales de los
jóvenes, la utilización es inferior al total, y alcanza sólo a poco más de la
mitad de los casos, y no siempre de forma sistemática.
Unos estudios tras otros están demostrando la inutilidad del
preservativo para parar el SIDA. Otro, aparecido en el periódico Le Monde,
15-VI-95 publicado por la Agencia Nacional de Investigación sobre el SIDA, de
Francia, hablaba sobre la particular gravedad de la epidemia de SIDA en los
departamentos franceses de las Antillas y Guayana. En la Guayana francesa el porcentaje
de infectados era seis veces y media más que en el conjunto de Francia. Esa
gravedad va unida a la extendida promiscuidad heterosexual y a la importancia
de la prostitución. La extensión de la epidemia no puede achacarse a la
ignorancia. La encuesta demostraba que los principales modos de transmisión del
SIDA son ampliamente conocidos. La proporción de usuarios de preservativos es
igual en las Antillas que en la metrópoli. Sin embargo, sólo la mitad de los
hombres y un tercio de las mujeres que corren el riesgo de ser contaminados por
el virus decían haber utilizado preservativos en los últimos doce meses. Los
investigadores del ANRS mostraban su "sorpresa al comprobar hasta qué
punto la epidemiología de la transmisión del virus del SIDA está relacionada
con el comportamiento sexual de la población de estos territorios". Y se
concluía que era urgente elaborar una nueva estrategia de prevención.
En Yaundé, Camerún, en 1993, se celebró la VII Reunión
Internacional sobre el SIDA con expertos médicos y sanitarios. Fue una reunión
en la que participaban unos trescientos congresistas y, se distribuyó al final,
un cuestionario para que se indicase, entre otras cosas, si se había tenido
relaciones sexuales durante los tres días que duró la reunión con personas que
no fuesen pareja estable. De los encuestados, el 28% contestó que sí, y de
estos, una tercera parte dijo que no había tomado "precauciones"
alguna para evitar contagios. Si esto ocurre entre personas
"concienciadas", ¿qué ocurrirá entre la base del pueblo?. ¿A qué
fueron a Camerún?, ¿a hacer turismo sexual?, ¿a llevar el SIDA a Camerún, o a
llevarse el SIDA del Camerún?.
El pueblo normal, el africano, recibe también la presión de
las campañas, sin ningún resultado. Si en algún sitio las campañas para frenar
la epidemia del SIDA están mal adaptadas a la cultura local, ese lugar es
África. Allí está más del 70% de los seropositivos de todo el mundo y, la
transmisión heterosexual es la predominante. Se constató en la conferencia que
las campañas pro-preservativo son absolutamente ineficaces en África. Así lo
reconoce también la propia OMS: "Por diversas razones, los africanos en
general, no utilizan los preservativos en sus relaciones sexuales. Y los que lo
hacen, es solamente para planificar el número de hijos. Recientes estudios
realizados en el África sub-sahariana establecen que sólo un 1% los
emplean". Y es que a pesar de las cifras cada vez más alarmantes sobre la
enfermedad, el hombre de la calle sigue sin inmutarse, pensando que se trata de
asuntos europeos.
Así lo reconoce también María Francisca Basarán de Médicos
sin Fronteras :"Introducir los preservativos en las relaciones sexuales en
Africa es culturalmente muy difícil, y no se trata primordialmente de una
cuestión religiosa o moral"
En la conferencia mundial sobre el SIDA de Vancouver, en
1996, se reconocía que es una paradoja que mientras los investigadores acaban
sabiendo casi todo del SIDA y logren terapias más eficaces contra el VIH, los
mensajes preventivos no "calen" en la gente, y menos en las que
mantienen prácticas de riesgo. En los países anglosajones, puede que subsista
el moderno imperativo ético de la autodeterminación y de responsabilidad
personal, que obliga a responsabilizarse totalmente de las consecuencias de los
propios actos, lo que aconseja evitar situaciones de riesgo. Sin embargo, casi
en el resto del mundo, por ejemplo los países mediterráneos aflora un cierto
neofatalismo. No se piensa en las consecuencias de los actos, quizá porque se
piensa que lo que sea sonará. De ahí, que se vive al día: se comparten
jeringuillas usadas, se aceptan parejas ocasionales sin cuestionar su
historial, y se mantiene a los jóvenes entretenidos con la explosiva mezcla
sexual de ignorancia y permisividad. Así se logra que quien caiga víctima de la
enfermedad parezca que fue por la fatalidad supersticiosa, por voluntad divina
o porque quizá lo merezca.
Según informaba la CNN, Pedro Chequer responsable oficial
del SIDA en Brasil, a la vista de que después de intensas campañas
pro-preservativo desde 1983, los estudios oficiales hablan de que el 76% de la
población no usa preservativos en sus relaciones sexuales, dice que "esas
cifras nos están haciendo pensar en una nueva estrategia de prevención".
El citado informe sobre los hábitos sexuales de los brasileños, que se publicó
en esas fechas, revelaba que un creciente número de brasileños bebe alcohol
antes de las relaciones, el 44% de los jóvenes, lo que reduce su percepción del
riesgo.
Durante un congreso de Medicina Tropical y Salud Internacional
que se celebró en Sitges.(Enero 2000), se hizo público un estudio que informa
que el 50% de los viajeros a "paraísos sexuales" no usa preservativo.
El estudio, realizado en el Hospital Clínico de Barcelona a partir de mil
historias clínicas de viajeros que hicieron alguna consulta en la unidad de
medicina tropical, señala que uno de cada cinco viajeros mantuvo relaciones
sexuales durante el viaje con parejas no habituales, la mayor parte personas
autóctonas del país visitado. El estudio, con el que se quiso conocer el grado
de protección de los viajeros para evitar enfermedades de transmisión sexual y
comprobar si alguno de ellos contrajo una de estas enfermedades, señala que
únicamente el 47 por ciento de los hombres y el 60 por ciento de las mujeres utilizaron
el preservativo. Por lo que respecta a los contagios, en 9 viajeros se
diagnosticaron enfermedades asociadas a las relaciones sexuales: tres
seroconversiones en viajeros a India, Brasil e Indonesia, un caso de pediculus
pubis, 4 casos de escabiosis en personas que visitaron Cuba, Guinea Ecuatorial
y Sudáfrica, y un caso de vulvovaginitos contraído en Senegal.
Según el Departamento de Defensa de los EE.UU., el ejército
estadounidense es el que tiene mayor índice de enfermedades de transmisión sexual
(ETS) de los países desarrollados. Cada año se producen en el mundo 333
millones de contagios de este tipo de enfermedades, de los que 15,3 millones
corresponden a Estados Unidos. La población militar es la de mayor incidencia,
con entre dos y cinco veces más riesgo de contraerlas, cifra que se eleva a 50
veces más en caso de conflicto. La cuestión les preocupa especialmente porque
las ETS son cada vez más virulentas y resistentes a los fármacos y, además,
provocan lesiones que facilitan el contagio del SIDA. Por eso, se ha sabido que
van a adoptar medidas, y estas no pueden ser nunca impopulares, por lo tanto, a
lo de siempre, promocionar entre los soldados los preservativos. Pero no
esperan demasiado de esta medida porque, según Bill Calbert, presidente del
Comité de Prevención de ETS, del Departamento de Defensa de los EE.UU, sus
soldados saben perfectamente cómo se transmite el SIDA y, sin embargo, sólo el
42% de los encuestados utilizaron el preservativo en el último contacto sexual:
"Parece haber una clara desconexión entre lo que saben y lo que
hacen", añadió Calbert, quien explicó que el programa de ayuda que van a
poner en marcha incluye también orientación sobre abstinencia y relaciones
monógamas, algo es algo. Ya se ve que sirven de muy poco las teorías cuando
fallan los valores. ¿Es honrado incitar a los jóvenes a la promiscuidad con
esos programas de "educación" sexual que se limitan a promover un
sexo "seguro y sin riesgos" y no estimulan la afectividad de los
jóvenes hacia el autodominio y el amor comprometido? En sexualidad no basta la
información técnica, se deben atender las esferas de los sentimientos y el
espíritu. Quienes castran alguna de esas parcelas pagan las consecuencias.
Inmoral.
En unos años en los que domina la picaresca, la corrupción,
y el afán del pelotazo, la moral y la ética de las actuaciones humanas parece
que ha quedado en desuso. Nos dicen que algo es bueno en tanto en cuanto me
satisface a corto plazo, siempre que la policía no descubra mi delito, o en
cuanto favorece mi bolsillo. Lejos de todo subjetivismo, las normas morales
parecen contemplarnos como esas grandes montañas que se ríen de los humanos,
pues éstos, dedicados a sus prisas y gustos, creen que las montañas dejaron de
estar allí. Alguien dijo hablando del SIDA, que Dios perdona siempre, el hombre
a veces, pero la naturaleza nunca. Las leyes morales no están más que para
hacer posible, con su cumplimiento, la salud y la felicidad del hombre en su
medio.
No es imprescindible considerarse cristiano, basta con advertir
que también existe una ética de la naturaleza, una ética ecológica, en base a
la cual unos actos pueden considerarse buenos, y otros malos. La contaminación
de un río es éticamente malo, y reciclar o aprovechar la energía solar es
bueno. Los actos entre las personas que facilitan la propagación de una
enfermedad son éticamente reprobables. Los actos entre personas que
deshumanizan el sentido de la sexualidad, también son reprobables. Si se
apuesta, por lo tanto, por medidas como la de usar el preservativo, que no son
seguras, que hacen que se multipliquen los actos peligrosos de propagación del
SIDA, y que desvirtúan la sexualidad humana, usando un sentido de la ética
meramente ecológico, debemos decir que es negativo para el hombre.
Otro criterio muy útil de moralidad, al margen de creencia
religiosas, sería el considerar si estamos a favor o no de la monogamia. La
poligamia se ha ido reduciendo a medida que las civilizaciones se han
desarrollado, pero lo cierto es que muchos sectores de la población están
volviendo a costumbres sexuales que se creían superadas, volviendo a la
poligamia, o a la poligamia alternante. Aquí está por lo tanto, un criterio más
de moralidad, la monogamia. No se puede ser indiferente, son muchos logros
sociales los que se derribarían si la monogamia se dejara optativa ; y el logro
que ahora estamos deseando que no sea destruido es el de la salud de las
personas, cuestión de vida o muerte: casi nada.
Quien se considere cristiano, perteneciente a una
civilización occidental en la que el cristianismo ha sido motor de civilización
y progreso, podría considerar escritos y declaraciones de la jerarquía de la
Iglesia. Juan Pablo II en la Conferencia Internacional sobre el SIDA que se
celebró en el Vaticano en Noviembre de 1989 dijo: "Es moralmente ilícito
propugnar una prevención del SIDA basada en medios y recursos que violan el
sentido auténtico de la sexualidad, y que son un mero paliativo para un
malestar profundo, en el que está en juego la responsabilidad de los individuos
y de la sociedad. Y la recta razón no puede admitir que la fragilidad humana,
en vez de ser motivo para empeñarse más, se traduzca en pretexto para una
cesión que abra la vía a la degradación moral".
La encíclica Humanae Vitae dice lo siguiente: "Queda
patente que el uso del sexo tiene un fin altísimo y nobilísimo que no debe
desvirtuarse separándolo de la procreación: es decir, de los actos de suyo
aptos para que pueda derivarse una nueva vida; todo acto matrimonial debe
quedar abierto a la transmisión de la vida. Por eso, más adelante añade, sería
intrínsecamente deshonesto: "Toda acción que en previsión del acto
conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias
naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación
".
La Iglesia Católica, en un comentario titulado 'Prevención
del SIDA, aspectos de la ética cristiana', señaló que 'buscar la solución al
problema del contagio promoviendo el uso de preservativos, significa tomar un
rumbo que no sólo no es muy eficaz desde el punto de vista técnico, sino
también y por sobre todo, es inaceptable desde el punto de vista moral'. Y
agrega: 'La proposición de que una sexualidad de esta manera es segura, ignora
las causas reales del problema, cual es la permisividad que en la esfera corroe
la fibra moral de la gente. La única manera efectiva de prevención es en un 95%
de los casos, abstenerse de la práctica sexual fuera del matrimonio y del
consumo de drogas'.
Éticamente el preservativo separa los dos significados del
acto conyugal (unitivo y procreativo) y es, por tanto, siempre intrínsecamente
inmoral. La moral cristiana manda la continencia que consiste en frenar,
moderar y usar rectamente esa fuerza vital que es la sexualidad. A esto se
llama castidad. Los jóvenes están obligados a la castidad para llegar íntegros
al matrimonio y los casados deben guardar la castidad conyugal que consiste
fundamentalmente en ser fieles. En cuanto al uso de los preservativos para evitar
las enfermedades, las autoridades deben informar que no protegen totalmente;
existe siempre el riesgo de infección. Los preservativos son un gran negocio,
llenan de dinero los bolsillos de quienes producen a costa de la inmoralidad de
la población a la que inducen al libertinaje. La Iglesia no está, ni estará
nunca en favor de los "preservativos".
Conforme a lo anterior, si el Estado, o quien sea, martillea
los oídos de cristianos, con sermones y campañas que predican lo contrario,
banalizando ciertas prácticas, está incidiendo, sin el menor respeto, en las
creencias y en la intimidad. Especialmente el daño se produce con los jóvenes:
para los diseñadores de campañas contra el SIDA no existe ese precepto
constitucional de que todos tenemos derecho a nuestra integridad moral y a la
intangibilidad de las conciencias. Los padres son los primeros educadores de
los hijos, y con esas campañas se produce un abuso de poder de las propias
administraciones frente a los derechos y responsabilidades de los padres, que
son pisoteados.
Las personas que ajustan su conducta sexual a las enseñanzas
de la Iglesia abstinencia antes del matrimonio o fidelidad al cónyuge no
infectado tienen una protección natural contra el SIDA y no necesitan para
nada del preservativo. En cambio, quienes llevan una vida sexual con parejas
múltiples y encuentros esporádicos, es señal de que no siguen los criterios de
la moral cristiana, y por lo tanto se supone que no les debería importar lo que
digan los obispos. La Iglesia Católica trabaja como nadie para prevenir el SIDA
al promover, una conducta que implica autocontrol y no trivializar el sexo, lo
cual aleja el riesgo de infección. Pero, los que alientan la idea del "a
tope", esos no solo no colaboran contra el SIDA sino que lo promueven. Luego
intentan paliar las consecuencias de sus consignas, con el slogan del
"sexo seguro".
La vía eficaz de prevención consiste en un esfuerzo
educativo para proponer unos criterios sanos de conducta sexual. La Iglesia
Católica defiende una concepción del sexo basada en el dominio de sí, la
responsabilidad y el respeto del otro. Se trata también de una prevención
coherente. No se puede pretender que los jóvenes descubran una visión de la
sexualidad basada sobre el amor y la responsabilidad, y al mismo tiempo
repartir preservativos en los colegios. Existe pues, una intención clara de
tapar a toda costa la boca a la Iglesia. Su atrevimiento para criticar duele.
Parece, que está resultando, que cuando creíamos superados todos los tabúes con
respecto al sexo, ahora el tabú que se impone es el cerrar filas alrededor del
preservativo, y ay del que discrepe. La fidelidad a la pareja se considera
irreal, pero se exige fidelidad total al preservativo.
Contraproducente.
Es seguro que, casi todos, antes de tomar una medicina
recetada por el médico se lee el prospecto. Allí hay una serie de indicaciones
valiosísimas, y entre ellas, las que miramos con más atención son las
contraindicaciones. Podría suceder que una medicina en principio válida, por
otras cuestiones, dejara de serlo hasta el punto de ser, como se dice, peor el
remedio que la enfermedad. Esto que sucede en muchos casos, sucede también en
el tema de SIDA. En esta enfermedad, y antes de haber pensado en
"recetar" preservativos y jeringuillas, tendría que haberse pensado
en muchas otras cosas: la dignidad humana, la adicción (vicio), la cultura o su
falta en cada pueblo, la moral, y tantos otros aspectos de los que a
continuación hablaremos. Todos nos van a llevar a la conclusión del dicho tan
claro: peor el remedio que la enfermedad. ¿A quién se le ocurre matar moscas
con miel?.
El hábito es una facilidad para conducirse de una
determinada forma. Los hábitos requieren aprendizaje y repetición de actos
individuales. Si los hábitos de comportamiento que se han aprendido son los
responsables de la transmisión del SIDA, lo que habrá que hacer para prevenir
es modificar esos hábitos de comportamiento, es decir, modificar los
aprendizajes a través de los cuales se formaron esos hábitos. Al proporcionar
preservativos, y al animar a usarlos, se está modificando el comportamiento de
los ciudadanos, imponiéndoseles una determinada dirección. Al proporcionar
preservativos se está estimulando una cierta conducta que, con la repetición de
actos (con el consumo de más preservativos), acabará por configurar y modelar
una determinada facilidad para las relaciones sexuales. En la persona en que
arraigue el nuevo hábito, cambiará también su sistema perceptivo y, por
consiguiente, cualquier estímulo erótico tendrá más capacidad de suscitar en él
una respuesta sexual, haciéndose más dependiente, menos libre, respecto del
flujo de estímulos del ambiente. Por otra parte, su organismo también se
habituará a ese tipo de respuestas sexuales, frustrándose con mayor frecuencia
e intensidad cuando no pueda satisfacer el deseo que ahora le reclama con más
intensidad el nuevo hábito. ¿Por qué se producen ahora más violaciones que
nunca?. ¿No están influyendo estas campañas, entre otros factores, para
fomentar las violaciones?. La persona adicta al sexo, cuando no encuentra forma
de salirse con la suya, opta por la violación de cualquier joven indefensa.
¿Por qué en España en la última década del siglo XX se ha triplicado la
prostitución?. Otro tanto podríamos decir del abuso a niñas menores. ¿Qué
influencias tuvo, para llegar a hacer lo que hizo, Marc Dutroux, el pederasta
belga que secuestraba, violaba y mataba niñas en Bélgica?. ¿Cómo puede acabar
un joven convirtiéndose en un Antonio Anglés que comete las terribles
violaciones y crímenes de Alcácer?. ¿Cómo es que según publicó el diario
británico News of the World el 23-7-2000, en el Reino Unido hay 110.000
personas culpables de abusos sexuales contra menores, uno por cada milla
cuadrada de terreno?. Este diario publicó la foto de 49 convictos de pederastia
al día siguiente de la ultima violación y crimen de una niña. ¿Cómo empezaron
todos?, ¿qué les influyó?. Todos se echan las manos a la cabeza cuando suceden
estas cosas, pero pocos reflexionan sobre las causas, y lo consideran un
fatalismo inevitable.
Por lo tanto, en cuanto que el uso del preservativo crea
adicción, se concluye que recomendar su uso multiplica la probabilidad de que
en un futuro los usuarios establezcan más relaciones sexuales, es decir, mayor
número de contactos potencialmente contagiosos. Eso es lo que piensa también
John P. Foley: "De hecho, la publicidad que se ha realizado del
profiláctico no ha hecho más que alentar el ejercicio de determinados
comportamientos totalmente autodestructivos".
¿Qué explicación damos a la creciente ola de abusos sexuales
y malos tratos a mujeres fuera y dentro del hogar? ¿qué está pasando? ¿qué, o
quien está fomentando todo esto?. A ver si sirve un dato. Cada año 295 mil
mujeres son violadas o sufren algún tipo de ataque sexual en Reino Unido, según
reveló un informe del Ministerio del Interior británico, el 18-2-2000. El
estudio señalaba que cada año se denuncian 6.000 casos de violaciones y 17.500
de ataques sexuales a mujeres, pero estas cifras representan una mínima
proporción de lo que ocurre en realidad. En España, el informe del Ministerio
de Justicia calculaba que entre 118.000 y 295.000 mujeres sufren agresiones
sexuales cada año, de personas desconocidas o casos de abusos. Según el
documento, los ataques sexuales a las mujeres por parte de novios, amigos y
miembros de su misma familia han aumentado en la última década. 39 mujeres
habían muerto a manos de sus compañeros en la primera mitad del año 2000. La
policía afirmaba que sólo una pequeña proporción de mujeres que ha sido víctima
de algún tipo de ataque llega a poner una denuncia. Da la impresión, que ahora
que deberíamos estar avanzando en la consideración de la igualdad y dignidad de
hombre y mujer, los sucesos y delitos se empeñan en decirnos que parece que
sucede realmente lo contrario: la mujer es considerada objeto de consumo, y
cuando no consiente, se toma por la fuerza; su opinión o deseo no cuenta,
cuenta la pasión desbocada que otros alientan.
Estados Unidos fue la primera nación en lanzar campañas
sanitarias que promovían el uso del preservativo y de jeringuillas limpias para
erradicar la enfermedad, y han sido los primeros en recoger los resultados:
crecen imparablemente las cifras de muertos y contagios, al crear un falso
clima de seguridad que favorecía la práctica de conductas causantes del
contagio, por parte de quienes no ven en ellas su trascendencia moral. En lo
que se refiere a las enfermedades de transmisión sexual (ETS), el resultado ha
sido también desafortunado, especialmente entre adolescentes. Parece, por lo
tanto, que la revisión de estas campañas de prevención ha de ser un objetivo
prioritario en los programas de salud pública.
En España, el ministro de Sanidad, al presentar la campaña
de 1997 de condonmanía, aseguraba con desfachatez, que este método no crea
adicción, y que no por tener preservativos a mano, o porque hasta el ministro
se lo aconseje, ellos aumentarán su promiscuidad. Hay que ser estúpido para
decir esto, o cerrar los ojos a la evidencia. Que mire el ministro las
estadísticas de abortos en España antes y después de la vandálica propaganda de
Matilde Fernández de 1990. A ver cómo explica el gran alza. En Galicia, el
número de abortos de adolescentes aumentó durante los últimos años a pesar de
las abundantes campañas de "educación sexual". La Xunta reconocía que
las campañas de formación sexual no funcionaban y la tendencia al alza llevó a
la conselleira de Familia, Manuela López Besteiro, a reconocer que se trata de
un "grave problema" sanitario y social. Ese es el resultado de las
campañas de condonmanía.
Decía Benhamin Franklin que la experiencia es una dura
escuela, pero los tontos no pueden aprender de otras fuentes".
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, jueves 26 de julio de 2018.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.